Patrick Mouratoglou critica el cuerpo de Serena Williams


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Cuando habla Patrick Mouratoglou, los panaderos sonríen, pero los que realmente se retozan en el barro son los periodistas. Algo tiene el francés que siempre resulta tremendamente fácil sacarle un par de titulares, a veces casi sin buscarlo, pero su discurso firme y directo no entiende de remilgos, independientemente del tema. En su última charla con The Guardian los frentes a tratar fueron transparente: su antigua relación con Serena Williams –con la que estuvo diez años– y su ruptura como entrenador con Naomi Osaka, con la que dejó de trabajar a finales de julio. Y la verdad es que para ambas jugadoras tuvo mensajes que han dado la vuelta al mundo.
Vayamos primero con Serena, a la que guió desde 2012 hasta 2022. “Tuvimos mucha confianza desde el inicio, una confianza total. Nos alimentábamos mutuamente en términos de motivación, sabía perfectamente cómo empujarla, provocarla para que fuera más competitiva. Arrancamos en un período difícil, llevaba dos años sin ganar un Grand Slam, sufriendo por primera vez una derrota en primera ronda. Cuando algo así sucede, incluso los mejores competidores empiezan a pensar un poco diferente, lo cual perjudica a su calidad a la hora de competir”, recuerda el galo sobre el proyecto que cambió su vida para siempre.
Sin embargo, el sueño de atrapar el #24 Grand Slam no cuajó, en parte porque Serena jamás fue la misma después de ser madre. “El tenis es un deporte en el que no puedes permitirte tener sobrepeso”, apunta Patrick sin tapujos. “En primer lugar, por la presión en las articulaciones, si sufres en este aspecto tus posibilidades se vuelven mucho menores. La segunda razón es porque este es un deporte donde cambias de dirección todo el rato, con mucha velocidad, un kilo de sobrepeso puede suponer una gran diferencia. Cuando vas a toda velocidad en una dirección con un kilo extra y necesitas pararte y volver, el tiempo que pierdes es realmente importante. Solo hay que mirar a los mejores del mundo y su manera de moverse”, contrasta el coach de 55 años.
“En el caso de Serena, ella ya era mayor, sabíamos que el cuerpo ya no iba a reaccionar como antes, así que el riesgo de lesiones era aún mayor”, añade Patrick, quien no se esconde a la hora de hablar de la reciente reducción de peso que ha tenido la estadounidense. “En el pasado tuvimos algunas peleas al respecto, recuerdo que no le gustaba nada cuando se lo comentaba, me decía que la estaba juzgando. Yo seguí diciéndole que me daba igual su aspecto, no era mi trabajo, mi trabajo era su tenis, pero si quería volver a la cima y hacer historia debíamos ser muy eficientes en todos los niveles, incluido el físico. Ahora veo que está más delgada, si hubiera estado en esta posición años atrás… los resultados habrían sido mejores, seguro”, asegura el francés.
SU RUPTURA CON OSAKA
Pero Serena hace tiempo que forma parte del pasado, ahora su nuevo proyecto se llamaba Naomi Osaka, aunque su vínculo profesional ni siquiera llegó a cumplir el año. “Los resultados no fueron lo suficientemente buenos, lo cual tenía mucho sentido. Creo que hicimos cosas buenas, sobre todo en los entrenamientos, pero cualquier cosa puede arruinar todo a la hora de competir. Creo que mejoró mucho, lo veía a diario, su mentalidad era genial, pero no se desempeñaba bien durante los partidos, esa era la pieza que lo terminaba arruinando todo”, explica Mouratoglou, frustrado por no haber estado ahí cuando la japonesa sacó por fin su mejor versión en este US Open.
“Mirando hacia atrás, no hice un trabajo lo suficientemente bueno, de lo contrario, los resultados estarían ahí. También creo que tenerme como entrenador fue un poco pesado para ella, por haber estado tantos años con Serena, algo que mencionó varias veces. Nunca supe encontrar la manera de restarle esa presión, de lograr que se sintiera más ligera. Seguro que sin esa presión ella hubiera podido expresarse más libremente, pero no hay resentimientos, sigue siendo una gran competidora”, concluye.