Rusia pasa a la historia por la pelota detenida
CARACAS.- El Mundial de Rusia pasará a la historia como el campeonato de los astros sin brillo, de los goles de pelota detenida, del contraataque fulminante, la utilización del videoarbitraje, del fútbol emergente y de la consolidación de Rusia del presidente Vladimir Putin como una potencia económica y política en el mundo.
Rusia fue un hoyo negro para los jugadores que en los últimos años han acaparado los elogios, la admiración, los premios y los títulos. El argentino Lionel Messi fue eclipsado en el duelo decisivo de octavos de final por la relampagueante velocidad de Kyliam Mbappé en la derrota 4-3 ante Francia. Cristiano Ronaldo, su némesis en el planeta fútbol, tuvo un momento de gloria al marcar tres goles en el empate de Portugal 3-3 ante España, pero luego se apagó. Tampoco fue el Mundial del brasileño Neymar, quien dedicó más tiempo a caer y retorcerse en la cancha que a jugar al fútbol.
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Tren del amor
Los goles de pelota detenida fueron el camino más utilizado por los entrenadores para llegar al arco contrario. El mayor aporte en las jugadas de pelota detenida lo hizo el técnico de Inglaterra, Gareth Southgate, con la utilización del bautizado “Tren del amor”, utilizaban estrategias de demarques de la NBA y del fútbol americano.
Videoarbitraje
El uso del sistema de Videoarbitraje y la utilización de un chip en los balones que indica cuando cruzan completamente la raya de meta, puso fin a los goles fantasmas, añadió drama y suspenso a las decisiones que van a revisión y acabó con la antigua infalibilidad de los jueces.
Rebelión de los chicos
La presencia de Croacia en la final y de Bélgica en el tercer puesto cambió la tradicional geografía de los Mundiales en el que las grandes potencias del balón venían acaparando el partido decisivo.
Los países chicos hicieron sufrir a la potencias del deporte rey, como la novel Islandia al empatarle a Argentina, Corea del Sur que echó a Alemania del Mundial, Bélgica que se devoró a Brasil y la corajuda Croacia que disputó tres alargues y llegó dos veces al límite físico y mental de los fusilamientos para disputar la primera final de su historia.
Triunfo de la inmigración
El triunfo de Francia también fue la victoria de los inmigrantes africanos; los Mbappé, Matuidi, Kanté, Pogba, Mandanda, Umtiti o Dembelé, que luchando contra la xenofobia, el racismo, la marginalidad y la exclusión social han cambiado la piel de la selección gala.
Putin campeón
Si bien Francia levantó la Copa, el líder de Rusia también se quedó con el trofeo de la opinión pública. El gobierno de Putin organizó un Mundial alabado por todos. Construyó los mejores estadios de Europa, mostró un país abierto, afable y moderno, Rusia, además, se lavó la cara por los escándalos de dopaje que acompañaron a sus atletas olímpicos en los últimos años, y acogió un gran evento sin amenazas terroristas ni incidentes de violencia.
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