Carlos Alcaraz, eliminado en segunda ronda del US Open 2024
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No se merecía Carlos Alcaraz cerrar de esta forma el verano. Después de ganar Roland Garros, de ganar Wimbledon y de colgarse una medalla de plata en los Juegos Olímpicos, el murciano quedó eliminado en segunda ronda del US Open tras un partido horrible ante Botic Van de Zandschulp (6-1, 7-5, 6-4). Una noche donde faltó nivel, faltó actitud y, sobre todo, faltó muchísima frescura para aceptar situaciones y competir ante la adversidad. Un día negro en la oficina que termina con su aventura en Nueva York y abre un debate desde mañana mismo: ¿le queda gasolina al murciano para lo que resta de temporada? De momento, analizamos lo sucedido en la Arthur Ashe.
Por lo que sea –teníamos mil motivos–, el partido de esta madrugada no nos preocupaba demasiado a los aficionados españoles. La baja peligrosidad del rival, sumado a que todavía se trataba de una segunda ronda, rematado con las horas impositivas a las que se jugaba en nuestro país, provocó seguramente que más de uno se fuera a la cama con la tranquilidad de quien da por hecho un pronóstico. Ya habrá tiempo por la mañana de ver el resultado y repasar los highlights. Por otro lado, un grupo de reducido de inconscientes decidimos trasnochar, no vaya a ser que justo hoy fuera a saltar la sorpresa. A la hora que estoy escribiendo este párrafo, las 04:06 AM, reconozco que estar siguiendo el encuentro no me ha servido para entender qué fue lo que pasó en el primer set.
Tirando de memoria, diría que los peores 28 minutos que le he visto a Carlos Alcaraz desde que es Carlos Alcaraz. Un parcial cargado de errores, falto de aciertos y con el tenista español desposeído de todas sus virtudes. ¡Ni un solo winner fue capaz de hacer! Mal con el primer saque y peor con el segundo. Al otro lado, el amigo Botic iba cosechando cada punto como buen labrador, aunque todo el crédito también para el neerlandés que mostró una versión muy sólido y capacitada para ganarle puntos largos a su rival. Además, con bastante fluidez, sin sufrir en demasía. De repente, la pantalla nos mostraba una película que en ningún escenario se nos había pasado por la cabeza, mucho menos para todos aquellos aficionados que llevaban varias horas atados a la almohada.
La cosa mejoró en el segundo set, pero todavía lejos de enseñar la diferencia abismal que debería existir entre estos dos jugadores. Al fin y al cabo, hablamos del hombre que venía de ganar los dos últimos Grand Slam ante el hombre que a punto estuvo de colgar la raqueta hace unos meses por falta de motivación. Si mirábamos el cara a cara, un 2-0 claro a favor del murciano, incluyendo su primera victoria en territorio Grand Slam allá por el Open de Australia 2021, con tan solo 17 años. Quiero decir, que se tenían que juntar muchos parámetros para que saltaran las alarmas en este encuentros. Cuando el reloj marcaba 90 minutos, Van de Zandschulp dominaba 6-1 y 7-5. El incendio había arrasado ya varias plantas del edificio.
¿Qué pasó en el segundo set? Que se acercaron los posturas, se rompieron los servicios, pero fue llegar el 5-5 y ahí salió toda la verdad, la de un Alcaraz muy errático y sin confianza para cerrar. Ferrero, con mirada confusa desde el banquillo, se debatía sobre si mandarle instrucciones o dejar que el propio Carlos encontrara el camino de salida. Al final, ni la una ni la otra, ya que la última imagen de esta segunda manga fue la de un Alcaraz desquiciado pidiéndole a su box que dejaran de comunicarse con él, que ya estaba frito de cabeza. La situación era dramática, el Nº3 del mundo estaba a un set de hacer las maletas en segunda ronda, pero todavía quedaba margen.
A POR LA ÉPICA
Diez minutos más tarde regresaba Carlitos a la Arthur Ashe con cara de pocos amigos. No llegaba a ser enfado lo que mostraban sus ojos, más bien era cansancio, agotamiento, poca energía para luchar y creer en la remontada. Demasiados partidos en las piernas, quizá demasiado éxito y, por supuesto, muy poquito descanso. De nuevo un set apretado, con momentos calientes en ambas direcciones, pero de nuevo el neerlandés mostrando una cara mucho más madura y apta para la competición. La risa nerviosa del español se quebraba al recibir el break en el noveno juego, cuando de verdad queman las papas. La velada estaba vista para sentencia salvo milagro. ¿Sería capaz de firmar la primera remontada de su carrera tras perder los dos primeros sets?
Pues no, hoy no sería ese día. Alcaraz se cayó con todo ante las 22.000 personas presentes en el mayor estadio del mundo. Una de ellas, un neerlandés de 28 años, se encargó de reinventarse como jugador para firmar el partido perfecto, sin excederse en ningún momento y controlando las emociones de cada set. Bravo por Botic, demostrando que a un partido todo puede suceder. En cuanto a Carlos, muy poco que salvar de este partido, ni en lo tenístico, ni en lo anímico. Una actuación terrible que corta una racha de nueve Grand Slams consecutivos pisando la segunda semana. Mucho tendrá que dialogar con su equipo para explicarnos qué fue exactamente lo que le pasó hoy en la pista.
