29 abril, 2024

Bench parecía inalcanzable pero Salvador va muy cerca


El valenciano Salvador Pérez, quien cumplirá sus 34 años de edad el 10 de mayo, ha sido el mejor receptor en la historia del beisbol de Venezuela. Brillante entre todos los brillantes de la posición.

Pero mi querido amigo, Humberto Acosta, escribió en 1989 un enorme reportaje, que ocupó una página entera de las grandes, el cual inició así:

“Cada vez que nos topamos con un Carlos Hernández o un Eduardo Pérez, hacemos la misma pregunta: ¿Cuándo tendremos nuestro Johnny Bench particular? Pero no es sencillo. Ni siquiera en sueños”.

¡Hey, Humberto!: Aquí está Salvador Pérez, quien parece preparado para jugar hasta sus 40.

Bueno, Bench se retiró a los 35, después de su temporada 17, en 1983. ¿Y sabes cuál promedio al bate dejó?, pues 267, exactamente igual al de Salvador en su carrera, cuando escribo estas letras. Y este año batea para 387.

Sacó Johnny Bench 389 jonrones, el valenciano ha disparado 248; Bench, mil 376 carreras impulsadas, el nuestro, 821 y ha aparecido en 13 campañas.

Salvador ya superó a Bench en importante número ofensivo. Es el receptor que ha sacado más jonrones en una temporada, 48 en 2021. Johnny, 45, en 1970.

O sea, Salvador Pérez está cerca de la mayoría de los números dejados por Johnny Bench y va cargado de gasolina a tanque lleno.

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Alcanzó lo máximo en el BB, ser MVP de Serie Mundial

En 2015, cuando los Royals les ganaron la Serie Mundial a los Mets, Salvador Pérez fue El Más Valioso, porque bateó para 364, y puso en home las dos carreras más importantes de los cinco juegos.

Ese año también había participado en El Juego de Estrellas, su tercera actuación en tales eventos.

El actúal mánager del equipo de Kansas City, Matt Quatraro, expresó recientemente, ante los reporteros de allá:

“Tener en el róster un cátcher como Salvy, es una delicia para cualquier mánager. Además de ser un receptor estelar en todo sentido, batea para contacto y con poder constantemente”.

Así, como es comparado constantemente con Bench, Salvador lo es con catchers como Bill Dickey, Mickey Cochrane, Roy Campanella y Yogi Berra.

Del pobre barrio Bocaína hasta la gloriasd de MLB

Mundo maravilloso este de Salvador, Salvy para sus compañeros de equipo. Maravilloso, especialmente cuando se recuerda cómo fue la infancia de este glorioso bigleaguer venezolano.

La señora Yilda Díaz, su madre, tenía que cocinar y salir ella misma por las calles del miserable barrio de La Bocaína, en Valencia, para vender su comida, a un real o un bolívar el plato, a fin de mantener a su hijito, abandonado por el padre cuando cumplió sus cuatro años.

Madre e hijo, no tenían dónde vivir, por lo que fueron recogidos por la abuela de Salvador, Carmen de Díaz.

Se hizo pelotero porque su mamá lo quería ocupado

Salvador ha cobrado por jugar al beisbol 117 millones 500 mil dólares, más 65 mil que los Royals le pagaron como bono por la firma de doña Yilda, autorizándole a jugar pelota profesionalmente. Ocurrió cuando el muchacho iba en sus 16 años. Ahora está contratado hasta 2026, por 58 millones más. Total, 110 millones 300 mil, más 32 millones por souvenirs y anuncios publicitarios.

Y todo porque a doña Yilda, a fin de tener tiempo para cocinar y salir a vender sus productos, se le ocurrió inscribir a Salvador en una escuela de beisbol, para que estuviera ocupado por las tardes, después de asistir a sus clases de primaria.

El muchachito demostró especiales habilidades, por lo que lo utilizaban como pitcher y short stop. En su adolescencia fue compañero de juego de José Altuve.

Salvador multimillonario por la vía de Grandes Ligas

Cuando le anunciaron a Salvador que le darían esos 65 mil dólares del bono, le dijo a su mamá…:

“Lo que deseo es que compres la mejor de las casas para mi abuela y para tí”.

Ahora la familia tiene más de una casa y pueden adquirir la comida, ya hecha, en los mejores restaurantes del mundo.

Lo que dice Salvador:

“El beisbol ha sido lo mejor de mi vida, después de mi familia. Solo he pasado una temporada en la cual me he sentido incómodo, la de 2019, cuando no pude jugar, porque estaba operado del codo.

“Disfruto cada lanzamiento que hacen nuestros pitchers, e igual disfruto los otros me hacen cuando bateo. Éste es el juego más divertido y a la vez, más inteligente del mundo”.

Feliz hogar con María Gabriela y sus tres hijos

Salvador está casado con María Gabriela y asegura ser muy feliz. Tienen tres hijos, Salvador hijo, Johán y Paulina.

El 24 de enero de 2020, durante el Festival anual de los Royals, se juramentó como estadounidense.

Ahora, igual que la mayoría de los peloteros, Salvador Pérez es supersticioso. Antes de salir al campo, en cada juego, suele rosearse en todo el cuerpo, “Victoria´s Secret”, que es un perfume para damas, porque está convencido de que eso le produce buena suerte.



Fuente: Meridiano