Pagar por ir al baño, un seguro especial e impuestos más caros. Los 40.000 euros que cuesta una camper no son suficientes para tener una

Una furgoneta camper o autocarvana no es barata: de segunda mano una furgoneta camperizada ronda los 40.000/35.000 euros. Una nueva ya son más de 60.000 euros (Volkswagen California). Si hablamos de autocarvanas sube a los 50.000 en el primer más caso y desde unos 80.000 en el segundo.
Pero a esta gran inversión hay que sumarle una serie de gastos fijos obligatorios (o casi obligatorios). Un coche pide como un niño tonto, una casa con ruedas aún más: tranquilamente van a rondar entre 1.500 o 2.500 euros cada año. Si no más.
Contenido
No es un coche: es tu vivienda de vacaciones
Un vehículo camper implica gastos que no tienes que asumir con un coche. A efectos es una vivienda y eso significa equipamiento especial para cubrir nuestras necesidades básicas: desde cocinar a ir al baño. Eso se traduce en desembolsos varios y periódicos.
Con el váter a cuestas. Ya sea el WC que tienen instalado las autocaravanas o el potti portátil al que se suele recurrir en una furgoneta camper hablamos de un váter químico: no requiere estar conectado a una tubería para los desechos.
Lo que significa que usa químicos que hay que ir cambiando: en Amazon, una garrafa de cinco litros de líquido químico oscila entre los 10 y los 30 euros. Depende del tamaño del WC, los ocupantes, si es verano (dura menos por el calor) o de si se utiliza el váter del camping en vez del la camper o autocaravana, pero lo normal es cambiarlo en entre dos o tres días a pleno uso.
Esto nos lleva a la segunda parte: hay que vaciarlo. Y evidentemente está prohibido hacerlo en el mar, en un río o en una acequia. En las áreas de autocarvanas se ofrece este servicio, pero no siempre es gratuito. De hecho, es recurrente que nos cobren: vaciarlo en sus contenedores suele costar entre 3 y 6 euros. En un camping sí que suele ser gratuito, ya que pagamos la estancia.


Cocina y gas. Otro de los grandes pilares de un vehículo camper es que tenga cocina autónoma, ya sea instalada con sus canalizaciones de gas correspondientes o bien portátil. Lo habitual es que vaya a gas, lo que significa que necesitaremos o bien bombonas o bien cartuchos. Además, la calefacción, el calentador del agua o por ejemplo una nevera, también puede ir a gas.
En autocarvanas y campers grandes, suele darse el primer caso y la conexión es para una bombona mediana, compacta o grande (entres 6 y 12 kg). Si optamos por una bombona de 6 kg, suele oscilar entre los 15 y los 20 euros. Si lo que tenemos es un pequeño hornillo el gasto será menor: los cartuchos de Campingaz están entre los 3 euros y los 10 euros, según tamaño. Si la cocina portátil es más grande (con dos o tres fuegos) y de conexión Campingaz, exigirá una bombona de camping, cuya recarga puede ser de entre 20 y 50 euros.
Consume más en carretera. En el viaje, una camper o autocarvana también consume que da gusto. Si ya una furgoneta diésel mediana o grande es de por sí «gastona» al ser grande y poco aerodinámica, más aún lo es si está camperizada. El equipamiento interior añade peso y el exterior resta aerodinámica: por ejemplo, un toldo lateral, paneles solares en el techo o un portabiciletas.
Dependerá de los añadidos que tenga equipados, pero lo normal es que el gasto de combustible sea entre 1 o 2 litros mayor que el que consume habitualmente dicho modelo sin camperizar: si se suele fijar en 10 l/100 km, lo normal es que suba a 11 o 12 l/100 km.


Seguro para campers y autocaravanas
Debido a su equipamento camperizado, los veteranos en el mundo camper recomiendan contratar el seguro con una compañía especializada en vehículos camper. La razón es que no todas las aseguradoras generalistas ofrecen seguro para vehículos camperizados. Y las que lo hacen no cubren igual el equipamiento camper: distinguiendo entre camperizadas de fábrica (todo cubierto) o si la has camperizado a posteriori (hasta X valor de los elementos homologados en ficha técnica).
El precio anual de la póliza varía por tipo de vehículo, el valor de los elementos camperizados y la cobertura de la póliza en sí (a terceros, a terceros ampliada, a todo riesgo con franquicia etc.). También de la propia compañía. Escojas la que escojas es esencial que tenga asistencia en carretera y que sea ilimitada (para viajar fuera de España). Lo habitual es que oscile entre unos 300 y 1.000 euros cada año.
Si tomamos como ejemplo los de Caravan Seguros (que sí publica precios), campers y autocaravanas pagan lo mismo: a terceros básico, 260 euros; a terceros ampliado con lunas, robo, incendio y pérdida total, 416 euros; a todo riesgo con franquicia de 300 euros, 632 euros, y a todo riesgo con franquicia de 600 euros, 539 euros. Decir que en los vehículos recreativos es recurrente el seguro a todo riesgo con franquicia: cantidad fija que debe pagar el asegurado, haciéndose cargo la compañía del resto.
El «númerito» más caro que el de un coche
Como cualquier vehículo, una furgoneta camper o una autocaravana tiene que pagar anualmente el impuesto de circulación. Lo habitual en un coche es que pague el segundo tramo por caballos fiscales (CVF), pero en el caso de estos vehículos recreativos suelen pagar el tercer tramo (de 12 a 15,99 CVF) o incluso el cuarto si hablamos de autocaravanas grandes (de 16 a 19,99 CVF).
Aunque el precio varía según comunidades autónomas, si tomamos como referencia los precios de este 2025 recogidos en este estudio de AEA, la media es de unos 120 euros para el tercer tramo y de unos 150 euros para el cuarto. Mientras, para un coche (lo más normal es que sea el segundo) ronda los 60 euros.
Por poner ejemplos concretos, el tercer tramo del ‘númerito’ en Madrid son 129 euros, en Barcelona casi 144 euros y en Valencia de 128 euros. Por su parte, el cuarto tramo son 179 euros tanto en Madrid como Barcelona, o 167 euros en el caso de Valencia.


Y por supuesto un vehículo camperizado exige igualmente mantenimiento (desgaste de piezas, fluidos, filtros, aceite, neumáticos etc.), puede tener que asumir reparaciones (sobre todo si es antigua) y debe pasar la ITV periódicamente. Los plazos varían dependiendo de cómo esté homologada: si lo está como vehículo vivienda (las de fábrica) sus plazos son iguales a los de un coche, pero si ha sido camperizada a posteriori, tendrá los mismos que un industrial ligero, que son más cortos: cada seis meses si supera los 10 años de antigüedad.
Párking vigilado
Aunque existen opciones para estacionar un vehículo camperizado y no tener que pagar una plaza en un aparcamiento vigilado de caravanas y autocarvanas, lo más recomendable es hacerlo. Así, este sería otro gasto fijo habitual si nos compramos uno de estos vehículos recreativos.
Un motivo son los robos: una casa con ruedas tiene equipamiento muy jugoso para los ladrones, desde los propios muebles hasta paneles solares, pasando por lo que guardes dentro. Otros aspectos a tener en cuenta son una plaza techada o cerrada (a salvo de las inclemencias climatológicas) o los servicios adicionales que ofrecen.
Los precios dependen de donde esté el aparcamiento y las características de la plaza (dimensiones, techada o no etc.), pero suelen oscilar entre los oscilen entre los 40 y los 100 euros al mes. Esto puede suponer cerca de 500 euros al año en el caso más barato o bien superar los 1200 euros.
Imágenes | Pexels, Ford, Volkswagen
En Motorpasión | Muchos piensan que hace falta un carnet de camión para llevar una autocaravana grande, pero el carnet B da más de lo que parece