Carlos Alcaraz y la necesidad de ganar en tierra batida


🎾 McDonald/Michelsen vs Romios/Walton
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Carlos Alcaraz se está quedando sin salvavidas con el paso de la temporada. A su eliminación en los cuartos de final del Open de Autralia de la mano de Novak Djokovic, sumado a su irregular mes de febrero, con título en Róterdam y malas sensaciones en Oriente Medio, le siguió un ‘Sunshine Double’ donde saltaron todas las alarmas tras su derrota en las semifinales de Indian Wells ante Jack Draper y su temprana eliminación en el Miami Open contra David Goffin. Ahora llega la tierra batida y no le queda otra al de El Palmar que remontar la situación si no quiere ver como las críticas y dudas en torno a él comienzan a crecer.
El murciano ha querido hacer borrón y cuenta nueva de lo sucedido en Estados Unidos. De hecho, tras su derrota en segunda ronda en Miami se quedó unos días de vacaciones y desconexión en Florida y después viajó a México. Y tras estas jornadas de descanso, ha vuelto a los entrenamientos en Murcia antes de poner rumbo a Montecarlo.
Sin apenas experiencia en Mónaco
Será en el principado de Mónaco donde comenzará una exigente gira de tierra batida para el actual número tres del mundo. Y en el primer torneo de importancia en polvo de ladrillo, Alcaraz solo cuenta con una participación en 2022, y no fue muy positiva. Carlitos llegaba escasos días después de levantar su primer título de Masters 1000 en Miami, pero las altas expectativas, el cambio de superficie y el poco descanso le hicieron caer a las primeras de cambio ante Sebastian Korda (7-6(2), 6-7(5), 6-3). Sin embargo, a partir de aquella derrota llegaron sus primeros zarpazos en Barcelona y Madrid.
En 2023 causó baja alegando fatiga tras ganar en Indian Wells y caer en las semifinales de Miami, para después volver a repetir éxito en el Conde de Gódo y Madrid. Sin embargo, el año pasado en Montecarlo fue el comienzo de su gran pesadilla de 2024: la lesión en el antebrazo derecho. Un día antes de su debut, Alcaraz tuvo que retirarse del torneo por las molestias y esperando en que se quedarán en eso y que pudiese viajar a Barcelona para luchar por su tercer Godó consecutivo. Pero un par de días antes de trasladarse a la Ciudad Condal, el dolor seguía ahí y se vio obligado a causar baja.
«Fue un mes y medio de incertidumbre en el que me tuve que perder mucho», aseguró en una entrevista a finales del año pasado. Porque a pesar de que el dolor seguía, aunque con menor intensidad, decidió jugar en Madrid. Pero allí sucumbió ante Andrey Rublev en octavos (4-6, 6-3, 6-2) y las molestias se convirtieron en lesión, que le obligaron a no jugar en Roma. Tras este calvario llegó su mayor hazaña en tierra batida, conquistar Roland Garros después de su gira más turbulenta e irregular en polvo de ladrillo.
Dos meses y medio de mucha exigencia y necesidad
Pero antes de pensar en la defensa de París, Alcaraz tiene deberes en los cuatro torneos previos a Roland Garros. En Montecarlo necesita reencontrarse poco a poco con su juego y ver si su tenis se adapta mejor a la tierra batida que a la pista dura. Después tendrá el objetivo de buscar el título en Barcelona, que sería el tercero en cinco participaciones. De allí se trasladaría a la capital de España en un torneo donde tendrá rivales de mayor exigencia de los que se puede encontrar en el Godó. Y, por último, Roma. Que al igual que en Montecarlo, solo cuenta con una participación en 2023, cuando perdió en tercera ronda ante Fabian Marozsan (6-3, 7-6(4)).
Aunque a partir de Roma se suma un obstáculo más: Jannik Sinner. El número uno del mundo termina su inhabilitación por dopaje el cuatro de mayo, el día de la final de Madrid, y ya podrá estar presente en el torneo de su país. No sé sabe en las condiciones en las que llegará, pero nadie puede descartarlo para Roland Garros.
Así que en estas circunstancias aterriza Carlos Alcaraz en la gira de tierra batida. Con dudas y una dinámica negativa que espera darle vuelta en torneos que son especiales para él (Barcelona y Madrid) y con la motivación de hacer un buen papel en territorios que, hasta la fecha, le han sido hostiles (Montecarlo, Roma). Todo con el objetivo de llegar en las mejores condiciones posibles para luchar por su segundo título en Roland Garros y de revertir un irregular inicio de año. Lo que vaya a ocurrir todavía es una incógnita, pero español lo fía todo al polvo de ladrillo.