comprobado, una berlina familiar de 367 CV también puede ser racional

Audi decidió reestructurar las nomenclaturas de sus modelos hace unos meses, y eso ha llevado a que el Audi A5, que hasta ahora correspondía a coches de tipo Coupé y Cabrio, aplique ahora a berlinas medias como esta que hoy nos ocupa.
Se trata del Audi S5 Avant, la versión más deportiva y de altas prestaciones disponible por el momento del Audi A5 en su carrocería familiar Avant. Un coche que con 367 CV de potencia, quiere convencer a los clientes más exigentes. Lo hemos probado una semana y te contamos qué nos ha parecido.
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El sustituto del Audi A4 Avant


Audi siempre ha sido, desde el todopoderoso RS2 de los años 90, la marca de referencia en cuanto a berlinas familiares de tipo deportivo. Este S5 Avant continúa entregando ese espiritu, y se plantea como una opción a tener en cuenta para quien busque un coche de una marca Premium con espacio, habitabilidad y un punto de emoción que no reste practicidad para utilizarlo como coche para todo.
Su silueta es la de una berlina familiar grande de proporciones clásicas y formas que podríamos considerar tradicionales, ya que en este no se recurre, como sí han hecho con el A6, a grupos ópticos separados, enmascarados ni cosas por el estilo.


Aquí la «cara» del coche la definen unas ópticas delanteras de grandes dimensiones que van acompañadas de una parrilla delantera Singleframe de dimensiones y características tradicionales. Si algo funciona, ¿para qué tocarlo?
Es un coche elegante y deportivo a partes iguales, que transmite presencia sin necesidad de recurrir a líneas extremas. En el frontal, la parrilla Singleframe luce con un entramado específico para los modelos S con detalles plateados, acompañada por unas entradas de aire sobredimensionadas que refuerzan la imagen de potencia y van enmarcadas en plata.
El capó largo y las líneas tensas que recorren la carrocería rematan una vista frontal musculosa, pero equilibrada. El perfil lateral es probablemente la vista más interesante del S5 Avant, porque es aquí donde se diferencia de manera más clara respecto a un coupé o un sedán.


La línea del techo se prolonga suavemente hacia atrás, con una caída muy sutil que realza la aerodinámica y aporta elegancia. Ahora las manillas de las puertas quedan integradas en las mismas, y aunque su funcionamiento es algo menos práctico que con unas tradicionales, da como resultado un aspecto más limpio y vanguardista.
Las llantas son específicas de 20 pulgadas y en este caso forman parte del equipamiento opcional de la línea RS. Bonitas, con el punto justo de deportividad y elegantes al mismo tiempo. Dentro dejan ver las pinzas de freno grandes, en color rojo y con el logotipo S bien visible.
En la zaga, la deportividad se acentúa gracias al alerón integrado en el portón, a los pilotos traseros LED con firma lumínica reconocible y activa, ya que varían su disposición en función de cómo tengamos el coche.


Las cuatro salidas de escape son ahora reales y funcionales
Pero sobre todo es una alegría agacharse y ver que han vuelto las cuatro salidas de escape cromadas reales, y no falsas como ocurría en el anterior S4 Avant. Cuatro salidas comedidas pero con presencia que nos recuerdan constantemente de lo que es capaz este coche.
El difusor inferior, junto con detalles en aluminio cepillado, cierran un conjunto que combina sofisticación con agresividad. Lo más destacable del diseño es cómo Audi ha sabido encontrar un equilibrio entre utilidad y emoción.
No es un coche ostentoso ni radical como un RS, pero tampoco se confunde con un simple familiar. Es el tipo de coche que, cuando lo aparcas, siempre te obliga a mirarlo una vez más antes de irte. Y esa es, quizá, la mejor prueba de que el diseño cumple su función: emociona y enamora sin caer en excesos.
Un interior marcado por las pantallas


En esta nueva generación de coches, Audi ha apostado por dar mayor protagonismo en el interior a las pantallas, que juegan un papel protagonista en un habitáculo con luces y sombras.
Al abrir la puerta del Audi S5 Avant nos encontramos un habitáculo acogedor, de disposición tradicional, en el que los asientos delanteros deportivos S son uno de los protagonistas principales. Su aspecto es sensacional, con un el logotipo S visible sobre una placa plástica integrada en el respaldo y tapizados en cuero, transmiten calidad y deportividad a partes iguales.
Cuando te sientas en ellos y ajustas mediante movimientos eléctricos la posición de conducción, consigues que sea es baja, envolvente, y te sientes arropado con todos los mandos orientados hacia el conductor y con una consola central alta. Me gusta, aunque no me gusta el uso de materiales negro piano por todas partes, ya que es difícil tenerlos limpios y sin que se vean los rascazos en su superficie.


El Audi Virtual Cockpit Plus ofrece una instrumentación digital de muy fácil lectura, con infinidad de opciones y configuraciones específicas dependiendo del tipo de día que tengamos. Desde los botones táctiles del volante multifunción, que han sustituido inexplicablemente a los botones físicos, podemos variar su vista entre múltiples opciones.
La pantalla central táctil del sistema MMI, de gran tamaño, ofrece conectividad total con Apple CarPlay y Android Auto, además de integrar la navegación con mapas en 3D y una interfaz rápida e intuitiva, aunque me sorprendió el retraso y la falta de fluidez en ocasiones a la hora de mostrar la vista de la cámara de marcha atrás.
En ella se integran por primera vez los mandos de climatización del coche, y eso es algo que al igual que en otros coches, no termina de convencerme.


Por lo demás los materiales empleados refuerzan la sensación de estar en un coche premium. Inserciones en aluminio mate, alcántara y superficies acolchadas crean un ambiente cuidado. Si a ello unimos el equipo de sonido firmado por Bang & Olufsen con altavoces integrados, el nivel sube.
La segunda fila de asientos sorprende por el espacio disponible, especialmente en anchura y en altura, lo que permite que el S5 Avant pueda ser utilizado como coche familiar sin concesiones.
El maletero, como ya se ha mencionado, ofrece 448 litros que se convierten en casi 1.400 con los respaldos abatidos, lo que convierte a este deportivo en un coche capaz de cargar equipaje para toda la familia. En conjunto, el interior combina lujo, ergonomía y funcionalidad, lo que hace del S5 Avant un coche muy completo.
Vuelta a la gasolina con un 3.0 V6 de 367 CV


El corazón del Audi S5 Avant ha cambiado respecto al coche al que sustituye. Mientras en el anterior S4 Avant se recurría a una mecánica TDI, en este bajo el capó se esconde un motor que representa a la perfección el equilibrio entre potencia, refinamiento y eficiencia.
Se trata de un bloque V6 de 3.0 litros TFSI sobrealimentado por turbocompresor, que entrega una potencia de 367 CV y un par máximo de 550 Nm, disponibles desde apenas 1.700 rpm hasta 4.000 rpm.
Esta franja amplia de entrega garantiza una aceleración contundente en cualquier situación, ya sea en una incorporación a una autopista, adelantando en carreteras secundarias o recuperando velocidad tras una curva cerrada.
La gestión de la caja de cambios automática S tronic de doble embrague con siete relaciones destaca por su rapidez en los cambios y por su suavidad cuando se rueda de manera relajada.


La mecánica cuenta, además, con un sistema de hibridación ligera (MHEV) de 48 voltios, que no transforma al S5 Avant en un híbrido convencional, pero sí le permite ganar eficiencia en el día a día y sobre todo, dotarle de la tan preciada etiqueta ECO de la Dirección General de Tráfico.
Este sistema micro híbrido apoya al motor térmico en fases de aceleración ligera, ayuda a circular “a vela” en situaciones de poca demanda de potencia, sobre todo en autopista, contribuyendo a un notable ahorro en el consumo. También es responsable en parte de que las arrancadas sean suaves y a dulcificar la acción del start/stop.


Como no podía ser de otra forma, la fuerza llega al suelo gracias a la tracción integral quattro, un sello de identidad en Audi que en este modelo cobra especial relevancia por el nivel de par disponible.
El sistema distribuye la potencia de forma variable entre los dos ejes y, si se equipa el diferencial deportivo trasero, es capaz de enviar mayor empuje a una rueda concreta para ayudar al coche a girar. Esto convierte al S5 Avant en un familiar de reacciones muy cercanas a las de un deportivo, sobre todo en carreteras de curvas.
En cifras, el S5 Avant acelera de 0 a 100 km/h en apenas 4,5 segundos, un registro muy considerable si tenemos en cuenta que en algún momento debería llegar una versión RS5 para posicionarse como la más deportiva y prestacional por encima de esta, y posiblemente superando los 500 CV para plantar cara a los BMW M3 Touring y Mercedes-AMG C63.
La velocidad máxima está autolimitada a 250 km/h, aunque lo más destacable no es tanto la punta como la facilidad con la que se alcanzan velocidades elevadas, siempre con un aplomo que transmite confianza.


Todo ello se sostiene sobre un coche con carrocería de 4,83 metros de largo, 1,86 de ancho y apenas 1,46 de alto, una berlina familiar que no renuncia a la practicada innata de este tipo de siluetas. Su maletero, con 448 litros ampliables hasta casi 1.400 con los asientos abatidos, confirma que la funcionalidad no está reñida con las prestaciones.
Impresiones al volante: un equilibrio contundente que enamora
Durante la semana que tuvimos el Audi S5 Avant con nosotros, pudimos utilizarlo en todo tipo de condiciones, desde uso diario urbano hasta carretera y autovía con viajes medios, y la verdad es que el coche no defraudó en ningún de ellos.


En ciudad es un coche relativamente ágil para su tamaño, ya que la dirección es muy directa y precisa. Pero claro, con su largo hay que medir bien las distancias y a la hora de aparcar, no sirve cualquier plaza y deberás buscar las más grandes.
Me gusta la visibilidad que tienes desde el puesto de conducción con mucha superficie acristalada y las enormes pantallas delante de tí, en las que se proyectan las imágenes de las cámaras perimetrales para facilitar las maniobras y aparcamientos.
Pero es cuando sales a carreteras secundarias, con curvas enlazadas, buen asfalto, subidas, bajadas y cambios de rasante, donde el Audi S5 Avant muestra todo lo que es capaz de ofrecer. Al seleccionar el modo Dynamic en el «botón» Audi Drive Select, la dirección se vuelve más firme, el acelerador más sensible y la caja de cambios estira las marchas hasta la zona alta del cuentarrevoluciones.


El motor, entonces, cambia de tono: el V6 ruge con más intensidad, y cada reducción de marcha viene acompañada de un golpe de gas que hace que, ahora sí, te sientas al volante de un coche deportivo capaz de generar emociones positivas.
El peso de dos toneladas podría hacer pensar en un coche torpe o poco ágil, pero la realidad es bien distinta. El centro de gravedad bajo y la eficacia del sistema quattro con reparto vectorial logran que el S5 Avant se sienta sorprendentemente ligero en apoyos fuertes.
En curvas rápidas transmite seguridad absoluta, y en curvas cerradas permite acelerar antes de lo esperado, con la confianza de que el tren trasero ayudará a girar.La dirección, aunque asistida, transmite precisión y permite colocar el coche con exactitud en la trazada. No es tan comunicativa como la de un deportivo puro, pero su rapidez y consistencia la hacen muy eficaz.


Los frenos sobredimensionados responden con contundencia incluso tras un uso intensivo, lo que invita a rodar con un ritmo alto sin miedo a la fatiga. La suspensión adaptativa logra un compromiso brillante: en modo deportivo controla los balanceos de carrocería con firmeza, manteniendo las ruedas siempre pegadas al asfalto, pero sin llegar a resultar incómoda.
Este equilibrio es el que permite disfrutar realmente del coche en carreteras de curvas, porque transmite confianza y diversión sin necesidad de ir al límite. En conjunto, el S5 Avant demuestra ser un coche capaz de emocionar en un tramo de montaña casi como un deportivo coupé, con la ventaja de que detrás hay espacio para pasajeros y equipaje.
Esa dualidad, esa capacidad para ser dos coches en uno, es lo que convierte a este modelo en una propuesta tan atractiva. Es práctico y racional, pero al mismo tiempo es pasional y emocionante. Y no hay muchos coches en el mercado que puedan presumir de reunir esas dos facetas de manera tan equilibrada.
Un devorador de kilómetros en autopista


Todo ello se refrenda en su otro hábitat natural, que son las autovías y carreteras rápidas. El confort de marcha y la calidad de rodadura quedan retratados cuando alcanzas velocidades de crucero altas y sientes que estás al volante de un coche con un aplomo y un carácter que son auténticos referentes en este sentido.
Es silencioso aerodinámicamente porque la superficie acristalada filtra bien el sonido del viento, pero la mecánica está siempre presente con un rugido moderado que nos recuerda que estamos al volante de un S y no de un simple Audi A5 Avant.
La caja de cambios de 8 velocidades permite llevar el motor desahogado, a bajas revoluciones y haciendo consumos por debajo de los 8 l/100 km a velocidad legal. Pero sabes que siempre tendrás una respuesta contundente cuando le pidas potencia, porque la caja de cambios se encarga de engranar rápidamente dos marchas menos y llevarte hacia adelante con la contundencia que necesites.
Valoración final y precio del Audi S5 Avant
El Audi S5 Avant es uno de esos coches que demuestran que no siempre es necesario elegir entre razón y emoción. Tiene la practicidad de un A5 Avant, es un familiar cómodo y espacioso, un coche en el que una familia media puede moverse en el día a día con total comodidad.


Pero al mismo tiempo tiene escondido un lado deportivo en el que, quien lo conduce, puede disfrutar un montón. La potencia racional es una de sus claves para conseguir un equilibrio que enamora y que es una de sus razones de ser.
Ahora hablemos del precio. Cuesta 93.290 euros, que es una cifra muy considerable, y está más o menos en en línea con lo que cuestan sus rivales directos: un BMW M340i Touring con 374 CV es algo más asequible ya que cuesta 85.250 euros, mientras que el Mercedes-AMG C 43 4MATIC Estate es algo más potente con 421 CV, pero cuesta 99.469 euros.
También en materia de precio, el Audi S5 Avant parece tener el equilibrio perfecto frente a sus alternativas directas. Y ese equilibrio general es sin duda uno de sus puntos fuertes.
Fotos | RouteEtCircuit