Talento y juego limpio, cara a cara
AP | ATLANTA.- Ronald Acuña Jr. no tuvo siquiera la oportunidad de conectar su cuarto jonrón consecutivo en el primer turno de un juego. José Ureña se encargó de propinarle un pelotazo en el primer lanzamiento del encuentro del miércoles, y casi generó una gresca.
El pitcheo del dominicano Ureña golpeó a Acuña en el codo izquierdo y desató un altercado en que las bancas y bullpens de ambos equipos se vaciaron par de veces.
Acuña había bateado cuadrangular en el primer turno de una doble cartelera ante los Marlins el lunes. Les repitió la dosis en el juego del martes, y Atlanta volvió a imponerse. Así que difícilmente los Bravos iban a considerar que el pelotazo al venezolano era un accidente, pese a que el descontrolado Ureña ha golpeado a 11 rivales en esta temporada, colíder en el renglón de la Nacional.
Las radiografías demostraron que no había fractura alguna en la zona, pese al impacto de una recta de 97.5 millas por hora de parte de Ureña -la mayor velocidad del dominicano con un primer pitcheo de todas las salidas de su carrera-. Pero el incidente abrió la polémica entre aficionados, periodistas, y demás jugadores, unos a favor de la acción y otros en desacuerdo con estas reglas “no escritas del beisbol”.
Los médicos de Atlanta indicaron que la condición del venezolano era día a día; y ayer mismo volvió a la acción como primero en el orden de los hacheros y con su racha intacta, puesto que el pelotazo no permitió avalar el turno del miércoles ante los Marlins, de acuerdo a lo dispuesto en el estatuto 9.23 de MLB.
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