Cancelado el proyecto snow farming en la estación de esquí de Sierra Nevada

Sobre el papel el método de snow farming no tiene ninguna complicación ambiental. Simplemente se trata de guardar un ínfimo porcentaje de toda la nieve que se acumula durante el invierno dentro de los límites de la estación de esquí de Sierra Nevada, apilarla toda en un par de montículos, y luego cubrir todo eso con lonas fabricada con material téxtil de alta tecnología con una capacidad de aislamiento con capacidad para mantener la temperatura mucho más baja en ese interior que lo que marca el termómetro en el exterior. Y nada más.
Este sistema bautizado como snow farming, se basa en una técnica ancestral que desde hace siglos se usaba para almacenar nieve del invierno para usarla durante el verano. Se hacía para conservar alimentos e incluso medicinas, pero antiguamente lo que más valor se le daba era para la fabricación de helados en plenos meses estivales.
Antiguamente se usaban ‘pozos de nieve’ (o de hielo) que luego se cubrían con serrín principalmente, pero hace unos 25 años una empresa finlandesa decidió rescatar ese sistema, ya no usado con la llegada de le electricidad, para almacenar nieve para las estaciones de esquí. Por eso algunos de los complejos invernales en empezar a usar el snow farming fueron Ruka y Levi, ambas en este país escandinavo.
Snow Secure fue la pionera en esta técnica. Primero empezaron cubriendo la nieve con serrín, pero actualmente ya usan tejidos de alta tecnología desarrollados específicamente para este fin. De esta manera se calcula que ya solo se pierde entre un 15 y un 20% de la nieve guardada.
Cuando llega el otoño, en cuanto se dan las condiciones meteorológicas, se destapa esa nieve y se cubre alguna pista. Así los clubes ya pueden empezar a entrenar aunque no haya comenzado la temporada comercial. No se dice que no al esquiador ‘turista’, pero no es ese su cometido.
De hecho aunque se usa para pistas de esquí alpino, las que más lo están aprovechando son las estaciones con trazados de nórdico. En ubicaciones como Livigno, llegan a crear anillos de varios kilómetros de longitud gracias a la nieve guardada, y selecciones nacionales, clubes y equipos locales pueden entrenar desde finales de octubre o principios de noviembre, lo que les evita tener que subir hasta los glaciares.
Con el tiempo el snow farming además de Finlandia se ha extendido a otro paises como Noruega, Suecia, Francia, Italia o Austria. También se usó para los Juegos Olímpicos de PyeongChang 2018 en lo que fue todo un reto para Snow Secure, dada la latitud de sus estaciones de esquí. Y en la Copa del Mundo de esquí alpino, la FIS obliga a que los organizadores tengan nieve acumulada, especialmente para las etapas de octubre y noviembre.
Pues bien, Cetursa pensó hace dos años que sería muy buena idea implantar también esta técnica en Sierra Nevada. No se trata de fabricar nieve expresamente sino aprovechar la que ya hay. Además es una parte ínfima de lo que se acumula durante el invierno. Y no se usa electricidad ni ningún tipo de energía.
Pero a Ecologistas en Acción no le pareció bien porque asegura que se hace un uso privativo del agua y que interfiere en los agricultores que dependen de Rio Monachil. Hay que recordar que lo que se pretendía es crear un depósito de 15.000 m3 (una cifra que palidece ante los más de 100.000 que se recogen en la mayoría de estaciones que usan el snow farming).
También aseguraron que esta licitación se hizo sin haber obtenido las autorizaciones reglamentarias. No se informó al Consejo de Participación del Espacio Natural de Sierra Nevada, organismo encargado de decidir actuaciones en este parque.
También presentaron objeción al tamaño y ubicación del depósito de nieve, que aseguran que ocuparía más de mil metros cuadrados de suelo y se debería colocar en zonas protegidas del sol y del viento, que al parecer es donde casualmente están las áreas de mayor biodiversidad, pudiendo afectar a especies protegidas o endémicas, provocando su desaparición.
Finalmente añadieron que a la hora de expandir esa nieve se tendría que usar maquinaria, lo que genera emisiones de carbono contradiciendo el discurso de Cetursa sobre reducción de emisiones y sostenibilidad.
Así que quizás por todas estas razones o porque realmente no han visto que sea viable el snow farming en Sierra Nevada, el diario Granada Hoy publica que la Junta de Andalucía dio el lunes por cancelado el proyecto porque «no se dan las condiciones técnicas ni medioambientales para ejecutar la prestación en los términos pactados”.
No es la primera vez que se intenta implantar un proyecto de Snow Farming en España. Candanchú ya hizo unas pruebas en 2018. Aunque en aquella ocasión lo hizo a la antigua usanza. Es decir, creó unos depósitos de nieve en la base de la estación, los cubrió de serrín y vegetación, y esperó al otoño para ver cuánto había quedado. Y al parecer los resultados no cubrieron las expectativas, porque nunca más se oyó hablar mas del tema. Aunque eso si, llegaron más lejos que Sierra Nevada porque se llegó a crear ese montículo.

Snow Farming en Levi (Finlandia) una de las primeras estaciones de esquí que empezó a usar esta técnica