Esta es la historia de Carlota Martínez Cirez, la tenista española que sueña con el top100
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Si Carlota Martínez Cirez (Zaragoza, 2001) hubiese jugado en los años 90, seguramente se hablaría mucho más de ella. Una tenista aguerrida, sólida, ágil y feliz cuando pisa la tierra batida, pero ubicada en una época donde la potencia y el físico dominan al resto de factores. De ahí que le haya tocado renovarse, buscar un camino diferente al éxito, aunque siempre sosteniendo la misma filosofía: trabajo, trabajo y trabajo.
Antes de cruzar mañana en el primer turno de la Pista 5 ante Maya Joint, el deber de Punto de Break era sentarse con la jugadora de 24 años, actualmente #244 de la clasificación, una de las tres españolas que veremos en acción en este Mutua Madrid Open 2025 junto a Paula Badosa y Jessica Bouzas. Su historia está basada en el esfuerzo, en la pasión por lo que hace y en una confianza ciega en sus posibilidades. Claro, que todo se entiende mejor si es ella misma quien la cuenta.
Estás a las puertas de tu primer WTA 1000, ¿qué se siente?
Es el torneo más importante que he jugado nunca, lo afronto con muchísima ilusión, estoy con confianza y vengo entrenando bien. Tengo muchas ganas de jugar mañana.
Eres la única española con WC del torneo.
He tenido la suerte de que IMG haya confiado en mí, así que muy contenta y súper agradecida por haberme dado esta invitación.
¿Por qué crees que te la han dado a ti?
IMG me ayuda de vez en cuando y en este torneo lo han hecho. Me hace mucha ilusión jugar en casa, así que esta vez me ha tocado a mí.

Habías jugado la previa varios años, ¿te gustan las condiciones?
Me gusta la altura, sí. La pelota bota bastante y, en mi caso, tengo buena velocidad de mano, así que me gusta mucho jugar aquí. He jugado cuatro años la fase previa, recuerdo que la primera vez me tocó contra Sabalenka en primera ronda. Los otros años los disputé gracias a una invitación de IMG, es un torneo espectacular, como española que soy es un lujo jugar en casa.
¿En serio te tocó con Aryna en la Qualy?
Sabalenka ya estaba #44 del ranking, pero le tocó pasar por la Qualy porque el cuadro era más pequeño, no es como ahora. Yo casi ni la conocía, estaba empezando a jugar el circuito profesional, pero ya pegaba unos palos… era obvio que esta chica se iba a meter muy arriba.
Eres la #11 mejor española del ranking y, sin embargo, apenas hay información tuya en internet. ¿Cuál es tu historia?
Soy de Zaragoza, empecé jugando el circuito junior y allí conseguí ser top50. Jugué la fase final de los cuatro Grand Slams, una experiencia muy bonita, hasta que con 19 años empecé a disputar el circuito ITF. Desde hace seis años entreno en la Academia PRO-AB de Barcelona, con José María Arenas y Jesús Sánchez. Estoy súper contenta, siempre me han tratado genial, así he ido subiendo el nivel poco a poco hasta llegar aquí.
¿Cómo definirías tu estilo de juego?
Siempre fui una jugadora con un tenis defensivo pero, actualmente, o juegas al ataque o es muy complicado. Las jugadoras cada vez tienen más fuerza, se tira más duro, así que he tenido que cambiar mi forma de jugar para adaptarme. Me ha costado un poco, nunca es fácil cambiar tu estilo, lo bueno es que no me obsesiono con el resultado o el ranking. Quiero evolucionar, tengo paciencia y plena confianza en lo que me dice mi equipo. Estoy segura que los resultados llegarán si sigo trabajando.
Con 24 años estás luchando por romper la barrera del top200. Esta situación hace dos décadas sería inviable.
El otro día hablaba sobre este tema con unas jugadoras. Ahora mismo hay tenistas que aguantan hasta los 40 años, antes la gente se metía arriba mucho más joven, pero ahora no es un fracaso si con 24 años no te has metido top100 o top150. Hoy en día vemos gente jugando con 38 años, el otro día mismo entrené con Sara Errani, que ahora está #130 y sigue jugando grandes torneos. Para mí no es un fracaso, seguiré trabajando y focalizada en mi tarea.

No debe ser fácil ver cómo otras chicas de tu generación sí pegan ese salto.
Soy cero envidiosa, cada una tiene su carrera, su camino, pero sí es cierto que llevo un tiempo en el #240 sin moverme demasiado […] Por supuesto que me gustaría estar más arriba, pero estoy focalizada en el proceso y en seguir trabajando, no puedes obsesionarte con el resultado porque siempre vendrán momentos malos y de mucha tensión.
En el tenis puedes hacer todo bien y no tener resultados. Es un poco cabrón este deporte.
Por eso soy tan trabajadora, en todos los entrenamientos intento dar el máximo, aunque hay veces que haces todo bien y no se dan las cosas en los torneos. Hay que tener paciencia, evolucionar paso a paso y no obsesionarte con el ranking. Puedes trabajas un montón de horas al día y no llegar los resultados que quieres, pero no puedes machacarte. Lo que más satisfacción da es ver la pelea diaria, el esfuerzo de cada semana.
Económicamente, ¿se puede vivir con tu ranking?
No, estando #240 no se puede. Estoy al límite, muy cerca de las Qualys de los Grand Slam, si consigues jugar estos cuatro torneos sí recibes un impulso brutal. De lo contrario, es imposible ganarse la vida con esto. Aquí en Madrid voy a tener un gran apoyo, pero mi realidad está en jugar los 35K o 75K, aunque aquí o ganas el torneo o no ganas dinero. Incluso haciendo semifinales o final pierdes dinero. Con mi ranking actual no se vive de esto, pero la cosa cambia si entras en las previas de los Grand Slam. Da rabia si lo piensas… estás entre los 240 mejores del mundo y no te ganas la vida con el tenis. Es una pena que en los torneos pequeños no se cobre apenas dinero.
Además del tenis, ¿ocupas tu tiempo con algo más?
Ahora mismo estoy focalizada 100% en el tenis, acabé la selectividad y de momento estoy con los cinco sentidos en el deporte. Es un deporte muy mental, necesitas trabajar mucho dentro y fuera de la pista.
¿Cómo es trabajar con José María Arenas?
Para mí es el mejor (risas). Desde que llegué a la Academia hace seis años me ha tratado como si fuera su hija, además de que sabe un montón, ha llevado a grandes jugadores y eso se nota a la hora de competir. Entrenando es una persona con muchos conocimientos en lo técnico, lo táctico y lo mental. Me ha hecho mejor jugadora y también mejor persona, eso no tiene precio.

Entre Irene Burillo y tú, ¿quién es la mejor tenista aragonesa?
(Risas) Estamos parecidas de ranking, no hay muchas posiciones entre nosotras. Yo soy de Zaragoza ciudad y ella es de Caspe, pero al llevarnos cuatro años no coincidimos mucho de pequeñas. Ahora sí que nos vemos en los torneos, es una gran jugadora y una gran compañera.
Entiendo que allí Conchita Martínez representa el cielo tenístico.
Conchita Martínez y Eva Bes, con la que pude entrenar alguna vez en el club de tenis. Pero sí, por supuesto que Conchita siempre ha sido la top de Aragón. Como jugadora no la vi mucho, era muy pequeñita, pero ahora está haciendo un trabajo espectacular con Andreeva, es impresionante.
¿A qué edad empezaste a jugar?
Bastante tarde, con 10 años. Hay gente que empieza con 4-5 años, pero en mi familia nadie jugaba a tenis, así que empecé en mi pueblo jugando al frontón con mi padre. Luego me fue gustando y, a partir de ahí, con 10 años fui a un club de Zaragoza. Empecé a competir y súper contenta hasta ahora.
¿Nunca has pensado en dejarlo?
Muchas, hay veces que te dan ganas de mandarlo todo a… (risas). Amo este deporte, me encanta competir, aunque haya momentos duros hay que saber gestionarlos con la ayuda de tu equipo. Es importante que tu gente esté contigo en las buenas y en las malas, por suerte nunca me han dejado sola. Al final, creo que todo el mundo pasa por momentos malos.
Cuéntame uno.
El año pasado, sin ir más lejos. Los primeros seis meses no me sentía bien, perdí muchísimos partidos, pero seguí trabajando y creyendo en mí. Al final, durante los últimos cuatro meses jugué siete finales y gané tres torneos, además de otras cinco semifinales. A final de año, haciendo balance, todo mereció la pena. Ahora me está volviendo a pasar, empecé el 2025 quedándome fuera del Open de Australia por dos posiciones. Jamás una jugadora se había quedado fuera siendo #226 del ranking, ese momento fue durísimo porque además viajé hasta allí. Económicamente fue un palo, pero sobre todo fue un golpe anímico. Está siendo una temporada complicada, pero hay que seguir trabajando, esa es mi filosofía.

¿Qué resultado persigues?
A nivel de resultados, como todo tenista, quieres meterte top100 y jugar los torneos grandes, los Grand Slam y WTA 1000. Por encima de esto, lo más importante es hacer bien las cosas, competir bien y estar ahí día a día, sobre todo en los malos momentos. Si cumples esto los resultados acaban llegando, pero todos estamos luchando por lo mismo.
¿Algún sueño por cumplir?
Mi torneo favorito, el que más ilusión me haría jugar, es Roland Garros. Ojalá pueda hacer allí mi mejor resultado, pero el simple hecho de estar en este ambiente de torneos para mí ya es mucho.
