es una filmoteca con ruedas
Las Airstream están consideradas los Ferrari de las caravanas: su inconfundible diseño retro y el lujo interior son santo y seña. Pero esta es posiblemente la más especial que ha existido: fue el hogar de Tom Hanks durante más de 25 años en más de una docena de rodajes.
Además de las comodidades que exige una estrella, es todo un museo del cine en clave caravaning: un paseo lleno de recuerdos de todas las películas que presenció. Si sus paredes hablaran contarían no pocas vivencias. Hanks la acabó vendiendo porque ya apenas la utilizaba: los rodajes «ahora van demasiado rápido».
Como en casa en los rodajes con recuerdos de Hollywood en cada esquina
Un buen día, en 1992, Tom Hanks decidió que se acabó eso de dormir y vivir en un motorhome anodino cedido por la productora. «He pasado demasiado tiempo en remolques normales con una decoración fea y muebles horriblemente incómodos». Así que se hizo con su propia casa rodante. No escogió mal: optó por una Airstream Model 34 Limited con paquete Excella 1000.
«Una Airstream es preciosa y acogedora». De 10,7 metros de largo, 3,3 toneladas de peso y la capacidad de albergar hasta 726 kg adicionales, la diseñó a media con un sinfín de comodidades. La zona principal integra la sala de estar, con un sillón de tres plazas con patas desmontables para que cupiera por la puerta y hasta una chimenea eléctrica. En este espacio encontramos también un comedor o la cocina totalmente equipada: fregadero, fuegos a gas, horno, una nevera grande como la de una casa y no pocos armarios y muebles de madera.


Por supuesto no falta el aseo: con plato de ducha, lavabo integrado en un mueble de baño, un espejo de camerino y WC. Ni su habitación, con cama individual y un pequeño estudio. El suelo es de parqué y las paredes van recubiertas en textil o madera. «Una Airstream es preciosa y acogedora: todos los que visitaron la mía se fueron queriendo una».
Para alimentar todas sus comodidades dispone de un generador independiente Honda ES 6500 de 120/240 V: el equipamiento eléctrico, iluminación, calefacción aire acondicionado, el calentador de agua, el toldo exterior… hasta las persianas son eléctricas.


Puro cine. Aparte de ser una estupenda casa móvil, haber estado presente en tantos rodajes la convierten en una suerte de pinacoteca del cine. Hanks la estrenó en ‘Algo para recordar’ (1992) y la utilizó hasta la grabación de ‘El Círculo’ (2017). El actor residió en ella mientras rodaba ‘Forest Gump’ ‘Philadelphia’, ‘Apolo 13’, ‘La milla verde’, ‘That Thing You Do! (The Wonders)’, ‘Polar Express’, ‘Náufrago’, ‘Cloud Atlas’ o ‘Sully’, entre otros títulos.
Era habitual lugar de reunión del elenco de actores, donde debatían ideas o simplemente se relajaban en los descansos. Allí, junto a Kevin Bacon y Bill Paxton los tres disfrutaron de un documental de Buster Keaton mientras recordaban que los astronautas del Apolo 11 guardaron cuarentena en una Aistream tras pisar suelo lunar.


También un refugio ante las imponderables inclemencias del tiempo, esas que ponen patas arriba la planificación y paran rodajes. «No has vivido bien hasta que sobrevives a una tormenta eléctrica que te paraliza la película en una Airstream durante una filmación en Carolina».
Por cada rodaje en el fue su vivienda, Hanks adornó las ventanas con adhesivos en forma de claqueta indicando el título de la película o la productora. También con pegatinas relacionadas con las películas (la NASA, FedEx) o meramente de los lugares de las localizaciones como imanes de souvenir en la nevera. E hizo acopio de atrezo útil, por ejemplo vasos y tazas. El oscarizado actor estampó además su firma en el split del aire acondicionado y en los armarios de la cocina.


Vendida por 200.000 euros. En 2021, Tom Hanks consideró que había llegado el momento de hacer hueco en su repleto garaje. Junto a varios coches, como un Toyota Land Cruiser FJ40 personalizado, un Tesla Model S en color verde botella (una tonalidad que no está entre las que ofrece la marca) o un curioso Polski Fiat 126p, puso a disposición del mejor postor su Airstream.
Bonhams se encargó de la venta, en su subasta Quail Lodge Auction celebrada durante la Monterey Car Week. Esta caravana llena de recuerdos fue la joya de la corona de la colección Hanks: se vendió por 235.200 dólares, triplicando lo que el artista pagó por ella. Al cambio hoy, unos (unos 200.000 euros al cambio).
Quien se hizo con sus servicios se desconoce: Bonhams nunca hizo pública la identidad del comprador. Estaba en perfecto estado, así que su nuevo dueño puede viajar perfectamente con ella y presumir de casa móvil de ilustre propietario. Afortunadamente, no hay noticias de que haya terminado en un aburrido museo.
Imágenes | Bonhams
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