30 abril, 2024

“TRAS MI MEDALLA EN TOKIO SENTÍA QUE PODÍA CONSEGUIR AÚN MÁS” – Historias de los Juegos

Detrás de su modestia se esconde una brava deportista capaz de seguir en la brecha años y años. Y lo sigue haciendo continuando con una racha de éxitos que culminó -de momento- en la ansiada medalla olímpica, obtenida en los Juegos de Tokio 2020 en la modalidad de K1 200 metros en sus sextos Juegos Olímpicos. Estamos hablando, naturalmente, de Teresa Portela, la piragüista gallega que ya se ha ganado de derecho la plaza para los Juegos de París, su séptima aventura olímpica.

Teresa Portela no vacila, no renuncia a seguir su brillante carrera deportiva, porque “lo que me apasiona es mi trabajo, así que la capacidad de querer hacer mi trabajo, de hacerlo bien, es lo que me impulsa a seguir. Me siento afortunada de ser deportista, de poder seguir disfrutando del piragüismo y quiero que mi carrera deportiva se alargue lo máximo posible”.

Foto de Getty Images

Algunos podríamos pensar que, después de tantos intentos, haber conseguido por fin la medalla olímpica en Tokio podría haber puesto el colofón final a su brillante carrera. Lejos de esto, Teresa tenía claro que iba a seguir: “Aunque no hubiera conseguido la medalla en Tokio hubiese continuado igual. Al final ser medallista o no, poder estar en unos Juegos, es muy difícil. Poder estar en una final sabiendo las milésimas que nos mueven entre unas y otras significa que tienes opciones de medalla. Ese día tienen que darse las circunstancias para conseguir esa medalla. Al final yo hago una autocrítica y a veces he sido medalla y perfecto y otras veces no he sido medalla y he considerado que había sido un buen resultado y que era motivo de seguir. Quiero aprovechar el deporte porque me siento afortunada”. Y es que, según nos cuenta, “pese a haber ya conseguido en Tokio 2020 la medalla olímpica, el logro que buscaba, sentía que podía conseguir aún más. Quise probar un año, seguir dándome la oportunidad con un objetivo y reto absolutamente nuevo. Estoy contenta de haber seguido dando ese paso. Seguiré dando pasos. Mientras los pasos sigan hacia adelante seguiré avanzando”.

Teresa ha sido una “víctima” más de los numerosos cambios que se producen en el calendario olímpico en su deporte, haciendo que desaparezcan pruebas, cambiando las distancias o las modalidades de otras. A ella le han “quitado” la que era su prueba preferida, pero eso no la ha impulsado a tomar la decisión de retirarse: “Me hubiera gustado que el K1 200 no dejase de ser olímpico para poder seguir compitiendo y entrenándolo. Es la distancia que más me gusta, la de 200 metros. Desgraciadamente se ha sacado del calendario olímpico y entonces hay que reinventarse. En ese proceso mi intención era seguir en el K1 pero en el 500 metros, que es la distancia olímpica. En ese momento la federación planteó este proyecto [del K4]. Me pareció algo que me ilusionaba y contenta”.

En tantos años de estar en la élite Teresa Portela ha visto el piragüismo femenino español subir y bajar. Ahora le toca vivir unos de sus mejores momentos, en los que ella ha tenido mucho que ver: “Los deportes son muy cíclicos, dependes mucho de las generaciones. Hubo momentos en el que las chicas [españolas] éramos las que destacábamos con nuestros resultados, los chicos no tanto. Ahora mismo estamos viendo un momento en el que sí, igual que vimos momentos en los que los chicos tenían los resultados y en las chicas había cambios generacionales que no daban resultados, ahora mismo creo que el piragüismo [español] está teniendo un éxito brutal, tanto en chicos como en chicas. Estamos en un momento muy, muy bueno”. Porque es innegable que ella ha sido y es fuente de inspiración para otras chicas, con algunas de las cuales compite ahora en el K4 y con las que estará en París tras ganar primero la plaza para España y luego su barco en el selectivo nacional: “Si he contribuido a que alguna chica se haya animado en el deporte del piragüismo me alegra. Es bonito que haya niñas que tengan referentes y que vean que si esos sueños que quiero alcanzar si la que tengo al lado los consiguió por qué no ella tan bien”.

Es momento de recordar el momento culmen -insistimos, de momento- de su carrera con esa plata olímpica de Tokio 2020: “Al ganar la medalla de Tokio sentí una alegría inmensa, por otro lado también como liberación de que en mi cabeza ya había conseguido lo que yo quería, ya podía relajarme de alguna manera. Yo ahora veo esas imágenes y se me ponen los pelos de punta. Cuando tardas tanto tiempo en conseguir algo pero lo trabajas y finalmente lo consigues imagínate la alegría de haberlo conseguido”. Pero miramos ahora de cara a la cita parisina: “No quiero ver resultados en París. Yo quiero seguir trabajando como lo estamos haciendo. El año pasado trabajamos espectacular. Vimos que es posible poder subirse a un pódium, poder estar luchando por la medalla y este año sólo pido seguir trabajando exactamente igual, ir luchando por conseguir nuestros tiempos y a partir de ahí sabemos que en la competición puede pasar de todo. En ocasiones puedes ser clara favorita y no darse el día. Sólo pido seguir trabajando como hasta ahora y dar nuestro 100% y pasar la línea de meta y tener la satisfacción de sentir haberlo dado todo. Eso es lo que yo busco: la sensación de bienestar”.

Caiga o no caiga una segunda medalla, se den o no las circunstancias más favorables para el K4 español, nadie duda de que Teresa Portela es ya una institución del deporte hispano y ha sido un espejo en el que mirarse.

El K4 500m con el que ganó el selectivo español para París 2024



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