Los 6 mejores avisadores de radares de 2023

No existe una respuesta sencilla ni positiva cuando un agente de tráfico nos pregunta si somos conscientes de que circulamos por encima del límite de velocidad. O cuando no nos dan el alto en ese momento, pero recibimos días después en nuestro correo la denuncia acompañada por la fotografía del radar que nos ha ‘cazado’.
Desde luego, lo mejor para el bolsillo y nuestra tranquilidad es tratar de evitar que la autoridad competente nos reclame, lo cual implica mantener la conducción dentro de las velocidades permitidas para cada vía a fin de que los miles de radares presentes en las carreteras españolas no ‘salten’ a nuestro paso.
Actualmente existen un gran número de redes sociales y aplicaciones como Waze o Social Drive, con extensas bases de datos de localizaciones de radares fijos y móviles que se actualizan constantemente. Pero, aun a pesar de lo prácticos que son estos recursos, contar con un dispositivo avisador específico en nuestro coche puede ser una buena idea. Te explicamos porqué y, al final, te mostramos los cinco mejores avisadores de radares que puedes comprar ya.
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¿Son legales los avisadores de radares?
Los avisadores de radares son legales en España, si bien conviene tener muy claro lo que son para evitar confusiones a la hora de comprarlo. Y es que, tras la última reforma de la Ley de Tráfico en marzo de 2022, los avisadores son los únicos dispositivos de alerta cuyo uso está permitido.
Hasta entonces, además de los avisadores existían los detectores de radares y los inhibidores. Estos dispositivos utilizan ondas de radio en las mismas frecuencias que los aparatos de radar, lo cual los convierte en ilegales ya que pueden interrumpir su funcionamiento.
Si por casualidad los agentes de tráfico nos sorprenden con uno de estos mecanismos instalado en el coche, las sanciones pueden variar entre los 200 euros y los 6.000, amén de una penalización en los puntos del carné de conducir que puede oscilar entre los tres y los seis puntos en función del dispositivo encontrado y la gravedad de la infracción. Así pues, no merece la pena correr el riesgo. Y del mismo modo, si por casualidad cae en nuestras manos algún aparato de esta clase anterior a su prohibición (ya que, en el pasado, los detectores sí eran legales) mejor deshacerse de él y no utilizarlo.
¿Cómo funcionan los avisadores de radares?
A diferencia de los detectores e inhibidores, los avisadores de radares no interfieren en absoluto con las emisiones de radio de los equipos de radar. Todos ellos poseen su propia señal GPS para permanecer geolocalizados en tiempo real, y están conectados telemáticamente con bases de datos propias y adecuadamente actualizadas sobre la localización de radares fijos y de tramo, más las localizaciones habituales de los controles móviles que suele organizar la Guardia Civil de Tráfico en fechas clave como las operaciones de inicio y fin de vacaciones.
De este modo, cuando llevamos el avisador instalado y conectado en el coche, este dispositivo permanece atento por nosotros al emplazamiento de esos radares. Si en algún momento nuestra posición GPS se aproxima a un lugar señalizado con presencia de radar, nos lo advertirá con algún tipo de señal para que lo tengamos en cuenta y aminoremos con tiempo la velocidad.
Las señales que pueden emitir estos dispositivos son muy variadas, desde un simple (pero bien audible) pitido hasta una combinación de instrucciones vocales e imágenes, en el caso de los que disponen de pantalla.
¿Merecen la pena los avisadores de radares?
Como hemos explicado al principio, los avisadores de radares de uso legal en España funcionan con el mismo principio de geolocalización GPS que ya utilizan muchas apps que realizan la misma labor. Sin embargo, se nos ocurre una buena razón para delegar esta tarea en un dispositivo específico antes que en un smartphone común.
Esa razón es, sin duda, la precisión de la señal GPS. Por motivos de seguridad, toda geolocalización por GPS posee un cierto margen de error con respecto a la posición real del objeto o vehículo geolocalizado. Dicho margen puede ser de unos pocos cientos de metros en aparatos como los avisadores de radar, mientras que en un smartphone de gama media puede aumentar hasta 1 ó 2 kilómetros. Esto los vuelve mucho menos eficaces, sobre todo si nuestro exceso de velocidad es elevado y el aviso del radar nos llega con poca anticipación, teniendo por tanto poco espacio para ralentizar la marcha.