20 septiembre, 2025

hoy toda su colección se subasta en Chicago

hoy toda su colección se subasta en Chicago

Chicago se despide de un auténtico templo para los amantes del motor. El museo Klairmont Kollections, considerado uno de los más sorprendentes de su tipo en EEUU, ha cerrado definitivamente sus puertas. Ahora, su impresionante inventario pasará por el mazo de Mecum Auctions en la subasta “Larry’s Legacy”.

Hablamos de una impresionante colección de casi 300 coches únicos y más de 1.000 piezas de arte relacionadas con el motor (desde carteles publicitarios vintage y surtidores de gasolina restaurados hasta objetos decorativos). Una oportunidad irrepetible para coleccionistas, pero también el final de una institución que en apenas 15 años se convirtió en referente del automovilismo norteamericano.

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El sueño americano de Larry Klairmont

El museo fue el sueño cumplido de Larry M. Klairmont, un hombre cuya biografía parece sacada de una novela del siglo XX estadounidense. Nacido en 1926 en una familia humilde de Chicago, se alistó en los Marines con apenas 16 años y combatió en batallas clave de la Segunda Guerra Mundial como Iwo Jima y Saipán, donde recibió dos Corazones Púrpura, dos Estrellas de Plata y una Estrella de Bronce.

Tras la guerra, levantó la cadena de tintorerías ‘Imperial Cleaners’ y más tarde el emporio inmobiliario ‘Imperial Realty Company’, que aún gestiona cientos de propiedades en Chicago. Su éxito le permitió volcarse en su verdadera pasión: los coches. Lo que comenzó con un Plymouth de 1935 acabó convirtiéndose en una de las colecciones privadas más espectaculares, eclécticas y especiales del país.

Una colección de coches única en su especie

Klairmont llegó a reunir más de 600 coches, repartidos por distintas naves y almacenes de Chicago. Fue su pareja Joyce Oberlander quien le animó a reunirlos bajo un mismo techo. Así nació el Klairmont Kollections en 2011, instalado en un antiguo edificio industrial de 9.300 m² que más tarde se transformó en museo sin ánimo de lucro abierto al público en 2018.

Pronto el Klairmont Kollections se convirtió en un recurso cultural de primer nivel en Illinois. En sus salas convivían carruajes de principios del siglo XX, muscle cars de los 70, exóticos europeos, microcoches, prototipos extravagantes y coches de cine, además de otras rarezas. Su misión: preservar la historia del automóvil e inspirar a nuevas generaciones.

Entre sus piezas más llamativas hay un Tatra T87 de 1947, una réplica del mítico Tucker ’48, un ‘Amphicar’, varios Bricklin SV-1 (incluido un número de serie 001), un Corvair con apenas 20 millas (32 km), coches de cine como los “Batmóviles” de Adam West y Michael Keaton, el “Black Beauty” de Green Hornet y hasta la “Mystery Machine” de Scooby-Doo.

Golden
Golden

Golden Sahara II

Pero además de rarezas, la colección del Klairmont Kollections incluye coches de enorme valor histórico como el Golden Sahara II: icono futurista de los años 50, famoso por sus neumáticos iluminados de Goodyear; el Lincoln Continental Concept 2002 (un prototipo con motor V12 Aston Martin que nunca llegó a producción) o un Rickenbacker Eight Super Sport de 1926: posiblemente el único superviviente de la marca fundada por el as de la aviación Eddie Rickenbacker.

También un Vortex X-2000 de 1962 (un triciclo futurista con chasis tubular y gadgets inverosímiles), un Kissel 8-126 White Eagle Speedster de 1929 y un American Tourist de 1906, que representan la transición entre el carruaje y el automóvil moderno. La lista es inmensa.

Tatra
Tatra

Tatra t87

Además de los coches, también es digna de mención la gigantesca colección de road art de Klairmont: desde neones y señales de gasolineras históricas hasta surtidores de combustible restaurados, mobiliario de época e incluso carteles de concesionarios que ya no existen. Un viaje paralelo a la historia del automóvil, más accesible para quienes no pueden pujar por un coche de seis cifras.

Un valioso legado que seguirá custodiado por amantes del motor

Los pasados 13 y 14 de septiembre el museo abrió por última vez sus puertas al público, con una despedida cargada de emoción. Desde ayer, los coches han comenzado a cambiar de manos en Mecum, y el martillo seguirá sonando hasta mañana domingo.

Subasta 2
Subasta 2

Como señala la casa de subastas en la presentación de la venta: “Esta subasta celebra el impacto duradero del fallecido Larry Klairmont, cuya pasión por preservar la historia del automóvil dio lugar a uno de los museos más extraordinarios del país”. El Klairmont Kollections ya es historia, pero su espíritu no se pierde: renace ahora en cientos de garajes privados, donde sus coches seguirán brillando.

Imágenes | Mecum Auctions

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