22 octubre, 2025

Ozzie Guillén y Alfredo Pedrique hacen historia como rivales

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Tras ser compañeros en La Guaira se desean “suerte” como mánagers
CARACAS.-  Oswaldo Guillén y Alfredo Pedrique se dieron un afectuoso abrazo en los entrenamientos previos al primer duelo de los rivales capitalinos, entre Leones del Caracas y Tiburones de La Guaira. Ambos son los primeros mánagers de Grandes Ligas que se enfrentan en la pelota venezolana, pero en la década de los 80 eran compañeros y amigos.“Alfredo ha dirigido esta pelota mil veces mejor que yo, ha dirigido en ligas menores que es bastante difícil, creo que está mejor preparado que yo para dirigir aquí. Es un orgullo que sea un pana mío y competir contra él”, destacó Guillén, mánager campeón de la Serie Mundial de 2005 con los Medias Blancas de Chicago.
“Guillén fue muy agresivo como pelotero y también lo es como mánager”, opinó Pedrique. “Yo le dije a los muchachos que tenían que estar preparados y atentos a cada jugada”.
Ozzie y Pedrique fueron compañeros de equipo en la famosa “Guerrilla” de los Tiburones de La Guaira en los años 80.
El piloto del Caracas mantiene la misma personalidad de pelotero, tranquilo, analista y dispuesto a resolver cualquier situación, mientras que el ahora mánager de La Guaira -único latino en ganar un cetro en las mayores- sigue cautivando con su personalidad polémica y a su talento.“Yo era el mejor pelotero de la ‘Guerrilla’”, dijo Ozzie, entre risas. “No era Luis Salazar que bateaba .700, ni Raúl Pérez Tovar que daba 20 jonrones, pero yo era el alma del equipo, el que los ponía a gozar. Gracias a Alfredo nosotros ganamos, jugaba primera, tercera, en los jardines. Él jugó primera con nosotros la mayor parte del tiempo a pesar de que no era un primera base”.
“Guillén era el que más echaba broma. En pleno juego estaba siempre hablando con los fanáticos, se metía con el árbitro, echaba un chiste. Era el más relajado de buena manera. El no necesitaba estar tranquilo para concentrarse y es verdad cada quien tiene su manera de ser. Él tenía mucha confianza en su talento como  José Altuve, Guillén era de ese tipo de pelotero que no necesitaba mucha preparación mental”.
Para Ozzie la diferencia en sus personalidades nunca afectó en su relación. “Nuestra amistad era muy buena, después cada quien se fue por su lado a criar a sus muchachos, pero en el terreno éramos panas”, finalizó Guillén.



Fuente: Líder en Deportes