Pidieron a un anticuario que evaluara un antiguo restaurante. Encontró escondido bajo el suelo un viejo Jaguar que llevaba 50 años esperando a que lo rescataran

Aunque acostumbrado a los descubrimientos inesperados, Jens Rentneesters, anticuario de profesión, no daba crédito a sus ojos. Le pidieron que evaluara los muebles y todo lo que había en una antigua freiduría belga.
Hasta aquí nada fuera de lo común, las patatas fritas y las fricandelas son una institución allí, pero no esperaba encontrarse un viejo Jaguar Type S misteriosamente escondido bajo sus pies. No estaba enterrado en el sentido literal, pero sí en un foso, cual faraón en su tumba.
Bajo sus pies, un tesoro
Jens Rentmeesters, anticuario de Lovaina, ha hecho muchos hallazgos especiales al vaciar propiedades antiguas en venta, pero encontrar un viejo Jaguar es algo muy especial para él. “Esto es lo mejor”, afirma a la VRT. “Sobre todo porque no me lo esperaba. También he encontrado alguna vez un collar de oro o viejas cartas de amor. No siempre se trata del valor económico, también cuenta el valor emocional”.
Además de la casa, sus muebles y lo que podía quedar de la actividad comercial de esa freiduría, también había un garaje. En él, Jens vio que estaba lleno de minimotos y otras piezas de barco, pero pensó que eso era todo. “Al vaciar el garaje abarrotado, nos dimos cuenta de que había un espacio oculto bajo el suelo del garaje. Lo que encontramos allí superó nuestras expectativas más descabelladas”, cuenta.


Encerrado en un foso rectangular que parecía haber sido construido expresamente para él, un Jaguar Type S 3.8 de 1964. El lujoso coche británico parecía esperar a que lo liberaran de su tumba. Cómo llegó hasta allí es un misterio. Eldueño lo quiso esconder de la Hacienda belga, de su esposa o simplemente lo dejó ahí para algún seguir reparándolo, nadie lo sabe. Es más, ni siquiera los vecinos, recuerdan haber visto antes ese coche.
Pero antes de indagar en su pasado, el anticuario tenía otro reto más urgente entre manos: sacar el coche de su fosa sin dañarlo. Después de imaginar todos los escenarios posibles, incluido el de quitar el techo del garaje y utilizar una grúa para levantarlo, el hombre decidió usar el método más antiguo: unos tablones de madera.
Hizo remolcar el viejo Jaguar con una furgoneta para que pudiera subir los tablones inclinados a unos 40 grados. Por muy delicado que fuera, la madera aguantó y el coche salió intacto. Bueno, todo lo intacto que pueda estar un coche que pasó los últimos 50 años, o más, encerrado en un mausoleo.


Jaguar Type S (1963-1968).
El Jaguar Type S recuperado se encuentra en un estado de conservación digno de los ejemplares guardados en un rincón de un granero durante décadas. Es decir, queda poca cosa. Sin capó, el coche también carece de su motor de seis cilindros en línea de 3.8 litros y 220 CV. Su carrocería polvorienta parece estar bastante bien conservada.
El anticuario estima su valor en su estado actual entre 15.000 y 20.000 euros, mientras que un ejemplar totalmente restaurado y con su motor original podría alcanzar los 60.000 euros en una subasta. En todo caso, el anticuario quiere restaurarlo, “pero no se trata del dinero. Hay cosas de las que no puedes desprenderse, y esta es una de ellas. El descubrimiento es más importante que el valor”, asegura.
Imágenes | Jens Rentmeesters, VRT, Jaguar
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