28 abril, 2024

EL SPIROS LOUIS DE ATENAS 2004 – Historias de los Juegos

El estadio olímpico que albergó los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 fue en realidad acabado décadas antes, en 1982. El primer gran evento internacional que se celebró en él fue el Mundial de atletismo de 1997. Grecia había perdido la votación para ser sede de los Juegos Olímpicos del centenario, esto es, de 1996, así que quiso demostrar que era capaz de celebrar grandes eventos deportivos. Una vez que fue elegida para ser sede de los Juegos Olímpicos de 2004 se decidió que había que remodelar ese estadio olímpico ya existente y contrataron al arquitecto español Santiago Calatrava. Dicha remodelación ya fue polémica desde un principio, debido principalmente a los grandes retrasos que sufrió y que estuvieron a punto de hacer perder a la capital helena el derecho a celebrar los Juegos. Calatrava quiso añadir una nueva techumbre con unos puentes característicos del estilo del arquitecto español. Se trataba de unos “peines” con arcos y tensores. La idea era reflejar la identidad e historia de los Juegos Olímpicos modernos. Calatrava también se ocupó de diseñar el pebetero y el “muro de las naciones”, con partes móviles para crear efecto de olas y sombras. En total, se creaba un complejo alrededor del estadio y de otras instalaciones olímpicas cruzadas por un eje compuesto por un gran bulevar.

Pero ese techo realizado por Santiago Calatrava es precisamente el que ha dado enormes problemas pasados los años. En octubre de 2023 el estadio tuvo que cerrarse por motivos de seguridad ante el peligro de derrumbe de la cubierta. Un estudio determinó que sus estructuras metálicas no cumplían los mínimos exigidos de adecuación estática. Existían deficiencias estructurales en la cubierta, algo que lamentablemente no haya pasado ya antes con construcciones diseñadas por Calatrava. El techo tiene dos arcos de metal que llegan a los 78 metros de altura y soportan 17.000 toneladas de peso de la cubierta. Se detectaron los fallos precisamente cuando se iba a acometer la primera gran renovación del estadio desde que en él se celebraran los Juegos Olímpicos de 2004, concretamente las ceremonias de apertura y clausura, así como las pruebas de atletismo y algunos partidos de fútbol. También hay que decir que, como le han ocurrido a otras instalaciones olímpicas de esos Juegos, ha sufrido cierto grado de abandono, en el caso del estadio debido al elevado coste del mantenimiento de esa “cúpula”, que suponían 9,5 millones de euros anuales.

El estadio, aún no lo hemos dicho, porta actualmente el nombre de Spiros Louis, el ganador de la prueba de maratón de los primeros Juegos Olímpicos de modernos de 1896 que además residía en la zona donde se ubica el estadio, llamada Marousi. En los Juegos su capacidad llegó a los 72.000 espectadores, mientras que en la actualidad puede alcanzar una máxima de 75.263.

Además del citado Mundial de atletismo y, por descontado, de los Juegos Olímpicos, ha sido sede de un Europeo de atletismo, unos Juegos del Mediterráneo, tres finales de la Champions League de fútbol, una final de la Recopa de Europa, ha acogido partidos de la selección nacional griega de fútbol, así como de los equipos locales Panathinaikós y AEK de Atenas. Gracias a la pista de atletismo que separa la grada del terreno de juego se han evitado mayores incidentes entre estas dos aficiones rivales. Como suele ocurrir con los grandes estadios, también se han celebrado en él numerosos conciertos de grandes figuras internacionales, como en el caso que nos ocupa conciertos de U2, Rolling Stones, Lady Gaga, Madonna, etc. Coldplay y Taylor Swift tienen previsto realizar conciertos en 2024, pero el cierre por motivos de seguridad lo ponen en duda.

Foto de Stamos Prousalis/Reuters



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