Courtois fue el mejor arquero y para definir el gran Mbappé

CARACAS.- En un mundial donde las estrellas principales se quedaron in fulgor muy rápido los focos recayeron sobre actores que llegaron con papeles de reparto y se convirtieron en las grandes figuras del campeonato.
Como los buenos equipo se arman de atrás hacia adelante comencemos por el arquero. El puesto tuvo excelentes representantes en el francés Hugo Lloris, el iraní Beiranvand, el coreano Hyun-Woo, pero el más solido de todos fue el belga Thibaut Courtouis. Su actuación ante Brasil y la tapada ante el tiro de Pavard contra Francia demostraron sus reflejos y excelente ubicación. No cometió un solo fallo en el campeonato.
El francés Umtiti no solo fue impasable por alto, sino que llegó siempre a tiempo para hacer las coberturas cuando Pavard dejaba espacios por su ida y vuelta. Además, anotó el tanto decisivo para enfriar a Bélgica.
Yerry Mina llegó como suplente y fue el jugador más decisivo de Colombia. Estabilizó la defensa y además anotó tres goles que dieron vida a la selección cafetera en momentos claves.
El central inglés Harry Maguire también fue una muralla. También se sumaba al ataque, donde sus cabezazos siempre generaban peligro. A todo eso le añadía buen pie para salir jugador o asociarse en sus incursiones al campo rival.
Por las bandas, esta vez no fueron los laterales brasileños los que se llevaron las palmas. El francés Benjamin Pavard resultó imparable por el carril derecho. Velocidad, desborde, precisión en los pases y una gran pegada de derecha. Su contraparte por la izquierda fue el belga Nacer Chadli, esencial en los contragolpes de los “Diablos Rojos” y finalizador del mejor tanto de contragolpe del torneo.
En la zona de recuperación nadie corrió más, cortó más balones y dio las salidas más limpias para los ataque que N’Golo Kanté y Paul Pogba, mezcla de sacrificio, poder e inteligencia para correr la cancha.
Eden Hazard fue la mejor expresión del 10 puro. Hábil para maniobrar con el balón, generoso con el pase, claridad y pegada fulminante. Solo las atajadas del francés Hugo Lloris le impidió llevar a Bélgica a la final. Griezmann fue el librepensador. Se movió con libertad para asociarse con Mpappé, una joya que deslumbró en Rusia.
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