El cierre del Gobierno de Estados Unidos impacta en sus estaciones de esquí

Casi la totalidad de las estaciones de esquí en Colorado operan en tierras federales (122 en todo el país), requiriendo permisos de uso especial del U.S. Forest Service (Servicio Forestal de los EE. UU.). Esta dependencia exige una estrecha colaboración con la agencia federal para todo, especialmente para obtener la aprobación de nuevos proyectos. Sin embargo, la escasez de personal en este organismo está ralentizando significativamente su capacidad para llevar a cabo su trabajo.
La situación de falta de personal se ha intensificado desde las primeras semanas de la presidencia de Donald Trump, cuando emitió una orden ejecutiva que instruía a los jefes de las agencias federales a reducir el tamaño de la fuerza laboral para eliminar el «despilfarro» y el «sobredimensionamiento». Como resultado directo, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) despidió a cientos de miles de empleados en todo el gobierno federal, de los que unos 3.400 pertenecían al Servicio Forestal. Además, cientos de empleados adicionales, entre ello funcionarios del Bosque Nacional White River (donde hay 11 estaciones de esquí) abandonaron la agencia a través del programa de dimisión diferida de la administración.
En el White River National Forest están algunas de las estaciones de esquí más importantes de los Estados Unidos:
- Vail Mountain
- Beaver Creek
- Keystone Resort
- Copper Mountain
- Breckenridge
- Arapahoe Basin
- Aspen Mountain
- Aspen Highlands
- Snowmass
- Buttermilk
- Sunlight Mountain Resort
Los directores de operaciones de las estaciones de esquí han sentido este impacto de manera directa. Recientemente el Condado de Summitt (en Colorado) organizó su tradicional 2025 Ski Area COO Summit donde directivos de empresas de complejos invernales debaten sobre la industria del turismo de invierno.
Allí el CEO de Breckenridge, Jon Copeland, preguntó a sobre cómo les habían afectado los recortes, y la respuesta fue unánime. Dustin Lyman, CEO de Copper Mountain, calificó la situación como «¿homestamente? horrible», señalando que lo que siempre fue un proceso largo y difícil de sortear, ahora es «más lento y más desafiante» debido a la menor cantidad de personal manejando el mismo volumen de trabajo.

Jon Copeland, CEO de Breckenridge
Las estaciones de esquí necesitan numerosas aprobaciones del Servicio Forestal para completar incluso proyectos menores, como la ampliación de estacionamientos o actualizaciones más destacadas como es la colocación de nuevos remontes o creación de nuevas pistas. Un requisito fundamental es el análisis de la Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA), que evalúa los impactos ambientales y humanos potenciales antes de que el Servicio Forestal pueda dar su visto bueno. Rob Goodell, CEO de Loveland Ski Area, explicó que el Servicio Forestal solía realizar gran parte de este trabajo especializado, a menudo bajo acuerdos de costes compartidos.
Con la actual escasez de personal y la alta carga de trabajo, las estaciones de esquí han tenido que adaptarse. Ahora, son ellas las que están contratando directamente a especialistas externos para preparar los informes y presentarlos al Servicio Forestal para su aprobación, buscando «quitar la mayor cantidad de trabajo posible de sus escritorios».
La situación se complicó aún más con el inicio del cierre del Gobierno Federal (a partir del 1 de octubre de 2025), lo que paralizó aún más las operaciones del Servicio Forestal. Según un plan de interrupción de fondos del Departamento de Agricultura de EE. UU. (U.S.D.A.), aproximadamente 12.744 de los 32.390 empleados actuales del Servicio Forestal fueron suspendidos temporalmente.
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Unu cartel anuncia el cierre del Capitolio
Un government shutdown ocurre cuando el Congreso no aprueba el presupuesto o una ley de autorización de gastos a tiempo. Como consecuencia, muchas actividades federales consideradas “no esenciales” se suspenden hasta que haya un acuerdo.
Aunque el gobierno “cierra” en parte, no todo se detiene: los servicios esenciales (fuerzas armadas, seguridad nacional, servicios médicos críticos, control del tránsito aéreo) siguen operando.
Las estaciones ‘arriman el hombro’
Una actividad específica que cesó durante el cierre fue el procesamiento de los Permisos de Uso Especial. Además de los proyectos de mejora, las estaciones de esquí que necesitan renovar sus permisos o los planes operativos para la temporada se enfrentan a retrasos en la firma de sus proyectos. Aunque más de 15.000 empleados necesarios para proteger la vida y la propiedad, como son los bomberos forestales, permanecen en servicio, otras labores esenciales se han pospuesto. Y las estaciones de esquí no son vitales.
El impacto más allá de los trámites ha sido el humano. Alan Henceroth, CEO de Arapahoe Basin, describió los últimos meses como «simplemente brutales» para los empleados locales del Servicio Forestal, quienes han lidiado con la incertidumbre y la pérdida de empleos. Henceroth pidió recordar que estos empleados son «un grupo dedicado de personas que solo intentan hacer lo mejor que pueden».
Esta dinámica ha provocado un cambio en la interacción entre la industria y la agencia. Shannan Buhler, CEO de Keystone Resort, señaló que las conversaciones han evolucionado: de pedirles cosas a preguntarles como ayudar (de «Oye, necesitamos esto…» a «¿Cómo lo están haciendo?» y «¿Qué necesitan de nosotros?»).
De todas maneras, mientras que las estaciones pueden ofrecer apoyo, el trabajo sigue siendo difícil y no necesariamente se completa más rápido. Las demoras en las aprobaciones amenazan con paralizar los nuevos desarrollos en las estaciones de esquí en los próximos años, creando un efecto dominó que afectaría negativamente a otras industrias dependientes, como los equipos de construcción y los trabajadores de servicios.
Las estaciones de esquí están implementando varias soluciones y cambios en su enfoque para ayudar al Servicio Forestal de EE. UU. con su problema actual de personal.
De esta manera, por una parte son las propias estaciones de esquí las que ahora contratan y pagan directamente a especialistas externos para la evaluación de los proyectos de estudios ambientales. Históricamente, es el Servicio Forestal quién hacía de puente, revisando que en esos proyectos se cumpliera la Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA), que controla los posibles impactos ambientales y humanos de un proyecto antes de que el U.S. Forest Service pueda aprobarlo.
Las estaciones están trabajando con el personal que ha quedado en el Servicio Forestal para mejorar el flujo de trabajo. El director de operaciones de Copper Mountain, Dustin Lyman, aseguró en el 2025 Ski Area COO Summit, que están trabajando con la agencia para «aumentar la eficiencia y tratar de mantener ese flujo de trabajo».
Sin embargo, son medidas que Shannan Buhler, CEO de Keystone Resort, asegura que de momento el trabajo sigue siendo difícil y necesariamente no se completa más rápido.
Para más información, aquí está el encuentro entero del 2025 Ski Area CEO Summit:
2025 Ski Area COO Summit (Colorado, USA)