22 octubre, 2025

Barbora Krejcikova vuelve a ganar un partido cuatro meses después

Barbora Krejcikova durante la gira de tierra. Fuente: Getty

Llevamos mucho sin escuchar el nombre de Barbora Krejcikova en una noticia relacionada con títulos, victorias o cualquier otro aspecto positivo. Viendo su ficha individual en 2024, donde aparece con un balance de 6-7 después de seis meses de competición, tampoco sorprende. Lo curioso es que la temporada pasada no le fueron nada mal las cosas, cerrando el curso dentro de las diez mejores del mundo, pero ninguno de esos aspectos los pudo arrastrar con la llegada del nuevo calendario. Esta semana, en el WTA 250 de Birmingham, la jugadora de 28 años se reencontró con la victoria para poner fin a una dinámica que la venía persiguiendo desde febrero.

“Es genial estar de vuelta, es genial estar jugando de nuevo, sobre todo jugar estando sana, eso es lo más importante en el mundo del tenis”, valoró Krejcikova en un reportaje elaborado por la WTA en las últimas semanas. “Echaba de menos estar en la gira para jugar y competir, tener estos desafíos todas las semanas. Sin embargo, por otro lado, también pudo quedarme en casa y pasar más tiempo con mi familia, estar ocupado de una manera diferente, ambas realidades son importantes para equilibrar una carrera profesional”, apunta la que fuera campeona de Roland Garros 2021 en ambas disciplinas.

Muchos recordarán a Barbora exigir –y estoy utilizando la palabra correcta- el año pasado un lugar mediático a la misma altura que las mejores. Ella, campeona de Grand Slam, también de WTA 1000, y con uno de los mejores palmarés de la historia como doblista, no entendía por qué su nombre no salía tanto en los medios de comunicación como las Swiatek, Sabalenka, Gauff y compañía. Quizá aquel debate le restara energía, aunque lo que realmente terminaron por apartarla de la escena principal fueron las lesiones. Tanto las que le obligaron a ver el tenis a distancia, como las que no le hicieron entrar a una pista sin estar al 100%.

APRENDER DE LA LESIÓN

Así pues, desde que alcanzara los cuartos de final en el Open de Australia y en el WTA 500 de Abu Dhabi en el primer tramo del curso, la tenista de Brno se chocó con un problema físico que le arruinaría los próximos meses. No volvería hasta abril, en Stuttgart, donde la rindieron en primera ronda. Misma suerte que recibió en Madrid, en Estrasburgo y en Roland Garros. El agujero empezaba a ser demasiado profundo, hasta que la gira de hierba llamó a su puerta para darle una oportunidad. Esta semana volvió a sonreír con su triunfo en Birmingham ante Daria Saville, aunque hace tiempo que ganar partidos pasó a ser algo secundario para su felicidad.

“Después de casa lesión, el viaje de vuelta es diferente. Una necesita mucha paciencia, pero es difícil cuando ves cada semana a todas las chicas compitiendo en los torneos. Son ellas las que están profundizando en los eventos, algo que no te pasa a ti desde el principio, cuando vuelves. Así que debes tomarme más tiempo y ser más paciente, pero volvemos a lo mismo, no es sencillo cuando ves que las chicas vienen haciéndolo bien. Después de una lesión, el tenis tiene una prioridad diferente, ahí es cuando aprecias realmente el hecho de estar en la cancha, te permites disfrutar más del tenis”, concluye la actual #25 del mundo.

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