Vuelve la ‘epidemia’ de accidentes a la Copa del Mundo de esquí alpino
Mikaela Shiffrin, Marcel Hirscher, Manuel Feller, Sebastian Holzmann, Urs Kryenbühl, Arnaud Boisset, Adrien Fresquet, Gugliemo Bosca y desde este pasado fin de semana Clement Noel, son algunos de los corredores de Copa del Mundo que han tenido que bajarse del calendario por algún accidente. Todos ellos se suman además a los que todavía no se han podido reincorporar tras lesionarse gravemente el invierno pasado, como la eslovena Petra Vlhova, el austriaco Marco Schwarz o el noruego Aleksander Kilde Aamodt.
El año pasado se culpó a la FIS de ser demasiado exigente. Un inicio de Copa del Mundo algo atropellado por la cantidad de pruebas canceladas por el mal tiempo obligó a reprogramar carreras, algunas de ellas de velocidad en un mismo fin de semana como fue el caso de Wengen, donde se organizaron tres Descensos consecutivos, dos de ellos los entrenamientos cronometrados y luego el oficial. A esos tres dias les siguió otro Super-G otro nuevo Descenso y finalmente un Slalom.
Aleksander Kilde Aamodt sufrió un gravísimo accidente del que todavía no se ha recuperado, y se decidió que nunca más se programarían tantas carreras de velocidad consecutivas.
Pero los accidentes han continuado este año. La diferencia es que la epidemia de lesiones ya había comenzado en noviembre, antes de que la temporada de velocidad arrancara, por lo que no pueden achacarse a la fatiga a estas alturas de la temporada.
El último de ellos el del suizo Arnaud Boisset en el Descenso de Beaver Creek este pasado viernes 7 de diciembre. A más de 130 km/h bajaba con el dorsal 26 y cayó violentamente tras el cuarto y último tiempo intermedio, justo antes de la meta. Después de un salto, el especialista en velocidad no logra controlar adecuadamente sus esquís al aterrizar y cae golpeando con su cabeza violentamente la pista helada y se desliza sin frenar hacia las redes de seguridad.
Al día siguiente él mismo publicaba una imagen en redes sociales con la cara llena de arañazos, pero ya fuera de peligro y también de la Copa del Mundo por un tiempo.
Arnaud Boisset recepcionó mal un salto cuando iba a 131 km/h, cayendo violentamente contra la pista del estadio Birds of Prey de Beaver Creek
La carrera se tuvo que detener durante 20 minutos. No fue el único que cayó después de él. A punto de acabar la carrera el estadounidense Samuel Dupratt cayó también, lo que provocó un nuevo parón y que el Descenso acabase ya pasadas las 22h de la noche hora europea. En total cinco corredores acabaron arrastrados por el estadio de Beaver Creek.
Si el año pasado era la fatiga la causa de los accidentes, en esta ocasión la leyenda italiana del descenso Christof Innerhofer, aseguró en un mensaje en sus redes sociales que
“Birds of Prey no es el lugar apropiado para organizar el primer Descenso de la temporada. Este fin de semana, cinco corredores resultaron heridos de gravedad. Para mí, es una prueba de que este trazado es demasiado difícil para el primer descenso del invierno.»
El año pasado tampoco les parecía bien el estadio diseñado por Zermatt-Cervinia, porque aseguraban que era demasiado inseguro meteorológicamente para hacer un Descenso a principios de noviembre.
Otro que también se lesionó en Beaver Creek pero en un entrenamiento para el descenso, fue el francés Adrien Fresquet. Aprendió a esquiar en Peyragudes y se ha convertido en uno de los pocos corredores del Pirineo especialistas en Descenso de Copa del Mundo. Pero la suerte no le acompaña en las lesiones.
El pasado mes de marzo, tras una fuerte caída durante la final de la Copa de Europa en Kvitfjell sufrió una fractura en la tibia izquierda. En mayo tuvo que ser sometido a otra operación en la rodilla derecha . Luego, a finales de agosto tuvo que pasar nuevamente por el quirófano en Lyon para recuperar su tibia izquierda. Volvía en Beaver Creek, pero no pasó del segundo entrenamiento del Descenso.
Un punto en común de todos estos accidentes en Beaver Creek es que sucedieron prácticamente todos en un mismo tramo. Al parecer la visibilidad no era la adecuada y esto escapó a los técnicos de la FIS que homologaron la pista.
Finalmente, el último corredor que ha tenido que dejar de mirar el calendario de la Copa del Mundo de esquí alpino es el corredor francés Clement Noel. Ganador de dos Slaloms consecutivos esta temporada, llegaba a Val d’Isère dispuesto a consolidar su buen estado de forma, cuando una caida en el Gigante del día anterior le provocó un esguince en el tobillo. No parece que sea muy grave, pero prefiere no arriesgar y antes de volver se asegurará de estar 100% curado.
