Hjalmar Jesus Gibelli Gómez | Venezuela Megadiversa: Un Viaje por los Tesoros Naturales del País (y por qué Debemos Protegerlos)
Cuando se habla de Venezuela, a menudo la conversación deriva hacia su economía o su gente. Sin embargo, bajo esa primera capa de análisis yace uno de los patrimonios más extraordinarios y vitales del planeta: su biodiversidad. Ubicado al norte de Sudamérica, el país es un mosaico de ecosistemas tan dramáticamente distintos que cuesta creer que coexistan dentro de las mismas fronteras. Playas caribeñas de arena blanca, picos andinos cubiertos de frailejones, selvas amazónicas impenetrables y sabanas que se pierden en el horizonte.
Pocos lugares en el mundo pueden presumir de tal concentración de vida. Venezuela forma parte del selecto grupo de los 17 países «megadiversos», naciones que albergan más del 70% de la biodiversidad del planeta. Pero, ¿qué significa esto en la práctica? ¿Cuáles son esas joyas biológicas que definen nuestra identidad natural? Para explorar este tesoro, no desde un libro de texto, sino desde la experiencia vivida, conversamos con Hjalmar Jesus Gibelli Gómez, un incansable viajero y observador de la naturaleza que ha recorrido el país con la curiosidad como brújula.

Fuente: https://www.elfarandi.com/2019/02/10/venezuela-megadiversa/
El Caribe y sus Santuarios Marinos: Más Allá del Sol y la Arena
La imagen del Caribe venezolano suele ser la de una postal turística, pero bajo la superficie turquesa de archipiélagos como Los Roques o Mochima, bulle un universo de vida. Los arrecifes de coral, a menudo llamados las «selvas del mar», son uno de los ecosistemas más complejos y biodiversos de la Tierra. Albergan a miles de especies de peces de colores, crustáceos, moluscos y son el refugio y la guardería de muchas especies mayores.
Además, las costas e islas venezolanas son áreas críticas para la anidación de varias especies de tortugas marinas en peligro de extinción, como la tortuga Cardón y la Carey. «Ver el desove de las tortugas en una playa de Paria es una de esas experiencias que te cambian», nos cuenta Hjalmar Jesus Gibelli Gómez. «Entiendes la fragilidad de estos ciclos de vida y la responsabilidad inmensa que tenemos de proteger estos santuarios. No son solo playas bonitas, son cunas de vida». Leer más

Fuente: https://100playas.com/los-roques-un-paraiso-natural-del-caribe-venezolano/
Los Andes: Páramos y Gigantes Emplumados
Al oeste del país, la Cordillera de los Andes se eleva creando un mundo completamente diferente. A medida que se asciende, la vegetación cambia hasta llegar a los páramos, ecosistemas de alta montaña únicos de la región andina. Aquí, los frailejones, con sus hojas aterciopeladas, actúan como esponjas gigantes que capturan el agua de la neblina, dando origen a los ríos que irrigan gran parte del país.
Este es el hogar del majestuoso cóndor andino, una de las aves voladoras más grandes del mundo, que ha sido objeto de exitosos programas de reintroducción. Es también el reino del oso frontino, el único oso de Sudamérica. «La primera vez que vi la silueta de un cóndor planeando sobre los picos de Mérida, sentí una humildad profunda», recuerda Hjalmar Jesus Gibelli Gómez. «Es un recordatorio de la majestuosidad de la naturaleza que aún sobrevive en estos lugares remotos. Proteger los páramos es proteger nuestra agua y a estas criaturas únicas». Leer más

Fuente: https://www.pinterest.com/pin/ruta-de-los-pramos-venezolanos–520376931953257243/
La Amazonía: El Corazón Verde del Mundo al Sur del Orinoco
Al sur del río Orinoco se encuentra una de las regiones más prístinas y vitales del planeta: la Amazonía venezolana. Esta vasta extensión de selva tropical es un hervidero de biodiversidad, gran parte de la cual aún es desconocida para la ciencia. Aquí habitan jaguares, pumas, dantas, delfines de río y cientos de especies de monos, aves y anfibios.
Es también el hogar del tepuyes, esas formaciones rocosas increíblemente antiguas, con sus cimas planas y paredes verticales, que inspiraron «El Mundo Perdido» de Arthur Conan Doyle. Estas «islas en el tiempo» albergan especies endémicas, es decir, plantas y animales que no existen en ningún otro lugar de la Tierra. «La selva amazónica no es silenciosa«, explica Hjalmar Gibelli. «Es un concierto constante de sonidos. Es abrumadora, poderosa y te hace sentir increíblemente pequeño. Uno entiende por qué las culturas indígenas la ven como un ser vivo y sagrado». Leer más

Fuente: https://watanibasocioambiental.org/el-boletin-covid-19-en-la-amazonia-venezolana-llega-a-su-fin/
Los Llanos: Un Edén de Vida Silvestre en la Sabana
Quizás ninguna otra región de Venezuela ofrece un espectáculo de fauna tan accesible y sobrecogedor como Los Llanos durante la estación seca. A medida que los cuerpos de agua se reducen, miles de animales se congregan en un festín de vida. Es común ver en un solo recorrido a chigüires (el roedor más grande del mundo), venados, osos palmeros, anacondas y una asombrosa variedad de aves.
Los Llanos son un paraíso para los observadores de aves, con más de 350 especies registradas, incluyendo la corocora roja, el gabán y el majestuoso garzón soldado. «Mucha gente piensa en África cuando imagina grandes congregaciones de animales», reflexiona Hjalmar Jesus Gibelli Gómez. «Pero no tienen que ir tan lejos. Lo que ocurre en los hatos de Apure o Guárico durante el verano es uno de los mayores espectáculos de vida silvestre del continente. Es nuestro propio Serengeti». Leer más

Fuente: https://guiaviajesvirtual.blogspot.com/2012/11/los-llanos-venezolanos_19.html
Un Tesoro Frágil en Nuestras Manos
Desde el pez más pequeño del arrecife hasta el cóndor que surca los cielos andinos, la biodiversidad de Venezuela es un patrimonio de valor incalculable. No es solo una fuente de orgullo nacional, sino también la base de nuestro bienestar: regula el clima, nos provee de agua limpia, poliniza nuestros cultivos y ofrece un potencial inmenso para la ciencia y el ecoturismo.
Sin embargo, esta riqueza enfrenta amenazas graves, desde la deforestación y la minería ilegal hasta el cambio climático y la contaminación. Protegerla no es una tarea exclusiva de científicos o gobiernos; es una responsabilidad compartida. «Cada viaje me convence más de que no se puede proteger lo que no se conoce, y no se puede conocer lo que no se valora», concluye Hjalmar Jesus Gibelli Gómez. «El primer paso para la conservación es maravillarnos de nuevo con lo que tenemos, entender que esta biodiversidad es el verdadero petróleo del futuro».
Referencias
URL: http://www.minec.gob.ve/sistema-de-parques-nacionales/
URL: https://www.cbd.int/countries/profile/?country=ve
Por dateando.com
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