Para tener una furgoneta camper hay que contar con un gasto casi indispensable que no había tenido en cuenta: un parking vigilado

Cuando me compré un remolque camper tuve que resolver algo en lo que no había caído en un principio: donde aparcarlo el resto el año. Un vehículo camperizado es para vacaciones, puentes y fines de semana: el tiempo restante está parado. Y no quería que estuviera en cualquier parte: quería un aparcamiento vigilado.
Para un remolque, o una caravana, es prácticamente obligado: normalmente no se puede aparcar sin más en la calle. Pero en general lo recomiendo para cualquier vehículo camper: furgonetas y autocaravanas, también. Es un dinero que me parece bien invertido para evitar preocupaciones y alargar su vida.
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Tres motivos por los que guardarlo en un parking para campers
Donde vivo se pueden aparcar tanto caravanas como remolques como autocaravanas en la calle. El ayuntamiento lo permite: varias calles pegadas a la de mi casa disponen de plazas destinadas a este fin. Hay autocaravanas estacionadas, las veo a diario. Una de ellas, en una zona algo escondida, tiene hasta tres carteles: «Por favor, no la abras, no hay nada dentro».
Recordando esa autocaravana que sigue aún estacionada con su «antirrobo» disuasorio, lo tuve claro: iba a pagar por un estacionamiento vigilado pese a que podía hacerlo gratis en la calle. Y no solo porque fuera objetivo de los ladrones.
A salvo de robos y vandalismo. La casa con ruedas es eso, una casa con ruedas. Depende de cómo esté equipada, pero en general va a tener equipamiento en el interior: cocina, muebles varios, cama, nevera, etc. Además lo habitual es guardar dentro útiles varios: mesas, sillas, bombonas de gas, cacharros varios de cocina, elementos de electricidad, sábanas… la lista puede ser eterna.
Esto hace los hace más susceptibles a robos. Y esto implica que puedan forzar la cerradura o romper alguna ventana para sacar su equipamiento, lo que sube la factura: además de tener que reponer los elementos sustraídos, tendremos que asumir la reparación. Por eso es indispensable tener una póliza de seguro específica para vehículos camper, que suele cubrir el equipamiento camper además de posibles daños.
Más protegido. La otra gran razón tiene que ver con alargar su vida útil. Si bien un vehículo camper suele estar preparado para sobrevivir a la intemperie, es como un coche: si duerme en un lugar cerrado o al menos techado, estará más protegido y se alarga su vida. El sol, el granizo, la humedad o las heladas pueden acabar cobrando su factura.
Puesta a punto antes de viajar. Depende del aparcamiento, pero pueden tener servicios adicionales como enchufes, tomas de agua, puntos de vaciado de químicos o incluso talleres asociados. Eso permite poner a punto el vehículo camper antes de echarnos a la carretera o hacer reparaciones entre uso y uso. También cargarlo con nuevos enseres con total seguridad de que no lo van a abrir y robarlos.
Cómo escogerlo y qué tener en cuenta


Siempre depende de tu vehículo, tu presupuesto y necesidades, pero hay aspectos que considero esenciales a la hora de elegir, y pagar, por el aparcamiento donde dejarlo estacionado mientras no lo uso.
Vigilancia 24/7. Desde mi punto de vista, lo más importante es que esté siempre vigilado. Además de cámaras, lo suyo es que disponga de vigilante: una cámara registrará una incidencia, pero no siempre evitará un robo. Tampoco un vigilante, pero es más complicado que los ladrones se aventuren a hacer de las suyas si una persona de seguridad esta presente. Al menos a mí me da más tranquilidad y fue una de las condiciones que busqué a la hora de escogerlo.
Con techo o en una nave cerrada. Lo ideal es que la plaza donde aparques tu camper, autocaravana, caravana o remolque es que tenga al menos techo. Todo depende de la orientación, pero ya le estarás quitando mucho sol y estará a salvo de la lluvia, nieve o granizo.
En mi caso, mi remolque es de fibra de vidrio, así que para una mayor protección lo tengo tapado con una lona. Con un vehículo más grande esto es complicado, así que recomendaría una nave completamente cerrada. Importante: si tiene enganche de remolque, también lo suyo es taparlo con una funda específica y así proteger tanto la bola como las conexiones eléctricas (freno, luces, etc.).
Abierto todos los días, a cualquier hora. Cuando vuelves con tu camper o vehículo camperizado tener que ajustarte a un horario puede ser un engorro: vuelves un domingo de madrugada y no puedes dejarlo en la plaza. Por eso, recomiendo escoger uno que esté abierto de lunes a domingo, las 24 horas del día.
Esto va de la mano con que disponga de vigilante permanente in situ: normalmente si dispone de este servicio, va a estar abierto 24/7 los 365 días del año.
¿Por qué no el garaje de mi comunidad? Es cierto que un parking comunitario también cumple en varios de estos aspectos, pero no siempre están vigilados. Además, cualquier percance puede generarte un problema con la comunidad o los vecinos. Y luego está la traba del espacio: una autocaravana o caravana por gálibo será complicado que pueda entrar en el garaje. También que quepa en la plaza en sí, normalmente pensadas para coches.
¿Cuánto cuesta un aparcamiento vigilado?


De nuevo, depende. Primero del tamaño: una furgoneta camper o un remolque tienda son más pequeños y la plaza es por tanto de menores dimensiones que el que necesita una autocaravana o caravana. A cuanto más grande, más caro. También suelen costar más si van techados o bien están dentro de una nave cerrada. Se añade la zona: no es lo mismo aparcarlo en Madrid o Barcelona que en un pequeño pueblo de Galicia.
Teniendo en cuenta estas variables, lo habitual es que los precios oscilen entre los 40 y los 100 euros al mes. En el aparcamiento que tengo contratado, en la Comunidad de Madrid, pago 45 euros, siendo la plaza pequeña y solo techada. Mis cuñados pagan 65 euros para su autocaravana, siendo de las baratas por no estar techada. Con techo, o cerrada, para vehículos grandes rondan los 80-100 euros. Esto si lo pagas anual, pues hacen descuento: 540 euros pago en total.
A medio camino o en un camping. En el caso de caravanas y remolques, otra opción si siempre viajas por la misma zona es encontrar un aparcamiento o negocio que ofrezca este servicio cerca de tu destino: así te ahorras arrastrarlo largos kilómetros. Normalmente será más barato respecto a los precios de grandes ciudades. El inconveniente es que tendrás que dejarlo todo listo, dentro, y que no lo tendrás cerca para cualquier reparación que quieras hacer.
También hay campings que ofrecen servicio de aparcamiento (normalmente una campa en exterior) con descuentos para luego acampar dentro: si sueles viajar al mismo, puede salirte a cuenta. Pero esto también te obliga a no cambiar de camping, lo que no siempre va de la mano con un vehículo camper. En todo caso, es otra opción.
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