su media de retraso es de menos de 2 minutos

El pasado mes de agosto, el retraso medio a la llegada a destino de los trenes AVE y Larga Distancia de Renfe fue de 18,6 minutos. Fue un mes con demasiados condicionantes, como los incendios que obligaron a suspender el tráfico de trenes en ciertos recorridos o la alta afluencia de viajeros por ser pleno verano (circularon 8.365 trenes a lo largo del mes), pero los números no son mucho mejores si echamos la vista más atrás: en julio, el retraso medio a la llegada a destino fue de 18,8 minutos, en junio de 16,9 minutos, en mayo de 16,9 minutos… y el mejor mes de lo que llevamos de año fue febrero, con un retraso medio de 11,9 minutos.
Mientras tanto, las estadísticas que publica la compañía JR Central, la principal operadora de tren de alta velocidad en Japón porque se encarga de la línea de Tokaido (la que más viajeros tiene), señala que el tiempo medio de retraso de sus trenes bala es de 1,6 minutos, con datos de 2023.
«Una salida se considera puntual si se produce dentro de los 15 segundos de la hora prevista»
Gracias a esos datos, el tren de alta velocidad japonés (Shinkansen) está reconocido como uno de los más puntuales del mundo y, por lo tanto, como uno de los más eficaces. Tradicionalmente, el tren de alta velocidad español siempre ha tenido muy buena fama, pero las cosas no están funcionando igual a lo largo de los últimos trenes, ya sea por causas mayores, como los citados incendios, o incluso por el robo de cobre en las vías.
También hay que tener en cuenta que el uso de este medio de transporte se ha disparado: en 2022 hubo 23,7 millones de viajeros, en 2023 se llegó a los 32,4 millones y en 2024 se alcanzó un récord al superar los 40 millones de viajeros. En parte, es consecuencia de la liberalización del mercado que dejó entrar a nuevos operadores a partir de 2021, como Ouigo e Iryo, mientras que antes, la alta velocidad en España era únicamente cosa de Renfe y el AVE. También ha crecido la infraestructura de alta velocidad, llegando a unos 4.000 km en estos momentos, aunque esa cifra está en constante crecimiento.


Sea como sea y, sin entrar en el reparto de responsabilidades, la realidad es que el tren de alta velocidad en España no está en su mejor momento, al menos, desde el punto de vista de la puntualidad y de la eficiencia del servicio. Es algo que empaña la experiencia de usuario y que no ocurre en Japón, donde la cultura nacional valora mucho la puntualidad, puesto que se entiende como una muestra de respeto hacia los pasajeros.
Tanto es así, que las compañías de alta velocidad japonesas proporcionan un certificado oficial de demora a los viajeros cuando el tren de alta velocidad llega con más de cinco minutos de retraso; además de pedirles perdón, es una forma de que justifiquen la falta de puntualidad en su centro de trabajo o de estudios. “La puntualidad es una piedra angular de la cultura japonesa y es una característica prominente que se extiende a todas las facetas de la vida, incluyendo el transporte público”, explica Japan Rail Pass.
Pero, ¿por qué hay tanta diferencia en la puntualidad entre el tren de alta velocidad japonés y el español? Sin entrar en todas las circunstancias mencionadas que lastran al tren de alta velocidad español, hay que valorar cuestiones como la citada cultura japonesa: allí, la falta de puntualidad es una falta de respeto y la presión social provoca que las empresas se esfuercen todo lo posible en evitar retrasos, puesto que afectarían de manera negativa a su reputación.


Hacer bien su trabajo y cumplir con los tiempos es sinónimo de éxito corporativo. Y eso es todavía más importante tratándose del medio de transporte de pasajeros más popular de Japón, para las seis compañías ferroviarias japonesas que operan en ese país.
También es clave la organización de la infraestructura. El Shinkansen circula por vías dedicadas exclusivamente a este servicio y eso elimina las posibilidades de que se produzcan retrasos en la alta velocidad porque un tren de media velocidad se averíe en la misma vía. “Japón distingue entre líneas de carga y ferrocarril de pasajeros, lo que ayuda a evitar retrasos causados por trenes de carga de movimiento más lento en las vías de los pasajeros”, señala Japan Rail Pass.
Por otro lado, la posibilidad de que se produzcan retrasos por averías en la infraestructura es mínima. El servicio de alta velocidad no funciona en horario nocturno y cada noche se aprovecha ese lapso de tiempo para llevar a cabo un mantenimiento riguroso en la red.


Tren de alta velocidad Doctor Yellow.
La inversión en este sentido es muy grande y se nota. Incluso existe un tren de prueba Shinkansen que se utiliza cada pocos días (la frecuencia depende de cada línea) para diagnosticar cualquier problema con la vía y los cables aéreos.
Es un tren de diagnóstico y se conoce como ‘Doctor Yellow’ porque está pintado de amarillo para ser más visible por la noche, en lugar del blanco que utilizan los Shinkansen convencionales. Una curiosidad de este tren es que también es el Shinkansen más rápido: puede alcanzar los 443 km/h para probar en condiciones las vías, mientras que el Shinkansen convencional más rápido solo llega hasta los 320 km/h. Ver un Doctor Yellow no es fácil porque nadie sabe a qué hora opera ni por dónde va a pasar.
Además de revisar a conciencia las líneas y los trenes para que el mantenimiento sea riguroso, el Shinkansen tiene tecnología avanzada, como el Control Automático de Trenes (ATC) y el Sisema de Control de Operaciones de Transporce Descentralizado Autónomo (ATOS), que permiten ajustar velocidades al segundo, de manera que los centros de control monitorizan todo en tiempo real y ajustan operaciones de forma inmediata en caso de incidencia.


También hay protocolos muy claros y efectivos ante imprevistos, como terremotos, tifones o nevadas, para minimizar los retrasos. Con este sistema de monitorización y los protocolos, los errores se reducen al mínimo y no se deja espacio a la improvisación.
Ese protocolo meticuloso también se aplica a los horarios. “Los horarios del tren en Japón son previsto hasta el segundo. Este meticuloso diseño garantiza que cada tren no sólo llegue y salga a tiempo, sino que también mantenga una frecuencia óptima, incluso en zonas urbanas densamente pobladas. Una salida se considera puntual si se produce dentro de los 15 segundos de la hora prevista, ni antes ni a más tardar en 15 segundos. Además, la mayoría de los trenes llegan a los 6 segundos de su tiempo designado”, cuenta Japan Rail Pass.
Y es que no se deja ningún detalle al azar: hasta los andenes tienen marcas claras que indican el punto exacto en el que se abrirán las puertas, complementadas con una sencilla distinción entre las clases de cada coche. El objetivo es que los embarques y desembarques sean rápidos para que los trenes pasen el tiempo mínimo en las estaciones.


Por si eso no fuera suficiente, el sistema ferroviario japonés tiene el denominado “milagro de los siete minutos”. Se trata de un proceso de limpieza rápida que se realiza en los Shinkansen: los equipos de limpieza limpian y preparan cada tren para su próximo viaje en siete minutos. Sin este proceso no se podrían cumplir los horarios, es pura eficiencia operativa.
El nivel de puntualidad de los trenes bala japoneses llega a tal extremo que en una ocasión un tren salió con 20 segundos de adelanto y la compañía tuvo que salir a pedir disculpas, como cuenta Xataka.
Imágenes | Japan Rail Pass y Unsplash