16 octubre, 2025

¿Es tan importante Soteldo? – Líder en deportes

¿Es tan importante Soteldo? - Líder en deportes


La dura noticia de la lesión de Yeferson Soteldo en Brasil cayó como un rayo en la oscuridad del fútbol venezolano. El jugador del estado Portuguesa ha sido visto como un hombre imprescindible en la alineación de la Vinotinto, y no se puede negar su aporte en el equipo. Sus descolgadas por el lado izquierdo del campo abren trochas a los adversarios, un recurso necesario para armar el ataque. Soteldo cayó en desgracia en un partido del Santos ante el Corinthians, y tal accidente habrá que verlo en dos sentidos. Además de la urgencia de que el hombre esté en la selección nacional en los partidos de junio ante Bolivia y Uruguay, en el equipo brasileño varios “leones afeitados”, como se decía en viejos tiempos, ven ahora la posibilidad creciente de alcanzar el lugar del ahora impedido puntero izquierdo. Soteldo en un frente, Soteldo en otro frente…

Entonces habría que preguntarse: ¿es tan importante este jugador en la Vinotinto? ¿Son fundamentales sus aportes para el tejido y la culminación de las jugadas del equipo? Sin negar sus habilidades, que las tiene, se ha dicho que Soteldo es un futbolista unilateral, esto es, que por sus características juega en privado y no asume su función en el todo. Que debería levantar más su cabeza para entender el juego conjuntando y solidario. En realidad, son visiones nada definitivas; Soteldo emociona a la grada, que delira con sus movimientos circulares y sus quietos de cintura, pero a la que también le encantaría ver marcar goles definitivos. En fin, aun no se conoce las posibilidades de que el futbolista pueda estar en la cancha ante bolivianos y uruguayos; lo que sí se sabe es que la afición suspira por mirarlo burlar a quien tenga que burlar…

Hace unos días, un amigo nos preguntaba por las desaparecidas caimaneras de fútbol y beisbol, en otro tiempo frecuente en los terrenos baldíos de Caracas. En verdad que ya no se ven, seguramente por el crecimiento de la ciudad y la construcción de centros comerciales que han despojado al deporte de sus antiguos espacios. Un día de esta semana, en la caminata mañanera del autor de esta columna, vimos en el patio de una escuela a unos chicos jugar partidas de beisbol con pelotica de goma, ya otros, fútbol con un balón que para verlo había que buscar una lupa. Entonces volvimos a pensar en la mirada del amigo y su nostalgia por las caimaneras, y nos unimos en las añoranzas al alto pana. Quien ahora escribe también las recuerda, y aunque ya no es igual, se alegra al ver niños que aún puede ver en el deporte la descarga a sus hermosas ansias infantiles. Nos vemos por ahí.



Fuente: Meridiano