2 mayo, 2024

HACIENDO HISTORIA EN PARÍS 2024 COMO LOS PRIMEROS HOMBRES EN PARTICIPAR EN NATACIÓN ARTÍSTICA EN JUEGOS OLÍMPICOS – Historias de los Juegos

Los Juegos Olímpicos de París 2024 traerán -¡por fin!- una gran novedad: los hombres podrán competir en natación artística. Bien es cierto que sólo lo podrán hacer en las pruebas de equipo y con un número limitado. Sólo dos de ellos (los mejores de la historia) lo harán, pues los equipos en los que forman parte se han clasificado y el resto de los que estarán en París no cuentan entre sus miembros elementos masculinos. Los dos hombres pioneros son ni más ni menos que el estadounidense Bill May y el italiano Giorgio Minisini, las dos mayores figuras masculinas de este deporte.

Empecemos por el mayor de ellos: Bill May tiene 45 años pero eso no le impedirá competir en excelencia frente a chicos/as a los que supera en edad en un par de décadas. May está considerado el iniciador de la natación artística masculina, todo un icono al que, con exactamente 20 años de retraso, podrá finalmente considerarse un deportista olímpico en toda regla. Y es que May ya intentó participar en los Juegos de Atenas de 2004 en dúos junto a su compañera Kristina Lum, llegando a formar parte de la selección olímpica de Estados Unidos, pero por aquel entonces aún no se permitía participar a hombres.

Bill May. Foto de Streeter Lecka/Getty Images

Este neoyorquino entró en la natación artística por casualidad. De niño iba a la piscina a practicar la natación para justo después tener que esperar a que saliera de sus clases de natación sincronizada su hermana, a la que contemplaba mientras. Por una simple razón práctica de no tener que estar esperándola hasta poder irse a casa (tenía entonces diez años), al final su madre le preguntó si quería probar a practicar el deporte que hacía su hermana, más que nada para no estar sin hacer nada ese rato. El resto es historia.

Porque historia es lo que ha llevado haciendo Bill May en todos estos años hasta llegar al punto culminante de su carrera, que será el momento en que se convierta en olímpico en París, 35 años después de iniciarse en la sincro. Lo de May ha sido verdaderamente afición, ya que hasta 2015 no se le permitió competir a nivel internacional de forma oficial. Fue entonces cuando dio comienzo la modalidad de dúo mixto. Antes, y tras el varapalo de no poder ser olímpico en Atenas, Bill May decidió retirarse, para pasar a actuar en el Circo del Sol en Las Vegas. Al incluirse en el programa del Mundial de 2015 el dúo mixto Bill May regresó de su retiro de toda una década. Cuando ganó el oro en la rutina técnica hizo historia al convertirse en el primer hombre campeón en el deporte de la natación sincronizada. Desde entonces hasta ahora se ha hecho con hasta seis medallas mundiales. Pero los hombres seguían teniendo prohibida su participación en los Juegos Olímpicos, así que Bill volvió a retirarse, en esta segunda ocasión en 2019. En octubre de 2022 todo dio un vuelco al permitirse la participación de hombres -insistimos, dentro de la formación de un equipo- a partir de los Juegos de París. Bill fue llamado por el equipo técnico estadounidense y de nuevo regresó de su retiro. En la llamada de teléfono que le hicieron hubo una sola pregunta: “¿Estás preparado?” y una inmediata respuesta de su parte: “Nací preparado”. Así que por fin este pionero, considerado un “dios” en palabras de Giorgio Minisini, podrá cumplir su sueño de ser olímpico, algo que le debía el deporte.

Gorgio Minisini con el equipo italiano

Es precisamente el italiano el otro clasificado para los Juegos de París. Si podemos hablar de un seguidor de May en cuanto a resultados se refiere Minisini cumple todos los requisitos. Su palmarés no podría ser mejor, pues ha acumulado en lo que va de su carrera diez medallas en Mundiales (cuatro de ellas de oro), ocho en Europeos, etc. Giorgio se inició aún antes que May en este deporte, concretamente a los seis años de edad. Es verdad que es hijo de una exnadadora de sincro, posteriormente juez internacional, con lo cual su dedicación tenía una razón de ser, aunque confiesa que fue ver precisamente a Bill May cuando tomó la decisión de dedicarse a este deporte, “y decidir que sería mi mundo”. Minisini ha ido proclamándose en cada etapa de su carrera pionero de su deporte una y otra vez, pero por detrás de todos esos hitos ha llegado a sufrir bulimia y depresión, tal como describe en su libro autobiográfico “Il maschio”. Ese título viene a cuento porque tuvo que sufrir muchos insultos por dedicarse a esta especialidad deportiva, habitualmente considerada femenina en exclusiva. Ha sido “obligado” a justificar por qué eligió ese deporte, ha tenido que luchar contra estereotipos…y su salud mental ha pagado las consecuencias. Recogemos algunas de sus palabras al contestar cuando le decían “Ah, ¿pero entonces no eres marica?. Tuve que indicar varias veces que, aunque si hubiera sido gay, eso no tendría nada que ver con mi rendimiento deportivo”.

El libro de Giorgio Minisini

Primero vino la lucha contra la báscula, pues cuando pesaba 73 kilos quiso bajar hasta 60, algo que él mismo hoy en día considera hasta peligroso. Giorgio escogió el camino -equivocado- de la bulimia. Quería ser mejor en su deporte, pero lo hizo de una manera errónea. Después llegó la depresión, que confiesa empezó tras proclamarse campeón del mundo en Budapest en 2017. Algunos consideraron que no merecía ese honor y él llegó a no sentirse campeón del mundo. Durante años demasiada gente le estuvo diciendo que dedicarse a la natación artística era algo equivocado. En 2018 empezó a recibir terapia para superar esa angustia. Escribir el libro también ha sido un desahogo para él, le hace sentirse libre y también quiere ayudar a otros chicos para que no padezcan lo que ha sufrido él.

Con todos esos problemas superados Giorgio Minisini también cumplirá el sueño olímpico que comparte con Bill May. Ellos, sus carreras y sus logros, han sido los que han roto con una barrera que, aunque tardíamente, se ha derribado, pudiendo llegar a tiempo los iniciadores en este deporte a disfrutar de un logro no al alcance del cualquiera: ser olímpicos. Bien merecido lo tienen. 

Bill May con el equipo de Estados Unidos. Foto de Quinn Rooney/Getty Images



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