trucos caseros, productos milagro y lo que nunca debes usar

Las pegatinas llevan personalizando los coches décadas. Se popularizaron en los años 40, cuando un impresor de Kansas City, Forrest P. Gill, aprovechó restos de pintura fluorescente y papel autoadhesivo para inventarlas. Desde entonces, se han convertido en declaraciones de intenciones sobre ruedas.
Desde equipos de fútbol a mensajes contra Elon Musk en los Tesla, pasando por la famosa mujer con sombrero en España (que en realidad era propaganda de la discoteca ‘Penélope’) o la más vendida de todos los tiempos en nuestro país: el toro de Osborne. El problema llega cuando dejan de tener sentido.
Quitar una pegatina de la carrocería puede ser mucho más complicado de lo que parece, sobre todo porque el adhesivo se endurece con el tiempo y se fusiona con la pintura. Aquí es donde entran en juego la paciencia, los trucos caseros y algunos productos estrella, si no quieres o no puedes tener que repintar.
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El método infalible: calor, vinagre y algo de maña
El primer paso para poder quitar bien una pegatina de la carrocería es ablandar el pegamento. Lo más seguro es aplicar calor con un secador de pelo a potencia baja, moviéndolo sin parar para no recalentar la zona. También se puede recurrir al agua muy caliente o, en el extremo contrario, a una bolsa de hielo, aunque este método es menos eficaz según los expertos en detailing.
Después toca levantar una esquina de la pegatina con algo romo: una tarjeta vieja o una espátula de plástico irán perfectamente. Jamás uses cuchillas ni papel de lija, porque rasparás la laca y dañarás la carrocería. Cuando la pegatina cede, suele quedar el rastro más feo: el pegamento.
Aquí funcionan bien opciones como el alcohol isopropílico, el vinagre blanco o un spray multiusos como WD-40 o 3 en uno (sí, el mismo que se usa para las bisagras de las puertas de casa). Según la propia marca WD-40, su fórmula (nacida en los años 50 para proteger misiles de la corrosión) tiene más de 2.000 usos, y entre ellos está disolver restos de pegamento en la carrocería. Eso sí: nunca dejes estos productos demasiado tiempo sobre la pintura.


Herramientas que deberías tener a mano (y las que jamás usar)
Para retirar pegatinas de la carrocería de tu coche con garantías necesitarás:
- Agua templada con jabón.
- Vinagre blanco destilado.
- Paños de microfibra.
- Alcohol isopropílico o eliminador de adhesivos.
- Secador de pelo.
- Una tarjeta vieja o espátula de plástico.
- Cera para coches, lubricante WD-40 o spray de detallado para proteger después la zona.
Y lo que nunca deberías usar: cuchillas, rascadores metálicos, estropajos de lana de acero o papel de lija. Pueden parecer la solución más rápida, pero es la receta perfecta para rayar cristales o cargarte la pintura.
Cómo evitar problemas en el futuro


La manera más fácil de evitar disgustos es simple: no pegues nada en la chapa. Si quieres adornar tu coche, mejor en los cristales: el vidrio es más resistente y mucho más fácil de limpiar. Otra opción son las pegatinas magnéticas o de “baja adherencia”, pensadas para poder retirarse sin dramas.
Cambiar las pegatinas con frecuencia también ayuda: así evitas que el adhesivo se endurezca con los años y se convierta en una pesadilla. Y no olvides que, incluso si todo va bien, es probable que quede una sombra en la pintura. Esa zona ha estado protegida del sol y la intemperie, mientras que el resto de la carrocería ha ido perdiendo brillo… aquí lo único que queda para igualar el color es repintando.
Las pegatinas cuentan historias, pero quitarlas exige paciencia y los productos adecuados. Si se hace bien, no tendrás que elegir entre tu coche limpio de adhesivos o su pintura intacta: podrás tener ambas cosas.
Imágenes | Motorpasión, WD-40, Unsplash
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