15 septiembre, 2025

LA REMERA QUE GANÓ SU MÁS IMPORTANTE CARRERA – Historias de los Juegos

LA REMERA QUE GANÓ SU MÁS IMPORTANTE CARRERA – Historias

De entre todos/as los/as debutantes en unos Juegos Olímpicos en París 2024 estaba Jean Mitchell. Se trataba de una remera australiana que tomó parte en la prueba de cuatro. Su puesto final, junto a sus compañeras, fue el noveno; nada especialmente destacable, pues. Pero sí, su sola presencia en los Juegos es una de las historias más humanas que aquellos ofrecieron. Porque Jean fue seleccionada pese a acabar de superar una quimioterapia causada por un tumor cerebral que casi se lleva su vida. Combatió el tumor, superó el duro proceso de la quimioterapia, entrenó duro y pasó a formar parte del equipo nacional para ir a todo unos Juegos Olímpicos. Si eso no es destacable ¿qué lo es?

Jean Mitchell empezó en el deporte del remo cuando era estudiante de instituto. Con apenas 16 años compitió en la prestigiosa Henley Royal Regatta, la flor y nata del remo. Pero justo después su sueño como prometedora y talentosa remera se truncó. Al principio notó en la parte trasera de su cuello una palpitación, pero pensó que se debía al duro entrenamiento que llevaba a cabo, que afectaría a sus músculos. El siguiente síntoma fue empezar a tener borrosa la vista, seguido de una imposibilidad de caminar en linea recta. Fue entonces cuando empezaron las visitas médicas con su madre, pero ninguno de los médicos que visitaban -hasta cuatro- le realizaba a Jean la prueba definitiva que finalmente descubriría la causa de todo ello, hasta que dieron con un médico que sí se la hizo: le descubrieron un tumor de cuatro centímetros en su cerebro. Tras el lógico shock inicial vino la operación para extirpárselo y la consiguiente confirmación que tenía meduloblastoma, un tipo de cáncer cerebral que se desarrolla en la base del cráneo.

Con el billete para competir en París 2024

A partir de entonces se sucedieron largos meses (dos años) de continua batalla y tratamientos, siendo uno de ellos la temida quimioterapia. Jean se la tomaba como una carrera de dos kilómetros -la distancia de las pruebas en remo-. Cada fase de quimio que pasaba sería para ella como remar durante 500 metros. Así, 500 metros tras 500 metros llegaría a la meta deseada. En esa meta Jean llegó en primer lugar, ganó claramente. ¿Qué importa no haber ganado en unos Juegos Olímpicos si has ganado en la carrera más importante de tu vida?

Mostrando determinación y espíritu de lucha Jean volvió a los entrenamientos. Lo hizo incluso cuando estaba aún en el último ciclo de quimio. Fue aumentando los días y las horas pero jamás pensó que llegaría a tiempo de unos Juegos Olímpicos, aunque en 2022 fue ya seleccionada para la temporada internacional y logró medallas con sus compañeras, en esa ocasión en la prueba de ocho. Sin embargo, en todo 2023 no llegó a formar parte de la selección nacional para volver el mismo año en que se iban a disputar los Juegos Olímpicos, esta vez en la prueba de cuatro.

El 30 de junio de 2024 Australia iba a nombrar a sus componentes de los equipos del remo olímpico que viajarían a París y ella estaba entre esos nombres. Formaría parte de las llamadas Rowsellas y, con ello, cumpliría el sueño de ser olímpica que tenía desde niña, desde el jardín de infancia mismo. Así, tras los Juegos pudo taparse las cicatrices que le provocó la operación para extirpar su tumor con el tatuaje de los aros olímpicos. Nunca un tatuaje de ese tipo tuvo una mejor función.

Podemos afirmar que en las aguas de Vaires-sur-Marne, París, compitió una Luchadora, con mayúsculas, que no superó a sus rivales en las aguas pero sí había ganado su más importante batalla.

Foto de Australian Rowing



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