Llevo 20 años probando coches y he pinchado un montón de veces. Esto es lo que hago siempre para salir del paso

A lo largo de los años que llevo probando toda clase de coches, he pinchado más de una vez. Es algo que, como las multas, por mucho que procuremos evitarlo, a todos nos va a pasar. O nos ha pasado alguna vez.
Un pinchazo puede ocurrir en cualquier momento y por diversas razones. Sinónimo de pérdida de tiempo, es la pesadilla de todo automovilista. Y aunque sea un incidente habitual, no deja de ser desconcertante y llega la inevitable pregunta. ¿Y ahora qué hago?
Rueda de repuesto, kit antipinchazo o grúa
Un pinchazo en un neumático es el resultado de una perforación en la banda de rodadura o en uno de sus flancos. Suele producirse tras el contacto del neumático con un objeto cortante o puntiagudo presente en la calzada. En algunos casos, un roce violento del neumático contra el bordillo o una pasada muy apurada con una rueda en la cuneta también puede provocar un desgarro en los flancos del coche.
Por regla general, se distinguen dos tipos de pinchazos. Por una parte está el pinchazo lento, que provoca un desinflado progresivo del neumático, y el pinchazo rápido, que se caracteriza por un desinflado casi inmediato del neumático.


Si el pinchazo ocurre mientras conducimos es imperativo no girar bruscamente el volante y hay que intentar mantener la trayectoria del vehículo. Del mismo modo hay que evitar frenar bruscamente e intentar detener el vehículo lo antes posible en un área de servicio o en el arcén.
Si no tiene otra opción, detenga el vehículo en el arcén, en una zona despejada. Si en el arcén, ya sabes, hay que activar las luces de emergencia, e instalar el triángulo o luz V16, según el caso.
Hayamos parado en el arcén o en un área de servicio, sólo tenemos dos opciones. La primera opción es cambiar uno mismo la rueda. Problema, hoy en día, tanto por razones de coste como de peso y espacio, la rueda de repuesto e incluso la rueda tipo “galleta” ya no suelen formar parte del equipamiento de serie de numerosos coches. La mayoría equipan ahora un kit antipinchazos.


Se trata de un spray o de un compresor que se enchufa en el coche con una botella de espuma especial. El gas y la espuma contenidos vuelven a inflar el neumático al mismo tiempo que tapan el agujero desde el interior. Sin embargo, este dispositivo sólo es adecuado en caso de fisuras muy finas o si el neumático ha sido perforado por un clavo.
También, hay que saber que esos productos ensucian mucho el neumático y la rueda. El sellador ensucia también la máquina desmontadora de neumáticos. Esto conlleva una mayor carga de trabajo para limpiarlo a posteriori, algo que muchos talleres y tiendas de neumáticos facturarán aparte. Estos sprays o bombas sólo sirven en caso de pequeño pinchazo y sólo en la banda de rodadura. Si es en el flanco, no hay nada que hacer, hay que poner un neumático nuevo sí o sí
La segunda opción, y es la que siempre uso, es ponerse en contacto con el seguro o asistencia en carretera, como el RACE o RACC, si somos socios, para que envíen un mecánico o una grúa. En caso de pinchazo en la banda rodadura, el mecánico podrá arreglar el neumático in situ y podremos seguir con nuestra ruta sin problemas. Si es en el flanco del neumático, no hay manera de poder arreglarlo, y eso significa cambiar la rueda, si el coche dispone de rueda de repuesto, claro. Sino, habrá que llamar a una grúa, si nuestro seguro no lo cubre.
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