5 mayo, 2024

Madrid y las invitaciones: se olvidaron de los españoles

No han sido pocos los que se han sorprendido ver el bajo nivel de Darwin Blanch hoy ante Rafa Nadal. Era lo lógico, viniendo de un chico de solo 16 años que lo normal es verle en el circuito ITF y que todavía no tiene ni los golpes ni la potencia para rendir en un Masters 1000. Las críticas han ido más en relación con lo que el torneo ha hecho con las invitaciones y que hoy les ha explotado en toda la cara.

Roberto Bautista, un tipo normalmente muy calmado, no se ha mordido la lengua para decir lo que pensaba acerca de las invitaciones. Y es que el torneo, propiedad de IMG, ha dado wildcards a Fonseca, Shang, Landaluce, Bergs y Blanch. Solo un español y porque es propiedad de IMG, que, si no, quizá ni eso. En fase previa, la cosa es aún más llamativa. En comparación con otros torneos de Masters 1000, que reparten invitaciones a jugadores de su país en su amplia mayoría, lo de Madrid no deja de sorprender, aunque se entienda el porqué.

Y es que Madrid tiene algo característico. A diferencia del resto de Masters 1000, no es propiedad de su Federación o de una empresa de su país. De ahí que las wildcards vayan para jugadores de la empresa propietaria del torneo: IMG. Es entendible y respetable. Quieren dar visibilidad a sus jugadores, en muchos sentidos, aunque alguno de ellos, como es el caso de Blanch, todavía no esté preparado para un baile de este calibre. Realmente, ¿lo que ha pasado hoy puede ayudarle a Darwin en su carrera o puede que este marcador tan abultado le haga más mal que bien?

Sin ir más lejos, el propio Landaluce confesó el año pasado en una entrevista a Punto de Break que lo que pasó en el partido de Madrid, ante Gasquet, le afectó mucho. “Me dolió bastante. Fue la que más me dolió”, confesó el madrileño, que perdió 2-6 1-6 ante el francés. Quizá, no haya necesidad de exponer así a un chico tan joven. A esas edades, excepto casos muy concretos, no se está preparado para aterrizar los nervios en un partido de Masters 1000. Esos chavales están jugando un torneo ITF en Porec, Croacia, ante el 1114 del mundo una semana, y a la siguiente frente a Rafa Nadal en la central de Madrid. No hay cabeza que pueda canalizar eso de la manera correcta a esa edad.

La cuestión no es si Blanch es bueno o no. Está claro que, con 16 años, uno nunca puede saber dónde está el techo de un tenista. Es obvio que tiene potencial y talento, pero, a estos 16 años, todavía no es su momento. Solo hay que ver lo que le pasó al propio Alcaraz en 2021, cuando enfrentó a Rafa en Madrid. Perdió 2-6 1-6 y el otro día confesó que salió “asustado” por el escenario y rival. Es lo normal. Seguro que más de uno pensó que Carlitos no iba a ser tan bueno, visto lo visto, y un año después de eso fue ganador de Grand Slam y número 1.

Para cada cosa hay un momento. Todo tiene su tiempo y no hay que correr, porque para correr, primero hay que andar. IMG está en su derecho de hacer lo que le dé la gana con las invitaciones y quizá piense que le está ayudando a esos chicos con una invitación, cuando puede que estén haciendo todo lo contrario. A una edad tan temprana y sin experiencia previa en torneos ATP, lo mejor es que los chavales se curtan en la base y ya habrá tiempo de darles un empujoncito para jugar con los grandes.

Estaría bien que alguien del torneo de Madrid, sea quien sea, presione un poco para que en 2025 las invitaciones tengan más color español. Como dice el propio Rober, al torneo le viene fenomenal el apoyo de las empresas españolas, del Ayuntamiento de Madrid y de otros tantos, como para que, luego, las invitaciones vayan para tenistas al que los aficionados españoles, que son la mayoría en las gradas de la Caja Mágica, o no les apetezca o no quieran ver.

Sin olvidarnos que también está bonito que en España, para un torneo que tenemos de esta categoría, se apoye a los tenistas de nuestro país. Que se reconozca lo que han hecho jugadores como Roberto, que tiraron del carro en ciertos momentos cuando la cosa no estaba tan bien y que ha sido Top 10 y finalista de Masters 1000, y que ahora necesitaba esa invitación por los problemas de lesiones que ha tenido, así como se pueda ayudar a un chico joven español que viene luchando duro desde abajo y que ese empujoncito le ayudaría mucho y seguro provocaría el encanto de la gente de la grada

Al final, la sensación que nos queda es que Madrid se olvida del tenis español. Ya pasaba cuando estaba Tiriac, que daba las wildcards a tenistas rumanos, y no ha cambiado ahora con IMG. Una pena que esto solo pase en España, como dice Bautista. Ojalá que quien pueda, porque seguro que dentro de la organización del torneo alguien podrá ejercer presión, intente que esto cambie de cara a 2025.

 

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