Verónica Herrera pasó de no jugar más, a ser una referente
Un tumor benigno en su rodilla izquierda puso en peligro la carrera de la central
CARACAS.- La sonrisa de Verónica Herrera es uno de los sellos de está Vinotinto sub-17 que hace historia en el Mundial de Jordania. La alegría de la zaguera contrasta con la sobriedad de su juego, donde nunca se complica y siempre esta para cortar los ataques del rival.
Su labor en el centro de la defensa y haciendo las coberturas a las laterales ha sido determinante, en especial, ante México, un partido en el que pareció que se multiplicaba.
Pero para llegar a este Mundial y al Suramericano de Barquisimeto, primero corrieron muchas lagrimas por sus mejillas. Un osteocondroma (tumor benigno) en su rodilla izquierda, que implicaba una intervención quirúrgica, pudo ser el fin de su carrera, luego del Mundial de Costa Rica.
“El tumor estaba ubicado en el paso del nervio ciático, así que iba a quedar paralizado. Fue la época más dura. No llegaron a decir que capaz no pudiese caminar bien y se hablaba de dos años de recuperación”, explicó su madre, María del Carmen Souto.
Pero la “2” no se rindió secó su lagrimas, trabajó duro y en seis meses se recuperó, para revalidar el cetro Suramericano y e ir a su segundo Mundial.
una sola meta
“Desde el principio del torneo, siempre me ha dicho que la meta es llegar a la final e incluso traerse la copa”, explicó su mamá desde Jordania.
Para cumplir con esta promesa deberán doblegar a Corea del Norte, en semifinales, el lunes a las 9 de la mañana.
Fuente: Líder en Deportes