“El nivel sube cada año, estás obligado a salir de tu zona de confort”

Los torneos de Masters 1000 siempre tienen sorpresas y, en este Mutua Madrid Open, Thiago Monteiro ha firmado la primera. El brasileño superó en dos mangas a Stefanos Tsitispas para luego sentarse con Punto de Break a celebrarlo.

Brasil está de celebración por multitud de motivos. Aparte de contar con una gran camada de jóvenes que vienen pisando fuerte, un clásico del circuito como es Thiago Monteiro (Fortaleza, 1994) parece haber frotado la lámpara de la segunda juventud. Con un doble 6-4, el tenista sudamericano ocupó las portadas de este sábado en el Mutua Madrid Open 2024 al derrotar a Stefanos Tsitsipas en segunda ronda, uno de esos triunfos que dan sentido a todo el camino. Ya con el partido asimilado en su cabeza pero todavía con la sonrisa dibujada en su rostro, Monteiro se cita con Punto de Break para contarnos un poquito de su historia.

Madrid te sienta bien.

Me gusta mucho, la verdad. Ya he jugado muchas veces, conozco la altura de Madrid, algunas temporadas no tuve buenos resultados pero ahora me siento cómodo. En 2023 avancé hasta segunda ronda, esta vez me tocó jugar la fase previa, pero estoy contento con las cuatro victorias que he conseguido. Me da mucha confianza para seguir animado, aunque sé que cada ronda irá aumentando la dificultad.

Con Tsitsipas ya estábamos en una dificultad elevada…

Para esto entrenamos, para enfrentarnos a los mejores jugadores en estos grandes torneos. Sigo trabajando lo mejor que puedo para mantener esta consistencia y disputar de manera regular estos grandes eventos. Cuando juegas con estos grandes jugadores siempre te sube el nivel, eso es lo bueno.

Dicen que para ganar a un top10 hace falta mucha confianza, ¿la tenías esta mañana al levantarte?

Empecé bien la temporada, con un buen nivel durante las primeras semanas, aunque lo único que intentaba era pensar partido a partido, sin marcarme ninguna expectativa, mantener el foco en el día a día. Es verdad que desde el Río Open no encontré la regularidad que buscaba, pero el tenis siempre te ofrece una nueva oportunidad cada semana, así que nunca dejé de trabajar duro y dar mi mayor esfuerzo. Esta semana he vuelto a sentirme bien, me encantan las condiciones, me fue genial en la fase previa, hasta llegar a este partido con Stefanos, donde necesitaba una mentalidad totalmente distinta. Necesitaba creer en mi tenis, esa confianza es la que me ha permitido tener la oportunidad de ganar a un rival de este nivel.

¿Dónde colocas esta victoria en tu carrera?

Es una de las más importantes, seguramente. Además de ser un gran jugador, también venía en un gran estado de forma. Luego tengo también la de Rune en Copa Davis, en Dinamarca, cuando estaba #4 del mundo. Ese día jugamos en pista dura cubierta, pero no solamente fue una gran victoria para mí, también lo fue para el equipo. También recuerdo mi primera victoria ante un top10 en Río 2016, cuando gané a Tsonga estando yo fuera del top300 del ranking, esa fue la victoria que cambió mi carrera […] Es difícil decir cuál fue más importante, pero esta es una de ellas, sin duda. Ahora quiero disfrutarla y usarla como motivación para seguir avanzando en el torneo.

Te hiciste profesional en 2011 y, sin embargo… ¡nunca te has enfrentado a un miembro del Big3!

Lo sé, lo sé. Para mí sería un sueño hecho realidad, desde luego. Sí que pude entrenar con Nadal, Djokovic y Federer, pero nunca tuve la oportunidad de enfrentarme a ellos en un partido oficial. Ojalá que Rafa aguante un par de años más, me encantaría jugar contra él y tener esa experiencia, para mí sería un sueño.

¿Y en los entrenamientos con ellos qué tal? ¿Se nota esa diferencia de nivel?

Depende de muchas cosas, por ejemplo, de si es un entrenamiento solo para entrar en calor. Con Djokovic tuve grandes entrenamientos, ahí es donde se ve por qué es tan bueno, te das cuenta de la consistencia que tiene, de cómo es capaz de mantener todo el rato la misma concentración, es diferente cualquier cosa que haya visto antes. Con Rafa hace muchos años que entrené, pero fue solamente para entrar en calor, así que fue todo más rápido. De un modo u otro, el simple hecho de estar con ellos en la pista ya es una gran experiencia, notas una energía distinta, sales motivado y con más ganas de competir. Ojalá pueda seguir muchos más años en este nivel y seguir coincidiendo con estas leyendas.

El tenis brasileño viene fuerte con Thiago Seyboth Wild y Joao Fonseca, ¿cómo ves a estos chicos?

Fonseca siempre tuvo un gran talento, lo conozco desde que tendí 12 años, es un chico que trabaja bastante bien. Tiene un gran equipo a su lado, tuvo una oportunidad muy grande en el Río Open y la aprovechó, así que ahora ya se ha convertido en un fenómeno. El profesionalismo ha mejorado mucho con el paso del tiempo, aunque la conducta de trabajado sea cada vez más exigente, esto se aplica tanto a los jugadores como a sus equipos. Los tenistas brasileños convivimos juntos mucho más tiempo, así que nos empapamos de todas estas experiencias y aprendizajes. Cada vez estamos más abiertos a nuevos conocimientos y, al mismo tiempo, haciendo diferentes ajustes que nos vaya bien. Hay que aprovechar esta dinámica. Tengo muy buena relación tanto con Joao como con Thiago, también con Meligeni, además de otros chicos que vienen por detrás. Entre todos nos apoyamos y trabajamos con el mismo propósito.

Vas camino de los 30 y se te ve hecho un chaval, ¿qué ha cambiado en el mundo del tenis?

El mantenimiento físico ha mejorado mucho, la evolución de la ciencia junto a la preparación físico, además de la fisioterapia, ha logrado que muchos jugadores alcancen su nivel físico óptimo a partir de una edad más avanzada. Ahí tenemos a Struff, que viene de ganar su primer ATP. Fucsovics con 32 años viene de ganar el segundo, pero ocho años después de ganar el primero. En 2023 vimos a Mannarino hacer su mejor temporada a los 35 años. Todos estos casos son una gran motivación, aunque todavía tengo 29 años, cumplo 30 el mes que viene y la verdad es que me siento súper bien físicamente. Nunca tuve lesiones, eso me ayudó a estar buscando cómo mejorar y evolucionar, siento que todavía puedo alcanzar mi pico tenístico y físico, voy a por grandes resultados. Tengo paciencia, me centro en seguir trabajando con buena conducta y siendo profesional.

¿Qué objetivo es el que te prende la llama para levantarte cada mañana?

Ganar un título, seguro. También quiero llegar al top50, esto sería un objetivo a medio plazo.

¿Segunda semana en un Grand Slam?

También, por supuesto. Segunda semana son octavos de final, yo tengo el sueño de estar en cuartos de final, pero llegar a segunda semana ya sería dar un gran paso.

Y si puede ser, en Roland Garros.

Roland Garros no estaría nada mal, aunque Wimbledon es mi preferido (risas).

Llevas mucho tiempo en la élite mundial, ¿qué es lo más complicado del día a día?

Una cosa es llegar y otra cosa es mantenerme. La parte más difícil de cada temporada es ver cómo los demás chicos siguen mejorando, el nivel siempre sube, así que estás obligado a mantener un mínimo de calidad en tu trabajo, buscando siempre cosas nuevas, salir de tu zona de confort para buscar diferentes opciones. Te surge una necesidad de sentir que mejoras de un día para otro, las rutinas se vuelven muy intensas, es un proceso muy largo, pero hay que seguir con la misma ambición. A la mínima que bajas un poquito, te pasan por encima.

¿Hiciste muchos sacrificios para llegar aquí?

Seguramente que sí, por supuesto. Para empezar tuve que cambiarme de país, hace un par de años cambié también de entrenadores, no vivo en mi ciudad, no veo mucho a mi familia, estoy lejos de mis amigos… pero todo esto lo hago para poder vivir este sueño. Esto es lo que amo, es mi pasión, son sacrificios pero al mismo tiempo existe un propósito para eso. Dentro de unos años, cuando pare de jugar, ya habrá tiempo de tener una vida normal.

Hay que quedarse con lo positivo.

Totalmente, al final soy un privilegiado, me dedico a jugar el deporte que me gusta y viajar por todo el mundo cada semana. Claro que echo de menos a mi familia, a mi madre y mis hermanos, pero sé que ellos están viéndome en la distancia. Todo mi entorno está detrás de mí, apoyándome en todo lo que hago.

En tres meses llegan los Juegos Olímpicos, ¿cómo llevas las cuentas?

Para asegurarte una plaza tienes que estar dentro del top80, más o menos. Uno de mis grandes objetivos, además de los que mencionamos antes, es volver a disputar unos Juegos Olímpicos. Ya estuve en Tokio, pero fue una experiencia muy distinta, no podías ver otros deportes, no había casi gente. Este año sería increíble disputarlos una vez más, además siendo en París, sobre tierra batida, en Roland Garros. Es un gran sueño, aunque escuché que también había otra posibilidad si habías hecho bronce en los Juegos Panamericanos, pero todavía no tengo bien estudiada esa opción. Ojalá que pueda estar allí y pueda acceder directamente por ranking.

¿Te imaginas un dobles con Fonseca?

¡Sí! (risas) Aunque el dobles es más difícil, tenemos grandes doblistas, pero sería un sueño igualmente.