“No creo que los chinos quieran compartir sus conocimientos con nosotros”. La nueva fábrica de baterías de Zaragoza tiene 2.000 trabajadores chinos, y no ha hecho mucha gracia

A finales de 2024, Stellantis y el gigante chino de las baterías para coches eléctricos CATL anunciaron la creación de una enorme fábrica de baterías con una inversión de 4.100 millones de euros en España. Stellantis y CATL prometieron dar trabajo a miles de zaragozanos con su fábrica de baterías. Esos puestos se los han quedado 2.000 trabajadores chinos.
Para algunos, como el Financial Times, China está consolidando así la dependencia europea hacia su tecnología, en un momento en el que el continente necesita dar un nuevo impulso a su industria automovilística. Desde China, alegan que el FT actúa como “agitador de ansiedad y de miras estrechas”.
Casi 2.000 trabajadores enviados desde China para levantar y operar una fábrica
Según el El Periódico de Aragón, serán 1.847 trabajadores de CATL y de contratas procedentes de China los que se instalarán cerca de Figueruelas para levantar la fábrica entre 2025 y 2026. Este movimiento a gran escala de mano de obra, que recuerda al envío de trabajadores chinos para construir infraestructuras en África, pone de relieve hasta qué punto Europa está atrasada en términos de conocimientos técnicos y producción de baterías para vehículos eléctricos, explican desde el medio económico.
Por una parte, la fábrica se alinea con la estrategia del presidente chino Xi Jinping de fomentar la dependencia extranjera hacia China en términos de fabricación de productos y en especial de productos de alto valor añadido, algo que Pekín considera una fuente de influencia estratégica en geopolítica.


Aunque CATL asegura que está “en Europa, para Europa”, una estrategia similar a la empleada por Volkswagen en los años 80 en China, compartiendo tecnología y conocimientos industriales con el país, pero no son pocos los que dudan de la voluntad de CATL de compartir sus secretos industriales en beneficio de la población y las empresas locales, aumentando así la vulnerabilidad de Europa frente a China.
“No creo que los chinos quieran compartir sus conocimientos con nosotros”, afirmó José Juan Arceiz al Financial Times, secretario del comité de empresa europeo de Stellantis. “Esa es una de las razones por las que van a traer a 2000 trabajadores para la construcción y la instalación”.
En China, han reaccionado a esas dudas vía la prensa estatal. Global Times, un medio de comunicación estatal chino, respondió que no hay nada de qué preocuparse, ya que esas afirmaciones completamente infundadas se originan en la “ansiedad geopolítica” y, en lugar de ver oportunidades, el diario económico, desempeña el papel de “agitador de ansiedad de miras estrechas”, sin ver la innovación tecnológica y el beneficio mutuo para Europa en el desarrollo a largo plazo de las nuevas energías, aseguran.
CATL opera actualmente dos plantas de baterías para coches eléctricos en Europa, y una tercera está en camino. La primera se inauguró en 2018 en Erfurt, Alemania y la segunda se inauguró en 2022 en Debrecen, Hungría.
Imágenes | Stellantis, Pexels