Mercedes lo apostó todo a las pantallas gigantes. Ahora reconoce que “los botones son mejores” y confirma que los devolverá a sus coches

La carrera por digitalizar los interiores parecía imparable, con pantallas cada vez más grandes y superficies táctiles sustituyendo cualquier mando físico. Mercedes-Benz fue una de las marcas más radicales en esa apuesta. Pero ahora, el propio Magnus Östberg, jefe de software de la firma alemana, ha admitido lo que muchos conductores venían diciendo: “los datos nos demuestran que los botones físicos son mejores”.
En sus declaraciones a Autocar, Östberg adelanta que el cambio en Mercedes empieza ya: el nuevo GLC eléctrico y el CLA Shooting Brake han estrenado un volante rediseñado con ruedecillas y botones para las funciones esenciales. Y no se quedará ahí, pues la tendencia se irá extendiendo progresivamente al resto de su gama.
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Mercedes rectifica y vuelve a apostar por los botones
Este paso de Mercedes hacia unos habitáculos más equilibrados no es fruto de la nostalgia, sino de la telemetría. Con sus vehículos definidos por software (SDV), como el CLA, Mercedes ha recogido datos en tiempo real sobre cómo usan los clientes las funciones del coche. Y las cifras no mienten: para las operaciones más frecuentes, los mandos físicos resultan más prácticos y seguros que los menús táctiles.
Según Östberg, los hábitos varían según edad y mercado: los europeos tienden a preferir botones, mientras que en Asia hay más aceptación de pantallas y control por voz. Este enfoque “data-driven” incluso abre la puerta a interiores diferenciados según región.
Pero la nueva estrategia de la marca alemana tampoco implica abandonar lo digital: la marca seguirá teniendo su espectacular MBUX Hyperscreen de 141 cm en modelos como el EQS, que recorre todo el salpicadero y es una de las más grandes del sector. Como dijo el jefe de diseño Gordon Wagener en el Salón de Múnich, “hemos llegado a un punto en el que no se puede hacer la pantalla mucho más grande”.
Una tendencia que va más allá de Mercedes


Detalle del volante del nuevo GLC eléctrico, en el Salón de Munich
Este giro no es exclusivo de la estrella de Stuttgart. Volkswagen ya lo hizo, tras escuchar las quejas de clientes y prensa. Y marcas de corte más tradicional, como Aston Martin, han defendido siempre el uso de mandos físicos en sus coches, con la idea de que el lujo pasa por la inmediatez de un clic y no por navegar por varios menús táctiles.
Incluso en marcas premium que abrazaron las pantallas, como BMW, el famoso iDrive ha ido evolucionando sin renunciar a su rueda de control física, una forma de equilibrar lo digital con la usabilidad. Todo apunta a que la industria está reescribiendo sus prioridades: la experiencia del usuario pesa más que el futurismo minimalista.


Así, que Mercedes recupere los botones físicos no significa un regreso al pasado, sino un intento de equilibrio entre lo analógico y lo digital para el futuro. No obstante, a la luz de las últimas novedades del sector, lo más probable es que en los próximos años veamos cada vez más experimentación de las marcas en busca de lo que más convence al usuario.
Volantes distintos según mercado, materiales innovadores y, en cualquier caso, interiores que seguirán siendo auténticos laboratorios de software sobre ruedas.
Imágenes | Mercedes
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