15 octubre, 2025

Sendero Fuenteheridos a Alájar, en la Sierra de Aracena

Alájar

En el corazón del Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, un sendero de apenas seis kilómetros une dos pueblos cargados de historia: Fuenteheridos y Alájar. Su distancia es modesta, pero cada paso esconde una lección: la fuerza del agua, la resiliencia de los bosques, el valor del patrimonio y, sobre todo, la necesidad de caminar con respeto por un entorno frágil y vivo.

Contenido

Fuenteheridos: el rumor incesante del agua

La ruta se inicia en la Plaza El Coso, donde brota la Fuente de los Doce Caños, manantial que da origen al río Múrtigas. Este caudal constante no solo marca el paisaje: ha modelado durante siglos la vida de la comarca. Los huertos, los molinos y las tradiciones de Fuenteheridos existen gracias a este flujo inagotable.
El sendero arranca entre calles empedradas y muros de piedra. En pocos minutos, el caminante abandona el pueblo para sumergirse en un mundo de bosques caducifolios y mediterráneos, un mosaico vegetal que cambia de rostro en cada estación.

En primavera, los prados se tiñen de flores y los aromas del matorral mediterráneo —jara, retama, cantueso— impregnan el aire.
En verano, los alcornoques y encinas ofrecen sombra y frescor, recordando que estos árboles son pilares de la dehesa, un ecosistema creado por el ser humano, pero vital para la biodiversidad.
El otoño trae la gran fiesta del castañar de La Urraleda, que se transforma en un lienzo de tonos dorados y rojizos. El suelo se cubre de hojas y setas, con especies tan apreciadas como los níscalos, tanas y chantarelas.
En invierno, la sierra se recoge en silencio. La humedad y las nieblas envuelven al caminante en una atmósfera íntima, donde el bosque parece respirar lentamente.

Cada estación revela un rostro distinto de la ruta, pero también una llamada: cuidar lo que tenemos. Tomar setas sin destrozar el micelio, evitar hacer hogueras, no arrancar flores, respetar la regeneración natural del bosque. Pequeños gestos que garantizan que esta riqueza siga viva para quienes vengan después.

Un sendero de subidas y descensos

Desde Fuenteheridos (730 m), el camino asciende suavemente hacia las laderas del Monte del Castaño, que con sus 963 metros se alza como el techo del entorno. La ruta no alcanza la cima, pero bordear sus faldas permite sentir la magnitud de este gigante.
El sendero se estrecha en ocasiones, cruza pequeños barrancos y se abre en claros que invitan a detenerse. Es un sube y baja constante, nunca técnico, pero suficiente para sentir que se avanza de verdad.

En esta parte, conviene recordar una norma básica: caminar siempre por el sendero marcado. Abrirse paso por veredas improvisadas provoca erosión, destruye el sotobosque y abre cicatrices que tardan años en cerrarse.

El punto culminante es la Peña de Arias Montano, situada entre 650 y 700 m de altitud. Este balcón natural ofrece una de las panorámicas más espectaculares de la Sierra de Aracena. Bajo la peña se extiende el pueblo de Alájar, con sus casas blancas y tejados rojizos, y alrededor, un mar de montañas cubiertas de bosques.
En la cima se encuentra el Santuario de la Reina de los Ángeles, lugar de culto desde el siglo XVII, rodeado de fuentes y jardines. Aquí la naturaleza y la espiritualidad se encuentran, recordando que este espacio es patrimonio no solo ecológico, sino también cultural.

El descenso hacia Alájar

Desde la Peña parte un camino empedrado que serpentea hacia el valle. Cruzarás la carretera en varias ocasiones para retomar la vereda al otro lado. Finalmente, el sendero se adentra en Alájar (600 m), donde el viajero encuentra la calma de un pueblo serrano intacto, con calles estrechas, plazas recoletas y la hospitalidad de sus gentes.

El sendero es también un aula al aire libre de biodiversidad.

  • En el suelo, los jabalíes dejan huellas al hozar en busca de bellotas.
  • En los claros, los ciervos se dejan ver en la berrea otoñal.
  • Entre la maleza, zorros y ginetas vigilan discretamente.
  • En el cielo, buitres leonados planean sobre las corrientes térmicas, acompañados por águilas calzadas y ratoneros comunes.

Cada paso es una oportunidad de encuentro, pero también de respeto. No se trata de invadir, sino de observar. De escuchar más que de hablar. La fauna no necesita nuestra presencia, pero sí nuestro silencio.

Ficha técnica del recorrido

Dato Detalle
Tipo de ruta Lineal
Distancia 5,9 km (solo ida)
Duración 1 h 30 min aprox.
Dificultad Media
Desnivel +200 m / -300 m
Altitud inicial 730 m (Fuenteheridos)
Altitud máxima ~750 m (laderas del Monte del Castaño, sin alcanzar la cima)
Altitud Peña de Arias Montano 650–700 m
Altitud final 600 m (Alájar)
Inicio Plaza El Coso, Fuenteheridos
Final Alájar
Puntos de interés Fuente de los Doce Caños, castañar de La Urraleda, Peña de Arias Montano
Época recomendada Otoño (setas y color del castañar), primavera (floración)
Track GPS Disponible bajo demanda

Senderismo con conciencia

La ruta Fuenteheridos – Alájar no es solo un camino: es un laboratorio vivo donde la naturaleza enseña a cada paso. Pero su belleza depende de nuestra actitud.

Algunas recomendaciones básicas:

  • No dejar rastro. La basura que generamos debe volver con nosotros.
  • Cuidar el agua. Las fuentes son patrimonio común, no un lugar para detergentes o plásticos.
  • Respetar la flora y la fauna. Nada de arrancar plantas ni molestar a los animales.
  • Setas sí, pero con respeto. Tomar solo las que se conozcan y dejar el monte intacto.
  • Silencio y calma. El mayor regalo de este camino es escucharlo.

Un resumen de la Sierra en seis kilómetros

El sendero que une Fuenteheridos y Alájar es un compendio de lo que define a la Sierra de Aracena: agua abundante, bosques cambiantes, horizontes abiertos y pueblos que han sabido convivir con su entorno.
Un recorrido breve en distancia, pero inmenso en significados. Caminarlo es comprender que la verdadera riqueza de la sierra no está solo en sus paisajes, sino en el compromiso de quienes los recorren con respeto y responsabilidad.



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