21 octubre, 2025

la odisea de un YouTuber para resucitar un Aventador SVJ destrozado

la odisea de un YouTuber para resucitar un Aventador SVJ

El YouTuber británico Mat Armstrong es famoso, entre otras cosas, por comprar superdeportivos destrozados, restaurarlos y compartir cada paso con millones de seguidores. Su última aventura es, sin duda, la más ambiciosa: un Lamborghini Aventador SVJ Roadster siniestrado, uno de los únicos 800 que existen en el mundo.

Y en pleno proceso de devolverlo a la vida, Armstrong se ha encontrado con un detalle llamativo: un recambio “original” de Lamborghini que en realidad procede de un proveedor externo y que, con el logo de la marca, cuesta diez veces más.

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El recambio que costaba diez veces más por llevar el sello de Lamborghini

En uno de sus últimos vídeos sobre el proyecto, Armstrong enseñaba que una de las muchas piezas que le faltan al SVJ es un cierre de la tapa del motor: un recambio pequeño y sencillo, pero imprescindible. Para comprarlo, acudió al concesionario oficial de Lamborghini y lo encargó: la pieza llegó en su embalaje con número de referencia, juego de llaves y cerraduras. ¿El precio? 700 libras, o unos 833 euros al cambio actual.

Hasta aquí todo bien. La sorpresa llegó al darle la vuelta a la caja: el cierre provenía de AeroCatch, un fabricante independiente de este tipo de piezas y recambios del Reino Unido especializados en superdeportivos y competición. Al buscar en su web, Armstrong encontró exactamente el mismo kit por 70 libras, o unos 83 euros. Sí, diez veces más barato e idéntico al oficial.

Lo de los recambios de ciertas marcas y los precios desorbitados no es nuevo. Por ejemplo, ya contamos en Motorpasión cómo el propietario de un Bugatti Veyron evitó pagar 11.000 euros por un simple botón de los retrovisores. Estas anécdotas reflejan hasta qué punto las marcas de superlujo inflan el coste de componentes que, en ocasiones, comparten con modelos mucho más terrenales. 

El reto de devolver a la vida un SVJ Roadster siniestrado

Pero más allá de la anécdota, el gran reto de Armstrong está en cómo restaurar el propio coche y reparar daños estructurales. Y es que el Aventador SVJ Roadster, que el YouTuber compró en una subasta había sufrido un fuerte impacto frontal, aunque sorprendentemente ninguno de sus airbags se había desplegado.

Como resultado, el frontal era un amasijo de piezas dobladas, con sensores ausentes, cableado desconectado y reparaciones previas mal ejecutadas. El motor tampoco arrancaba, ni siquiera aplicando corriente directa… y la transmisión estaba bloqueada en una marcha. Lo cuenta todo en distintos vídeos que son casi adictivos para todo ‘petrolhead’ de bien. 

Tras consultar a un especialista, Armstrong aplicó un desbloqueo de emergencia que permitió arrancar el V12 atmosférico. Poco después, el SVJ rodaba de nuevo, aunque con cautela, en lo que fue «su primera prueba» tras el siniestro. Armstrong, entusiasmado, lo bautizó como ‘Suzanne’. Y todavía le quedan muchas horas por delante, aunque seguro que merecerá la pena.

Un Lamborghini aún «más especial» que el resto

El Lamborghini Aventador SVJ Roadster es uno de los superdeportivos más exclusivos de Sant’Agata Bolognese. Monta un motor V12 de 6,5 litros con 770 CV, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 2,9 segundos y superar los 350 km/h. En 2018, el SVJ Coupé marcó récord en Nürburgring, y la versión descapotable apenas aumentó 50 kg respecto al cerrado.

Se trata, por tanto, de una pieza de colección que seguramente volará del garaje del YouTuber unavez esté acabado. Mientras, verle resucitar una unidad destrozada es un espectáculo que combina entretenimiento con un valioso recordatorio: mantener un superdeportivo como este puede ser tan desafiante como conducirlo.

Mat Armstrong no solo está devolviendo a la vida a un Lamborghini destrozado, pese al trabajo y los gastos que esto conlleva: está devolviendo a la carretera un auténtico unicornio. Y no es la primera vez que se enfrenta a algo así: ya ha rescatado un Porsche GT3 RS siniestrado, un Aston Martin DBX que había estado bajo el agua e incluso un Ferrari destrozado que reconstruyó durante seis meses para regalárselo a su padre.

Imágenes | @MatArmstrongbmx

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