Las 3 claves que explican la victoria de Djokovic sobre Alcaraz
Después de lo que pasó en la final de Wimbledon, había muchos que pensaban que Novak Djokovic apenas tenía opciones ante Carlos Alcaraz en la final de los Juegos Olímpicos. Además, se jugaba sobre tierra batida, lo que aumentaba, a priori, las opciones del murciano. Nada más lejos de la realidad. Nole dejó su mejor partido del año, uno de los mejores en mucho tiempo, para levantar el único trofeo que le quedaba: el oro olímpico.
Intentando entender qué pasó para ver una versión de Djokovic totalmente distinta a la de hace solo tres semanas en Londres, hay que desgranar su victoria en tres claves. Esos tres puntos le dieron a Novak la victoria ante un Alcaraz que hizo un tremendo partido, quizá de sobresaliente, pero para ganar al serbio ayer necesitaba todavía una nota mucho más alta.
Primera clave: la derecha
Hablábamos en el análisis, precisamente, de que por aquí tenía Nole que basar su superioridad. Fue lo que hizo en Roland Garros, el año pasado, y la iba a volver a necesitar en esta final. No solo apareció, sino que por este golpe marcó diferencias. En líneas generales, el serbio estuvo mejor de drive que Alcaraz, y eso son palabras mayores.
Intentando abrir pista, Carlitos intentó el revés paralelo o esa derecha invertida paralela con un Novak haciéndose fuerte en la zona de revés. El serbio tenía una premisa muy clara, si su rival movía ficha a esa zona, él debía contrarrestar con una derecha cruzada muy potente que abriera pista y obligara a Carlos a defenderse o golpear incómodo. Ayer, fue una master class de cómo golpear esa derecha y apenas tuvo opciones Alcaraz de hacer daño por ahí.
En el segundo tiebreak de la final, de hecho, hay dos winners de Djokovic con este golpe. Uno, con una derecha cruzada de Alcaraz que apenas ve pasar la bola de Nole, y otra con una derecha paralela de Carlos que dejó toda la zona de su drive abierta y que aprovechó Djokovic para rematar el punto. La derecha le acompañó este pasando domingo y es que el serbio es capaz de sacar armas inimaginables.
Segunda y tercera clave: el saque y los momentos importantes
Terminar sin sufrir un break en un partido de tres horas, en tierra, y ante un restador como Alcaraz habla a las claras de cómo sacó Djokovic en esta final. Carlos se gestionó ocho bolas de break. Solo en una falló un primer saque y terminó la final con solo 15 puntos perdidos con su primer servicio de 68 que puso en juego. Números brillantes.
Porque no solo es cómo sacó, sino hacerlo en los momentos importantes. Ahí donde a muchos les tiembla la mano, Djokovic es capaz de sacar su mejor versión. Por eso es tan grande. De todas las bolas de break que encaró en el primer set, casi todo lo salvó con un primer servicio y subiendo a la red en cuatro ocasiones. Presionando, no dando opción a ser dominado y sorprendiendo a un Alcaraz que terminó desesperado y con ganas de tirar la raqueta al suelo más de una vez.
Novak, además, se transformó en los tiebreaks. No es buen asunto jugarte un título ante un tenista como Djokovic en un tiebreak. No viene de la nada ese tremendo porcentaje de victoria que tiene el serbio en este tipo de juegos. En el primer tiebreak, Nole hizo tres winners, por cuatro errores no forzados de Carlos. En el segundo, Nole hizo tres winners, por otros cuatro errores no forzados del español, con un solo error del serbio. Es decir, mientras Alcaraz cometió ocho errores en esos dos tiebreaks, Nole solo cometió uno.
Eso es precisamente una de las cosas que puede analizar el español como puntos a mejorar, ya que estuvo de sobresaliente el resto del partido, pero mal en los dos tiebreaks. Justo donde más importaba aumentar el nivel.
Novak, este domingo, estuvo intratable. Nos atreveríamos a decir que el nivel que le vimos ayer habría ganado a todos los rivales del circuito. Solo un inmenso Alcaraz se acercó muchísimo, pero no fue suficiente. Un Nole que ya tiene lo que tanto ansiaba, su medalla de oro. Veremos cómo le espolea este triunfo para lo que queda de temporada.
