13 octubre, 2025

“Venezuela Vino Tinto Beisbol”.O la pelota criolla en las Mayores

“Venezuela Vino Tinto Beisbol”.O la pelota criolla en las Mayores


Es un libro impresionante, grande, 21 por 28 centímetros, con muchos colores en la portada y 320 páginas cargadas de la historia mejor relatada que pueda escribirse cerca de la pelota venezolana en Grandes Ligas.
La muy respetada, “Society For American Baseball Reserch”, SABR, es la única organización capaz de reunir a 37 autores, para que en tal espacio revelaran cuanto a ocurrido con los nuestros a tan notable altura.

Por qué en Venezuela, el béisbol es preferido
Invitado por Leonte Landino, me tocó uno de los temas más apasionantes del caso: responder a la pregunta, ¿Por qué Venezuela es el único país de Sur América donde el beisbol, y no el fútbol soccer, es el deporte número uno en todas sus manifestaciones.
Por supuesto, la respuesta relata varias historias que, por pura coincidencia, se compaginaron en el tiempo para convertirnos en amantes de la más maravillosa, inteligente y encantadora manifestación deportiva.

Estudiantes ricos lo jugaban en Nueva York
Todo comenzó a fines del siglo XIX en Caracas, porque las familias adineradas solían enviar a sus jóvenes a estudiar en París o en Nueva York.
Los que iban a Nueva York, regresaban bien graduados, pero también cargados de conocimientos acerca del juego de moda allá. En el este de Estados Unidos, se habían jugado docenas de deportes improvisados lanzando para home, bateando, corriendo, fildeando y tirando a las bases.

Primer juego con las Reglas de Cartwright
Pero fue en la tarde del 19 de junio de 1846, en el Elysian Field, de New Jersey, cuando por primera vez, se jugó beisbol bajo Reglas únicas, las escritas por Alexander Cartwright, del equipo los Knickerbockers, de Nueva York.
Eso popularizó mucho más el juego, especialmente a nivel de High Schools, Universidades y empleados de oficinas de Manhattan, quienes tras cumplir con sus obligaciones del día, se reunían en terrenos alrededor de la ciudad, armados con bates y pelotas.

¿Por qué no llevaban
guantes para fildear?
Los guantes no existían aún. Los inventó un cátcher universitario, llamado Charles C. White, en 1875. Y en Grandes Ligas, el primero que lo usó fue Albert Goodwill Spalding, en 1876, el año cuando se inauguró la Liga Nacional.

Todo comenzó a fines del siglo XIX en Caracas, porque las familias adineradas solían enviar
a sus jóvenes a estudiar en París o en Nueva York”

30 años del primer juego en Venezuela
Un grupo de esos estudiantes, de vacaciones, se reunieron para realizar el primer juego en Venezuela. Era enero de 1895 cuando fueron a una sabana de Santa Rosa, por el este, donde terminaba la Caracas de entonces. Hace 130 años.
Otro grupo de jóvenes, se preparaba muy cerca, para una batalla a pedradas, que era un peligroso entretenimiento de moda en el área. Entre éstos estaba Rómulo Gallegos, de 11 años, quien fuera notable escritor y Presidente democrático de Venezuela.
Los estudiantes los invitaron a soltar las piedras y a jugar beisbol con ellos. Así se jugó por primera vez en Venezuela.

Juan Vicente Gómez con su hijo Gonzalo
En Maracay y Valencia, fueron unos de los hijos del Presidente, Juan Vicente Gómez, especialmente, Gonzalo, quien estudiaba en Nueva York, los que popularizaron el juego, pero ya comenzado el Siglo XX.
Buen apoyo de las petroleras
La llegada de las empresas petroleras a Venezuela fue también factor importante. En todo el Zulia y en Oriente, donde hubo explotación del mineral, construyeron caseríos muy modernos, y en todos había una casa club social y un buen terreno acondicionado para jugar pelota.

La hazaña del Patón y los héroes del 41
La llegada de Alejandro (El Patón) Carrasquel a Grandes Ligas, en 1939, y dos años después, el triunfo de Venezuela en la Serie Mundial de Beisbol Aficionado, en La Habana, ¡Los Héroes del 41!, terminaron por elevar el beisbol al máximo nivel de preferencia.
Lo que refrendó la elevación de Luis Aparicio al Hall de la Fama de Cooperstown, en 1984.
El libro, ha sido publicado en castellano y en inglés. Está la venta en “Ámazon” y el precio es 29.95 dólares.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.



Fuente: Meridiano