Carlos Alcaraz vence en los octavos de final de Roland Garros
Carlos Alcaraz fue un huracán de principio a fin. Lo intentó Auger-Aliassime que lo dio todo, pero no fue suficiente para rendir a un completó Alcaraz que dominó el partido (6-3, 6-3 y 6-1 en 2 horas y 16 minutos) y se reencuentra con su mejor nivel antes de enfrentarse a Stefanos Tsitsipas en los cuartos de final de Roland Garros 2024.
Hacía acto de presencia Carlos Alcaraz en la sesión dominical de la Philippe Chatrier, que por primera vez aparecía descubierta. Un hecho curioso como importante porque las condiciones de juego cambian; la pelota es menos pesada y vuela mucho más. Además, se enfrentaba a Auger-Aliassime por primera vez en tierra batida. Por lo que se avecinaba un encuentro en un contexto nunca antes visto entre ambos tenistas.
A pesar de que el canadiense tenía el cara a cara a favor (3-2), los últimos encuentros se decidieron a favor del español de manera clara y contundente. Ambos en Indian Wells, el primero en 2023 (6-4, 6-4) y el segundo este año (6-2, 6-3). Pero esto es Roland Garros y el ecosistema cambia completamente. Además, Auger-Aliassime sabe lo que es hacer sufrir a un favorito, lo hizo ante Rafa Nadal en la edición de 2022, donde lo llevó hasta a un quinto set.
– Alcaraz se llevaba un igualado primer set
Y los primeros intercambios mostraban alternancias de dominio entre ambos, que se rompían los servicios nada más empezar, y con una intensidad que auguraba un duelo digno de unos octavos de Grand Slam. Sin embargo, los dos se asentaron en la pista, el ritmo era escaso y cada uno mantenía su saque sin excesivos problemas.
Hasta que la primera manga entraba en el momento cumbre con 4-3. Ahí fue donde Alcaraz se agarró a la tierra, defendía cualquier embestida del canadiense y sacaba su derecha a pasear demostrando que las dudas, si existen, cada vez son menos y cerraba un trabajado primer set por 6-3 en 47 minutos.
Se muestra Alcaraz con un punto más de agresividad, más concentrado y con sus dosis de malabarismo siempre a punto para poner de pie al espectador. Sinónimo de que su mejor tenis está cada vez más cerca, algo impensable hace un mes cuando desfilaba por Madrid con un mar de dudas y su maltrecho antebrazo martilleándole física y mentalmente.
– Cada vez más cerca de su mejor versión
Y se nota que ya pasó esa mala racha porque su nivel está cerca de aquella versión en la que su derecha era demoledora, las dejadas eran efectivas y se movía por la pista como pez en el agua. Todo esto se estaba viendo ante un Auger-Aliassime que, sin jugar un mal partido y teniendo una bola de break al inicio del segundo, no encontraba soluciones para terminar de molestar al murciano.
Jugando a este nivel, la lógica del segundo set llevaba al español a romper el servicio del canadiense, y lo hacía con un ‘passing’ de revés con el que rugía en una Philippe Chatrier que solo hacía que aplaudir ante el nivel mostrado del español. Alcaraz solo iba a más, pero Auger-Aliassime notó algo en su ingle y se iba a los vestuarios con el fisio para solucionar las molestias.
– Un Auger-Aliassime tocado, pero que daba un susto
Cuando parecía que el encuentro se inclinaba a favor del murciano por los problemas del canadiense, el parón por el fisio enfrió a Alcaraz que, en un abrir y cerrar de ojos, se encontraba con 0-40 cuando nadie lo esperaba. Pero fue un pequeño lapsus que supo solventar con buenos primeros y dominando desde el fondo de pista para superar el susto y colocar el 4-2.
A partir de entonces, el curso del partido volvió a su caudal y Carlitos se soltaba cada vez más ante un Auger-Aliassime limitado por sus problemas físicos. Con un revés cruzado, Alcaraz certificaba la segunda manga por 6-3 y el objetivo de los cuartos estaban a un solo set.
– Sin problemas en el tercer set
Por mucho que las sensaciones fuesen muy buenas y el estado del canadiense invitaban a que el encuentro ya estaba sentenciado, Alcaraz no quería caer en una de esas desconexiones que tanto daño le hacen y que con tanta frecuencia aparecían en estos últimos meses. Por ello, mantuvo la directa al inicio del set y rompía el saque de Auger-Aliassime, que dio guerra, incluso con sus problemas físicos, pero el vendaval de juego del español era indefendible.
El canadiense mostró al final la bandera blanca, completamente desbordado por el sólido juego del español que solo hacía que meter golpes ganadores (32 en todo el encuentro) y de esta forma cerraba el encuentro y accedía por tercer año consecutivo a los cuartos de final de Roland Garros. En frente tendrá a un renacido Tsitsipas, pero el español ya ha mostrado que su mejor versión ha vuelto, que ya no hay dudas y que va con todo a por su tercer Grand Slam y su primera Copa de los Mosqueteros.
