QUÉ OBJETIVO TE PONES» – Historias de los Juegos

El atleta Jordan Díaz fue uno de los -por desgracia escasos- oros que la delegación española logró en los Juegos Olímpicos de París 2024. Eso después de haber tenido prohibido competir cuatro durante años por el cambio de nacionalidad: de cubano a español. Díaz nos cuenta el proceso del cambio: “Decidí irme de Cuba porque había perdido la ilusión de entrenar y competir. Pensé en dejar el deporte e irme a un lugar donde se me valorara. Si los planes no salían, iba a salir del deporte 100%. Se me hizo un poco más fácil porque nunca estuve apegado a mi familia. Mis padres siempre me apoyaron, estuvieron de acuerdo con que me quedara en España. Mi éxito es porque me han apoyado ellos”. Y llegó a España con un objetivo claro: “Aportar todas las medallas posibles”.
Sus comienzos en España no fueron fáciles. Se instaló en Guadalajara para formar parte del grupo que entrena el prestigioso Iván Pedroso: “Cuando llegué a Guadalajara tenía dudas. Fui con vergüenza a hablar con Pedroso, pero él te da la seguridad para que puedas confiar en él para todo”. Con el tiempo estar en ese selecto grupo supuso un antes y un después para el saltador: “Estar en un equipo de mucho nivel y con Iván Pedroso como entrenador nos ayuda muchísimo ya que mi entrenador tiene muchísima experiencia como atleta y tengo a un equipo increíble: tengo a Yulimar [Rojas], a Fátima [Diame], otros atletas que también tienen muchos resultados a nivel internacional. Entre todos nos ayudamos. Tenemos mucha conexión entre todos y eso es muy potente en el equipo”.
El habanero confiesa que empezó en el atletismo de casualidad, más que eso: “de broma, con amigos y le cogí el gusto” pero con el tiempo se ha convertido en parte fundamental de su día a día: “El deporte ha sido mi vida desde pequeño, no sé hacer otra cosa”.
Lleguemos a esos meses centrales de 2024 en los que por fin Jordan tuvo la oportunidad de mostrarle al mundo que su elección no había sido un error. En su primera competición como español a nivel internacional, en el Europeo celebrado en Roma, ya logró el oro. Fue un punto de inflexión: “Los Juegos Olímpicos eran una competición súper especial para mí pero la competición a la que más valor le pongo es el campeonato de Europa ya que fue mi primera competición como español y tenía mucha presión por querer demostrar todo el trabajo que había hecho. Al final todo salió bien y el resultado fue increíble y salté por encima de los 18 metros, que no lo pensé saltar en mi vida”.

Y ese debut que en realidad no era un debut en su carrera tuvo el mejor colofón posible a pocas semanas: el oro olímpico en París, pese a estar tocado -que no lesionado-: “Es cierto que a los Juegos Olímpicos de París llegué tocado. Para poder realizar el resultado que finalmente hice dejé de hacer lo que siempre hago en el plano deportivo en cuanto a la técnica porque ya era mucho el impacto que tenía que hacer, así que dejé los saltos para el momento decisivo, que era el día de la competición. Hacía pesas y carreras, pero lo que es parte técnica no podía hacerla. Llevo muchos años haciendo el entrenamiento de la técnica, así que no se me va a ir por más que deje de entrenarla, así que eso me ha ayudado bastante. Entrené bastante bien para que saliesen los resultados sin necesidad de poder hacer la parte técnica. La técnica la tengo en la cabeza de tal manera que daba igual si me pasaba un año sin saltar. Sabía que todo iba a salir bien mientras tuviera la velocidad y la fuerza”.
De pronto, Jordan se convirtió en la estrella de la delegación olímpica española. Cumplió con los sueños y expectativas de todos, aunque no pudiera disfrutar sus Juegos de la mejor de las maneras: “Los Juegos de París los viví de forma complicada. Al final no terminas de disfrutarlos del todo, ya que cuando tienes un objetivo y tienes a muchas personas involucradas en ti se te complica un poco disfrutar de dicha competición, pero ya cuando terminas y todo sale bien ahí ya sí se disfruta al máximo. Los primeros días fueron bastante tediosos y muy complicados”.
Aunque reconoce que da “a todas las competiciones el mismo valor que a los Juegos Olímpicos. Es mi competitividad, con una mentalidad de querer hacerlo lo mejor posible” también afirma que “ser campeón olímpico es a lo más que puedes aspirar. Después, a la larga, sientes un vacío: qué objetivo te pones”. De hecho, su próximo mayor objetivo es “ganar otro oro olímpico, optar mínimamente a estar en el podio. Si ya llegan los récords del mundo, bien venga, pero el récord del mundo no es un objetivo que trace”.
Si antes Jordan Díaz nos contó que el gran nivel existente en el grupo de atletas con los que entrena les ha ayudado a mejorar mutuamente lo mismo piensa de sus rivales, pues de todos es de sobra conocido que en su generación Jordan ha ido a “toparse” con otros excelentes triplistas, salidos como él de la isla de Cuba -léase Pedro Pichardo o Andy Díaz-: “El triple siempre ha tenido un nivel súper grande y eso es bueno para todos, nos ayuda a superarnos en cada competición. Que todo siga así, que siga habiendo un nivel súper increíble; eso nos obliga a no bajar el nivel nunca”.
Nacido en 2001 a Jordan Díaz le quedan, si todo marcha siguiendo una lógica, muchas más medallas que ofrecer a España, cumpliendo así uno de sus objetivos.
