Jasmine Paolini, cuestión de confianza en Roland Garros

Una de las cosas más bonitas de los torneos de Grand Slam es ver a los jugadores rompiendo su techo. Jasmine Paolini es el mejor ejemplo, alguien que hasta 2024 nunca había pisado una segunda semana de competición, pero que ahora le tenemos entre las ocho mejores del cuadro femenino de Roland Garros. Tenía que ser en París, allí donde ya lo logró su entrenador en 1995, demostrando que esta superficie siempre le tuvo reservado un premio especial. Tras remontar ante Elina Avanesyan y antes de medirse a Elena Rybakina, es momento de escuchar las palabras de la jugadora italiana.
Primeros cuartos de final en Grand Slam
“Por supuesto que sienta fenomenal llegar hasta aquí, por eso estoy tan feliz. Hoy ha sido un partido complicado, no empecé tan bien como otras veces, quizá estaba un poco nerviosa. Pero luego me repetí a mí misma todo el rato que debía mantener la calma y tratar de encontrar la manera de avanzar. Al final salió todo bien, así que estoy muy satisfecha”.
Remontada ante Avanesyan
“Todo empezó a cambiar cuando estaba 0-4 abajo, ya sabes, en ese momento comencé a relajarme, intenté estar más tranquila, a jugar cada punto y golpear siempre la pelota correcta. Lo más importante era estar concentrada dentro de la cancha. Cuando estaba defendiendo, me decía a mí misma que por favor jugara cruzado, que me olvidara de la línea de fondo, ya que estaba cometiendo muchos errores no forzados. A partir de ahí empecé a estar mucho más tranquila, a entender mejor el juego”.
La confianza, clave en su salto de calidad
“Creo que simplemente trato de trabajar en mis cosas, tanto dentro de la cancha como fuera de ella, pero por supuesto que estas victorias y estos torneos también ayudan. Jugué algunos encuentros importantes el año pasado con algunas rivales de primer nivel, así que eso seguro que ayudó a ganar confianza en mí misma. Ahí es cuando me di cuenta que estaba preparada para jugar ante esas jugadoras, así que por eso ahora creo mucho más en mí. Cuando entro en la cancha sé que es difícil, pero sé que tendré una oportunidad, antes directamente pensaba que no era capaz. Pensaba que necesitaba un milagro, pero ahora está todo bien, sé que tendré mis opciones. Eso sí, tendré que jugar muy bien”.
Furor en el tenis italiano
“Cada una de nosotras está haciendo su propio camino, su propia carrera, pero seguro que el hecho de ir ganando todos nuestros partidos ayuda de alguna forma a reforzarnos. Ahora mismo nos estamos presionando los unos a los otros, algo por lo que también estoy muy feliz. Jannik está bien, Lorenzo también está bien, tenemos a Arnaldi, a Elisabetta, Lucia, Martina, todo el mundo está jugando bien, a muchos nos está yendo muy bien. A todos nos ayuda ver a otros, siempre emociona ver a los chicos ganando”.
Italiana, polaca y ghanesa
“Siempre digo lo importante que es para mí tener estas raíces, estoy orgullosa de tener sangre diferente en mi cuerpo. Por supuesto que me siento italiana por encima de todo, al final nací en Italia, soy italiana, pero creo que esto sigue siendo una parte muy importante en mi vida. Mi mamá es polaca, pero mi abuelo es de Ghana, creo que por eso soy tan rápida corriendo (risas). Cuando era más joven, cuando tenía 10 años, todos los veranos iba a Polonia, incluso puedo hablar en polaco. Eso creo que es algo que me aporta como persona, es una ventaja, me da algo más”.