10 mayo, 2024

Fracaso entre esquiadores y turistas del nuevo teleférico Zermatt-Cervinia

El nuevo teleférico superlativo, llamado Matterhorn Glacier Ride II, fue inaugurado con gran pompa el pasado verano en Zermatt. Permite un paseo en cabina desde el Klein Matterhorn, en la cota 3.883 metros, hasta los 3.480 metros del Testa Grigia. Se creó así el último eslabón de una nueva y espectacular oferta turística, llamada Matterhorn Alpine Crossing, es decir, un viaje suspendido en cable desde la población suiza de Zermatt, atravesando las montañas hasta las calles de Breuil-Cervinia, ya en el valle italiano de Aosta.

La idea es que un turista alojado en Suiza, pueda facturar sus maletas en Zermatt (o París), y viajar hasta Italia (o Milán) a través de un sistema de remontes. Un viaje turístico entre dos países que se hace por primera vez montado en un remonte suspendido por cable mientras se observan montañas y glaciares. Una experiencia tan supuestamente romántica como realmente cara. Hacerse el recorrido entero cuesta la friolera de 240 CHF, que al cambio son 252 euros o 272 dólares. En invierno la tarifa baja algo más, hasta los 172 CHF, pero sigue al alcance muy pocos entusiastas.

Según el periódico Sonntags-Zeitung, el mercado ha tenido una tibia respuesta durante los primeros seis meses de este lujoso sistema de remontes.

Inaugurado el pasado mes de junio, el nuevo teleférico Matterhorn Glacier II entre Zermatt y Breuil-Cervinia, lleva cerrado desde el 8 de enero porque surgieron problemas en el cable. No volverá a ponerse en marcha hasta finales de marzo perdiéndose de esta manera la parte más importante de la temporada de esquí.

Pero los números de los primeros meses de actividad hasta que tuvo que cerrar, tampoco parecían ir muy boyantes. El diario suizo reconoce que todavía es demasiado pronto para hacer valoraciones definitivas y que la oferta, teniendo en cuenta unos precios al alcance de no muchos bolsillos, se dirige al pequeño círculo de turistas adinerados, especialmente procedentes de países lejanos en Asia y Norteamérica, lo que una vez más hace crear un producto excluyente para los turistas del propio pais.

El nuevo teleférico Matterhorn Glacier Ride 2 conecta el Piccolo Cervino a 3.883 metros sobre el nivel del mar, desde donde se llega desde Zermatt, con la Testa Grigia/Plateau Rosa (3.479 metros), en territorio italiano. Un recorrido transfronterizo de 1,6 km (363 metros de desnivel) sobre el glaciar del Teodulo y sin torres intermedias que se realiza cambiando de teleférico. Desde la estación invernal del Valle de Aosta se llega a Cervinia por el antiguo teleférico que la región pretende renovar por completo.

Pero la respuesta del mercado hasta el momento no parece muy entusiasta, según acaba de comprobar SontagsZeitung, que en su titular tilda de verdadero «fracaso». De hecho, el diario ha recogido testimonios de un importante operador turístico y de la empresa que gestiona los remontes que confirman el desinterés que suscita este viaje transfronterizo.

En particular, el operador turístico destaca las pocas reservas recibidas desde Asia este verano. Una opinión que no comparte Bergbahnen SA, la empresa que gestiona los remontes mecánicos de la estación de esquí de Zermatt, que asegura sentirse satisfecha con los usuarios que han recibido durante el primer periodo de funcionamiento.

La idea era insertar el teleférico sobre los Alpes en la ruta Milán-París, pasando por Ginebra, con un servicio de transporte de equipaje incorporado para permitir a los turistas disfrutar del panorama alpino, en cabinas de lujo diseñadas por Pininfarina (algunas, las más caras, equipadas con suelo transparente para admirar mejor el paisaje y asientos de cuero con calefacción), sin tener que preocuparse por las maletas.

El Matterhorn Glacier III significó el último eslabón para poder viajar de Italia a Suiza suspendido en un cable y sin tener que esquiar

 

Lo que desanima al público según el operador turístico, es probablemente el precio del billete. Y eso que se han aplicado algunas rebajas. Hasta su cierre el 8 de enero se cobraba 142 francos (149 euros) para cruzar los Alpes en teleférico desde Zermatt a Cervinia y 218 francos (229 euros) para adquirir también el billete de vuelta, imprescindible para excursiones de un día. Un descuento de 30 y 60 CHF respectivamente de su precio inicial que tampoco ha animado a los turistas.

Y luego vinieron los imprevistos: la mencionada intervención de mantenimiento, anunciada ya en diciembre, para la sustitución de un cable con tan solo unos meses de actividad, y los problemas administrativos que surgieron en la aduana para el transporte de equipaje en ausencia de los propietarios.

Por último, también ha quedado claro que no se puede controlar los imprevistos de la meteorología en altura, especialmente en los meses de invierno. La misma que en noviembre canceló las cuatro pruebas de la Copa del Mundo de esquí alpino durante dos semanas consecutivas, también dejó parado el Matterhorn Glacier II esos días con los consiguientes problemas o retrasos para los viajeros que hubieran reservado el Matterhorn Alpine Crossing.

Durante la temporada de invierno, hasta el día 8 de enero, unos 8.000 esquiadores del lado suizo llegaban cada día al Klein Matterhorn desde Zermatt, pero sólo 800 personas se dirigían a Italia con el nuevo teleférico alpino.

Ochocientas personas diarias no deberían estar nada mal, teniendo en cuenta el precio del billete, y que ya cuando se planteó este proyecto, no se buscaba un turismo de masas, sino cifras limitadas y bajo impacto sobre el medio ambiente.

Teleférico Matterhorn Glacier II
El Matterhorn Glacier II permite viajar etre dos paises atravesando  entre montañas

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