23 octubre, 2025

Novak Djokovic se opera y es duda para los Juegos Olímpicos

El menisco sacude el sueño olímpico de Djokovic. Foto: Gettyimages

Una rotura del menisco medial de la rodilla derecha puede ser el culpable de que Novak Djokovic no cumpla su sueño de conseguir el oro olímpico. La lesión, producida en los octavos de Roland Garros 2024, mandó al serbio al quirófano y tras una operación exitosa, se encomienda a una buena recuperación que le permita llegar con garantías a los Juegos Olímpicos de París

Quién le iba a decir a Novak Djokovic, cuando estaba en los octavos de final de Roland Garros, con un set arriba (6-1) y en el inicio de la segunda manga, que un mal movimiento, ya sea culpa del azar o del estado de la tierra batida, le iban a privar, primero, de defender su título en Roland Garros; segundo, de perder la corona de número uno del mundo, tercero, de no poder competir en Wimbledon, donde ha ganado siete veces. Y por último, de la posibilidad de no llegar en óptimas condiciones a las olimpiadas de este verano, cuya medalla de oro es la última joya que falta en su palmarés.

A pesar de mostrarse visiblemente lesionado, el serbio siguió en la pelea con Cerúndolo y, haciendo valer su fe inquebrantable, remontaba en un agónico encuentro a cinco sets. Nunca se sabrá si el hecho de forzar, por su instinto de competidor insaciable, y de no retirarse al momento de las molestias aumentó la lesión en su menisco. 

– Un 2024 para olvidar

Lo que si se sabe es que dicho infortunio coincide con uno de los peores años de su carrera. A los 37 años y con 24 Grand Slams a las espaldas, el 2024 ha sido el primer año desde 2018, cuando se operó el codo, en el que, todavía, no ha conseguido ningún título ni ninguna final. A ello se suma, el escaso número de partidos que ha jugado antes de llegar a París. Desde su derrota ante Sinner en las semifinales de Australia, ha jugado un total de 11 partidos repartidos en cuatro torneos sumando siete victorias y cuatro derrotas. Cayó ante Luca Nardi en 3º ronda de Indian Wells, ante Casper Ruud en semifinales de Montecarlo, 3º ronda de Roma contra Alejandro Tabilo y semifinales de Ginebra ante Tomas Machac.

«Claro que estoy preocupado. No he jugado nada bien este año, aparte de algunos partidos aquí y allá. Las cosas son como son. No me veo como favorito en París. Es difícil concentrarse en el tenis cuando tienes otras cosas en la cabeza. Sólo espero estar listo y sano para Roland Garros”, confesaba el serbio antes de su inicio en la tierra batida parisina.

Y las cosas no le fueron mal en sus dos primeros partidos ante Herbert y Carballés. Pero fue en el encuentro ante Musetti donde todo empezó a torcerse. A pesar de remontar al italiano, su gran esfuerzo hasta rendirlo a las tres de la madrugada hizo que al día siguiente aparecía con unos parches en el menisco de su rodilla derecha. Hasta que en el duelo ante Cerúndolo, el menisco dijo basta y ni una nueva remontada impidió que Djokovic se retirase de Roland Garros.

– Operado con éxito

“Voy a dar lo mejor de mi para estar sano y en forma para volver cuando antes a las pistas. Mi amor por este deporte es fuerte y mi deseo por competir al máximo nivel es lo que me hace seguir adelante”, comunicaba Djokovic en sus redes sociales después de la operación realizada en París. Donde también aseguraba que la cirugía había ido de forma correcta.

Se abre ahora un momento de incertidumbre con el proceso de recuperación, tras la intervención quirúrgica. Mínimo estará tres semanas de baja, según informan varios medios, por lo que su participación en Wimbledon, que comienza el 1 de julio, está prácticamente descartada y su objetivo será llegar a los Juegos Olímpicos. Todo está en el aire, pero Djokovic se puede agarrar a un antecedente, el de Taylor Fritz en 2021. El americano sufrió la misma lesión en Roland Garros, salió en silla de ruedas, se operó y a las tres semanas ya estaba jugando en la hierba londinense.

Hay muchas dudas, pero también una gran certeza; Djokovic va a intentar hasta el final, cómo ha hecho a lo largo de su carrera, llegar a la deseada cita olímpica. Sería la guinda de un palmarés donde ha ganado absolutamente todo. Sin embargo, es en los Juegos Olímpicos donde ha sufrido algunas de sus derrotas más dolorosas.

– Desde 2008 en busca del oro olímpico

Todo comenzó en Pekín 2008, cuando en las semifinales se enfrentaba al reciente campeón de Wimbledon, Rafael Nadal. En un encuentro en el que el serbio acarició la victoria en el tercer set, pero en aquella época Nole era un joven tenista que no había desarrollado ese instinto de campeón y acabó sucumbiendo ante el español. Sin embargo, le quedó el consuelo de llevarse la medalla de bronce ante James Blake.

Su segunda oportunidad llegó en Londres 2012, en la hierba de Wimbledon, lugar donde había conseguido su primer título un año antes. Y aquel Djokovic ya era parte del Djokovic que conocemos. Ya poseía tres Open de Australia, un Wimbledon ya mencionado y un Us Open. Pero ni aun así pudo conseguir el objetivo porque chocó en las semifinales con un Andy Murray, que venía de ser finalista en Wimbledon y que días después de hacía con el oro. Y esta vez, Nole no pudo ni consolarse con el bronce, porque caía ante Del Potro.

Y fue el argentino, el que le volvió a quitar el sueño olímpico a las primeras de cambio en Rio 2016. Cuando el serbio llegaba como reciente campeón del Open de Australia y Roland Garros, como número 1 del mundo y siendo el máximo favorito. Aquella derrota fue una de las más duras del serbio, que salía de la pista llorando de la impotencia ante otra oportunidad perdida.

Pero si hubo un año donde estaba destinado a ser campeón olímpico fue en Tokyo 2021. En aquel entonces, Novak llegaba a Japón con los tres Grand Slams de la temporada bajo el brazo, como número 1 indiscutible y con la opción histórica de conseguir el ‘Golden Slam’, que consiste en ganar los cuatro Grand Slams y el oro olímpico en el mismo año. Un hito que solo consiguió Steffi Graf en 1988. Pero de nuevo, el destino le impidió hacerse con el preciado oro y en las semifinales colapsaba ante Alexander Zverev y después cedía ante Pablo Carreño en la lucha por el bronce.

Visto lo visto, no hay cosa que más desee Novak Djokovic en su carrera que convertirse en campeón olímpico. Un hecho que se le ha ido negando desde 2008 y que con la lesión de menisco solo hace que ponerse cuesta arriba. Pero son estos desafíos imposibles los que más motivan al serbio que no se cansa de demostrar, una y otra vez, que quiere ser el más grande de todos los tiempos. De momento ya es el tenista masculino con más grandes de la historia (24), ha ganado todos los Masters 1000 y es el jugador con más semanas en el número uno del mundo. No hay nada que no haya conseguido, solo le falta ese ansiado trozo de oro. Y ni el menisco, ni una operación, ni nadie va impedir que Novak luche hasta los estertores de su carrera para hacerse con él.
 



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