Por esto el dobles está en peligro de extinción en el tenis


🎾 Martinez/Munar vs Matos/Melo
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Existe una tendencia creciente, propulsada por varios jugadores del circuito ATP, de demeritar y hacer de menos a los tenistas que se centran exclusivamente en la modalidad de dobles. Sí, una de las tres ramas troncales de este deporte, una forma de jugar que ha impulsado a la gloria a leyendas como John McEnroe y a otras, por si alguno si ha olvidado, de manera más reciente, llamadas Rafael Nadal y Roger Federer.
Es posible que jamás el dobles haya estado tan minusvalorado como en la actualidad. Vive una época de entreguerras en un circuito dominado con el puño de hierro de los hermanos Bryan, con incursiones habituales de miembros del Big Three, con un papel estelar en competiciones como Copa Davis o Juegos Olímpicos, pero que ve cómo ATP y Grand Slams, en un deshonroso intento de recortar gastos y fiarlo todo a sus mayores estrellas, experimenta con él a su antojo. Entre medias, los cambios se llevan por delante oportunidades de trabajo para muchos grandes jugadores.
Existen múltiples argumentos para apostar más por esta modalidad, aunque quizás nadie mejor para reflejarlos que Andrea Vavassori, realmente exitoso en la misma en las últimas temporadas. El argumento histórico, puesto que no hace tantas décadas, muchos de los mejores del mundo en individuales también hacían parejas para alcanzar la gloria por partida doble en los mejores torneos del mundo. Además, el argumento estilístico y de juego, reincorporando elementos que parecen perdidos en el tenis individual del Siglo XXI: ángulos, bote prontos, juego en la red, finura, aprovechar la amplitud de la pista. ¿Están casados de abrumadores intercambios de pura potencia con poquísima variedad? Una pequeña ración de dobles curará su sed en muy poco tiempo.
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— Mario Boccardi (@marioboc17) February 21, 2025
UN PRODUCTO CADA VEZ MÁS MARGINADO
Sin embargo, la ATP ha enfocado su estrategia comercial en los últimos años hacia la visibilización absoluta (y casi única) de los mejores jugadores del mundo. Son ellos los que toman un rol central, negando a secundarios de lujo contar sus historias al público. Son sus ganancias las que impactan sobre el resto de jugadores, que casi deben arrodillarse y agradecer a que los Sinner o Alcaraz de turno existan, como si el tenis no hubiese subsistido con un amplio casting durante siglos.
Y el dobles, que rara vez incluye a las estrellas de individuales en liza, es dejado de lado hasta tener un papel casi residual. No importa que existan hazañas como las de Mate Pavic o Sara Errani, que lograron el Career Grand Slam el año pasado: apenas leerás noticias o reportajes en ATP sobre ellos. Apenas verás a jugadores y periodistas reivindicar historias que llegan al corazón, como si no hace tanto tiempo fuese el dobles, por ejemplo, el que unió con un elemento en común a dos naciones en perpetuo conflicto (India y Pakistán), con el ‘PaqIndo Express’ de Bopanna y Qureshi. Es solo un ejemplo, como hay muchos otros, del posible rol de conciliación y trabajo en equipo que esta modalidad puede tener dentro del mundo del deporte.
Por el contrario, la ATP experimenta y ofrece cada vez menos oportunidades a los doblistas, reduciendo su importancia en las listas para los torneos, generando un apagón televisivo en ocasiones en torneos 250 (no se pueden ver las finales de dobles en la plataforma de streaming oficial, algo que resulta difícil de creer), validando opiniones como las de Reilly Opelka, que a viva voz proclama que el tenis debería «cargarse» una disciplina con más años de historia de los que él podrá tener nunca. Tras haber crecido viendo eliminatorias de Copa Davis en las que el dobles levantaba al público de sus asientos y tomaba el rol central en sábado, viendo la excelencia continuada de dos monstruos cuyo mérito, Bob y Mike, jamás nadie podrá negar, viendo cómo un dobles formado por cierto suizo y cierto español paralizó al mundo, cómo Verdasco y Marrero ponían patas arriba un país en las ATP Finals de Londres…
Solo puedo decir que no dejen morir al dobles. Existen grandes nombres ahí afuera que reivindican esta modalidad como nadie. Existen historias increíbles, que ponen los pelos de punta, igual o más que las de muchos jugadores individuales. El dobles es tenis, por mucho que alguno se empeñe en negarlo, y quizás solo un poquito más de foco, promoción y cariño podría ser suficiente para que empiece a ser valorado como tal. Porque no han sido pocos los aficionados que he conocido que se han quedado anonadados viendo por vez primera un partido de dobles en pista… y negarles ese privilegio a los más jóvenes sería pegarnos un tiro en nuestro propio pie. Watch more doubles, folks!