En esta granja galesa puedes poner tus vacas a pastar y organizar un rally sin moverte de casa. Solo necesitas 4 millones de euros
Hay quien sueña con tener un jardín o una piscina. Y luego está quien suspira por construirse un circuito de carreras en su propia casa, como este granjero, con una finca de casi 400 acres (unas 160 hectáreas) en pleno corazón de Gales. El resultado: un trazado de más de tres kilómetros y homologación oficial para competiciones.
La propiedad, conocida como ‘Dolebolion Farm’, ha funcionado durante años como explotación de vacas y ovejas, pero su joya más preciada no está en los pastos, sino en el asfalto. Ahora, este sueño hecho realidad sale a la venta con un precio orientativo de 3,5 millones de libras (unos 4 millones de euros), gestionado por Savills Cardiff.
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Desde rallies a un campeonato mundial de skate, pasando por pruebas de coches
Situada en Ceredigion, en el oeste de Gales, Dolebolion Farm es mucho más que una granja. Dentro de sus 395 acres (alrededor de 1,6 millones de metros cuadrados) se esconde un circuito privado de más de tres kilómetros asfaltados, con curvas enlazadas, bucles, zonas de seguridad con barreras Armco y neumáticos, e incluso un puente peatonal para que los espectadores puedan cruzar sin interrumpir la acción.
Según recoge Wales Online, una milla del trazado (unos 1,6 kilómetros) tiene una anchura de 3,6 metros, cumpliendo con los estándares necesarios para hacer eventos de Hill Climbs, las populares subidas cronometradas británicas en las que también compiten motos. Todo el circuito está homologado y cuenta con los permisos correspondientes de los organismos de automovilismo del Reino Unido.
El circuito fue concebido con estándares profesionales y ha tenido múltiples usos a lo largo de los años. Entre otras cosas, se ha utilizado para realizar pruebas de rally, test de coches deportivos y entrenamientos privados de pilotos europeos. Incluso llegó a acoger un campeonato mundial de skateboarding retransmitido por Sky Sports, demostrando la versatilidad de su diseño.
Los alrededores, rodeados de verdes colinas y praderas infinitas, ofrecen un paisaje típicamente galés que contrasta con el serpenteante trazado de asfalto. Y ahí radica precisamente gran parte de su magia: pocos sitios en el mundo combinan la vida rural y la pasión por la velocidad en perfecta armonía.
Con acceso privado, zona de servicio y hasta helipuerto
A la finca se accede desde un pueblo cercano a través de un camino privado asfaltado que lleva directamente a una amplia zona de servicio. Este espacio está preparado para tareas de asistencia o mantenimiento de vehículos, pero también puede funcionar como helipuerto, lo que añade un punto de exclusividad poco común en una propiedad rural.
Además de la pista, la finca incluye la vivienda principal, varios edificios agrícolas y amplias áreas de pasto. Quien compre Dolebolion Farm no sólo se lleva una finca ganadera con vistas al valle: también se hará con el circuito privado con mejores vistas de todo Gales, con espacio suficiente para vivir, entrenar o incluso organizar eventos automovilísticos.
Imágenes | Slip&Grip
