Emma Raducanu y la esperanza en la gira de tierra batida

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Hay brotes verdes en el tenis de Emma Raducanu. La jugadora inglesa da motivos para la ilusión y para volver a luchar para ser una de las mejores tenistas del mundo después de su paso por el Miami Open. La joven de 21 años mostró un juego efectivo y seguro que le valió para llegar a los cuartos de final y para conseguir cuatro victorias consecutivas, algo que no ocurría desde que alzara el trofeo de campeona del US Open en 2021. Y ahora llega la tierra batida, una superficie en la que la británica nunca ha destacado y en la solo ha disputado cinco encuentros en los dos últimos años.

Cabe destacar que la actual número 48 del mundo vivió un dramático episodio el pasado mes de febrero durante la celebración del WTA de Dubai. En el encuentro de segunda ronda ante Karolina Muchova, la inglesa se encontró a su acosador en las propias gradas. Raducanu avisó a la árbitra y no volvió a jugar hasta que se llevaron al individuo, al que han vetado en cualquier torneo del circuito. 

Tras esta dramática experiencia, Raducanu dudó si viajar a la gira americana de pista dura o parar durante unas semanas para procesar lo ocurrido. Pero ella decidió que quería jugar y viajó hasta Indian Wells, dónde cayó en primera ronda en un partido muy ventoso ante Moyuka Uchijima (6-3, 6-2).

Antes de este encuentro, la inglesa contrató a Vladimir Platenik como nuevo entrenador: «No hemos hecho mucho todavía, porque llegó hace poco. El día antes del partido no queríamos cambiar nada. Así que no hemos empezado a trabajar de verdad. Por cómo lo he conocido es muy serio, muy profesional, se pone manos a la obra. Así que sí, veremos cómo va”, aseguró la campeona del US Open 2021.

Otra Raducanu en Miami

Sin embargo, nada más aterrizar en Miami y tras vencer en primera ronda a Sayaka Ishii (6-2, 6-1), la propia jugadora confirmaba que terminaba la colaboración con Platenik tras apenas unos escasos días: “Emma tiene el máximo respeto por Vlado y por el trabajo que iniciaron, pero no iba en la dirección correcta. Emma está ahora centrada en hacerlo lo mejor posible aquí en Miami tras su sólido comienzo de hoy y seguirá buscando al entrenador adecuado”, aseguraba una persona de su entorno en unas declaraciones recogidas por ESPN.

A pesar de esta separación, a Raducanu le acompañaron en Miami dos personas cercanas a ella. Mark Petchey y Jane O’Donoghue. Ambos conocen a la inglesa desde sus inicios y a ella le dio un extra de motivación: “Esta semana tengo gente increíble que me conoce desde hace mucho tiempo. Me siento muy segura y feliz y con ganas de luchar también por ellos”, confesaba en rueda de prensa.

Y es que en su estancia en el torneo de Florida se vio a una Raducanu muy efectiva y siempre al ataque. Además, su servicio, que muchas veces ha sido su punto débil, fue el aspecto que más mejoró de su tenis.

Su idilio en Miami duró hasta los cuartos de final, dónde caía en tres sets ante Jessica Pegula por 4-6, 7-6(3), 6-2, pero aun así las sensaciones que dejó Raducanu invitan al optimismo: «Estoy muy orgullosa de como he competido, Pegula ha jugado a un gran nivel desde el principio hasta el final. A pesar de haber perdido, solo me llevo cosas positivas de esta semana. He jugado grandes partidos en Miami para llegar a los cuartos, es una bonita sensación», apuntaba la inglesa.

Llega la tierra batida

Pero ahora, las buenas intenciones y los destellos de buen tenis se tienen que consolidar en una gira de tierra batida en la que apenas defiende puntos, ya que el año pasado solo disputó dos torneos. Llegó hasta los cuartos de Stuttgart, donde perdió ante Iga Swiatek (7-6(2), 6-3), y cayó en la primera ronda de Madrid ante María Carle (6-2, 6-2).

Por lo que todo será una gran incógnita con Raducanu en tierra batida. Una superficie en la que no ha obtenido grandes resultados, pero llega con todo de cara tras su lavado de imagen en Miami. Habrá que ver durante esta primavera si la británica ha resurgido de sus cenizas o todo fue un simple espejismo.