El gigante naviero Maersk encargó un mastodóntico barco para instalar aerogeneradores frente a la costa de Nueva York. Le ha costado 475 millones, pero ha decidido que ya no lo quiere

El gigante naviero Maersk quería tener un gigantesco buque de instalación de aerogeneradores marinos: un navío de 145 metros de eslora, capaz de instalar turbinas de 20 MW o más y capacidad para levantar 1.900 toneladas a casi 200 metros de altitud. Ahora parece que ya no lo quiere, y cuando el proyecto estaba completado al 98%, Maersk ha dado marcha atrás.
El barco ya se había botado en Singapur, está prácticamente construido y cuesta 475 millones de dólares. Y Puede Donald Trump haya tenido algo que ver.
Maersk ha alegado «retrasos y problemas en la construcción»
En un comunicado de Seatrium, el constructor con sede en Singapur de esta enorme obra de ingeniería, anunció esta semana que recibió una notificación de rescisión del departamento de energías renovables de Maersk: el contrato había sido rescindido cuando el buque estaba completo al 98,9%. Estaba destinado a trabajar en un proyecto frente a la costa de Nueva York, en el parque eólico Empire Wind.
Según detalla Reuters, Maersk ha alegado «retrasos y problemas en la construcción», pero no dijo si había pagado por el trabajo completado. Por su parte, el constructor del navío podría emprender acciones legales contra la naviera danesa, como es lógico.
Lo cierto es que la Administración de Trump ha emprendido una guerra contra las energías renovables y los coches eléctricos, y este parque eólico en que el buque iba a instalar aerogeneradores se vio envuelto en una orden de suspensión de trabajos hace poco. Se espera que el proyecto entre en funcionamiento a finales de 2026 o principios de 2027, pero quizá sean unas fechas demasiado optimistas.
Por un lado la ley Jones Act limita las operaciones de barcos extranjeros entre puertos del país (este se ha fabricado en Singapur) y por otro el Gobierno estadounidense ha puesto en el punto de mira a la industria de la energía eólica.
En septiembre Trump anunció que retiraba 680 millones en fondos federales destinados a 12 proyectos de energía eólica marina en todo el país y desde el principio ha sido muy claro (también respecto a los paneles solares) con su postura: «Molinos de viento, simplemente no los vamos a permitir», dijo Trump hace unos meses. «Son feos. No funcionan. Matan a las aves. Son perjudiciales para el medio ambiente».
Imagen | Maersk