La feroz crítica de Alcaraz a la ATP por su último cambio: «Es una locura»
No fue el mejor día en la oficina para Carlos Alcaraz. El murciano buscaba seguir con las buenas sensaciones y con su racha de invencibilidad sobre la hierba del ATP Queen’s 2024, pero hoy enfrentó a un Jack Draper en estado de gracia que a base de certeros saques y valientes restos terminó por maniatar y domar el tenis de Carlos. Se despide del torneo británico con una derrota en segunda ronda que no es ni mucho menos preocupante, teniendo en cuenta el poco descanso desde que conquistase Roland Garros 2024, y el enorme nivel de su rival… pero sí lo hace con una gran conclusión: hay que cambiar la última regla implementada por la ATP.
Y ustedes se preguntarán: ¿de qué regla estamos hablando? La respuesta es sencilla y hace referencia al tiempo que existe entre punto y punto. En el enésimo intento de la ATP por «agilizar» el deporte y quitar la mayor cantidad de «tiempo muerto» posible en cada encuentro, esta semana el circuito pone a prueba una modificación sensible: ahora el reloj que marca el tiempo entre punto y punto se activa justo al final de cada punto. Hasta ahora, ese reloj era activado por el juez de silla una vez apuntaba el marcador tras cada intercambio; ahora se activa de forma inmediata y automática, sin esperar a ninguna acción por parte del árbitro.
Lo que podría parecer algo bastante insignificante y que apenas puede ganar un par de segundos, sin embargo, no ha sentado del todo bien a Carlos. El murciano tiene muy claro que esta modificación tiene un efecto importantísimo en el ritmo de juego y mete una presión extra al sacador, una presión que sintió en su derrota ante Draper hoy. «Esta nueva norma es una locura y es mala para los jugadores», afirmaba al ser preguntado en una rueda de prensa recogida por EFE.
¿CÓMO AFECTA AL JUGADOR?
Lo cierto es que Carlos explicó con pelos y señales de qué forma se manifiesta este cambio, dejando claro que ahora el reloj «nunca para» y que se activa «directamente» tras la finalización del punto anterior. «Si acabo el punto en la red, no me da tiempo ni a ir a por las pelotas. No me refiero a ir a por las toallas, no, estoy hablando de que no hay tiempo ni para ir a por las bolas. Es una locura, es algo que jamás había visto en este deporte», expresó con enfado el de El Palmar, que confirmó que va a hablar con la ATP para tratar de dar una vuelta de tuerca a esta regla. Su próxima cita, eso sí, estará alejada de estas modificaciones: toca volver a Wimbledon, un Grand Slam en el que ya sabe lo que es triunfar… sin relojes de por medio.
