Iga Swiatek supera a Coco Gauff para volver a la final de Roma

En algo menos de dos horas, Iga Swiatek volvió a robarle el show a Coco Gauff, confirmando un día más que se trata de su bestia negra, apartándola por enésima ocasión de una gran final (6-4, 6-3). Era la primera vez que se enfrentaban esta temporada, pero el resultados fue un recuerdo de todas las anteriores, con una polaca tremendamente superior en los momentos clave. Once triunfos consecutivos para la actual reina del circuito, que espera por Danielle Collins o Aryna Sabalenka en su tercera final del WTA 1000 de Roma.
Pese a estar en un evento de esta categoría, pese a ser la Nº1 contra la Nº3, pese a llegar ambas mostrando su superioridad en cada ronda, el partido de esta tarde en el Foro Itálico tenía trampa. Se enfrentaban Iga Swiatek y Coco Gauff en la primera semifinal, en principio, un cartel brutal donde el desenlace tendría que estar abierto a múltiples posibilidades. Sin embargo, el cara a cara entre ambas tumbaba de un plumazo esta perspectiva. Diez encuentros disputados, nueve triunfos para la polaca. Ganamos tiempo al destacar dónde ocurrió ese único despiste de la polaca, en semifinales de Cincinnati del curso anterior. Sí, fue en un WTA 1000 y en esta misma ronda, pero la tierra batida apartaba cualquier comparación que se nos viniera a la mente.
Ni mucho menos estamos ante una superficie donde la estadounidense rinda por debajo de sus posibilidades, pero es verdad que la arcilla es la alfombra de Swiatek, las condiciones donde la polaca marca una mayor distancia con sus oponentes. Si a esto le sumamos la batalla mental que lleva años ganándole a Gauff, era de esperar que este jueves las cosas pudieran acabar de nuevo a favor de la europea. No por el arranque de partido, con un 2-0 de salida a favor de Coco, pero este espejismo no duró más que eso, un par de juegos. La Nº1 del mundo se puso el mono de trabajo, inició la remontada y acabó imponiendo su autoridad por 6-4. ¿Que cómo lo hizo? Jugando al máximo nivel, sin perder rueda en ningún momento y metiéndose en la cabecita de su rival.
El mejor ejemplo lo encontramos en el 4-4, cuando Gauff acaba perdiendo un juego que dominaba por 40-0. Una situación que en el 90% de los casos supone el juego, cambia radicalmente si al otro lado está la mejor raqueta del ranking. Esos miedos fueron trastocando los planes de la jugadora de Delray Beach, hasta el punto de ver cómo una doble falta sentenciaba sus opciones y la ponía contra la pared. Evidentemente, no perdonó Iga en el juego siguiente, que se anotaba en apenas dos minutos dos pequeñas victorias: la deportiva y la psicológica. Brad Gilbert, un experto en afrontar momentos donde la mente acapara todo el peso de la escena, escondía la mirada entre la grada. ¿Estaba ya perdido el partido?
SWIATEK NUNCA DUDA
La respuesta a la pregunta anterior es facilísima: SÍ. En estos momentos hace falta algo más que un partido perfecto para ganar a Iga Swiatek, una realidad que Gauff está lejísimos de alcanzar. No nos vale la excusa de su edad, ya que ambas son jovencísimas. Tampoco nos vale la de la experiencia, puesto que se han enfrentado ya en once ocasiones. Simplemente, pese a ser las dos muy buenas, hay una que descansa en un escalón mucho mayor, una mesa donde habitualmente suele comer a solas, sin compañía, aunque de vez en cuando saque una silla para recibir a Sabalenka. Nadie más. Con el primer set en el bolsillo, la emoción descendió casi hasta el suelo, ya que la única pregunta era cuándo lograría Iga el siguiente break.
Llegaría en el quinto juego, tampoco se explayó demasiado. Lo que pasó después ya lo sabemos, carretera y manta. El sábado, en su tercera final en el WTA 1000 de Roma, la vigente campeona de Madrid luchará por seguir construyendo un palmarés de escándalo a sus 22 años.