Alexander Zverev gana a Griekspoor en Roland Garros 2024

Alexander Zverev eludió una situación límite ante un Tallon Grieskspoor que estuvo muy cerca de dar una de las grandes campanada del torneo. Llegó a estar con doble break arriba en el quinto parcial el neerlandés, pero fue presa de los nervios en un tramo final en el que Sascha desplegó sus grandes virtudes de campeón. Terminó ganando por 3-6 6-4 6-2 4-6 7-6 (10-3) y está en octavos de Roland Garros 2024.
Trampas en el camino, obstáculo que no deberían estar ahí y se erigen en murallas inexpugnables, jornadas aciagos en cuanto a juego y sensaciones en los que no se ganan torneos, pero sí se pierden. Eso es lo que se encontró Alexander Zverev en esta tercera ronda de Roland Garros 2024, con un inspiradísimo Tallon Griekspoor que ofreció un sublime espectáculo y aprovechó las condiciones de humedad y techo retráctil, para que su juego alcanzara un estatus superior. Neerlandés y alemán ofrecieron un espectáculo que merece la pena desgranar al detalle.
Desde los compases iniciales del primer set, quedó claro que Griekspoor tenía uno de esos días en los que se siente la pelota perfectamente y la confianza está por las nubes. Tan osado como preciso en sus ataques, Tallon aprovechó que Sascha empezó algo timorato el partido y, probablemente, no se esperaba una versión tan excelsa de su rival. Dispuso de dos bolas de rotura el germano, pero no pudo reengancharse a un parcial que se llevó con todo merecimiento el neerlandés.
Se esperaba una reacción del gran favorito al triunfo, pero no fue abrupta, ni mucho menos. De hecho, en la segunda manga Zverev parecía al borde del abismo ya que seguía muy incómodo, especialmente con su drive, y no conseguía deshacerse de la presión incesante que ejercía el holandés desde el fondo de pista, metiéndose dentro y asumiendo riesgos cada vez que tenía oportunidad. El saque mandaba, pero el teutón subió el nivel en el décimo juego y consiguió el anhelado break, soltando un grito de tensión contenida y alivio al igualar el marcador.
El partido había cambiado totalmente su tendencia ya en el tercer parcial, percibiéndose a un Griekspoor más parado de piernas y que no lograba jugar con la electricidad e intensidad necesaria para seguir imponiendo su estilo. Tuvo algún amago de escaramuza perfectamente sofocada por un Zverev que empezó a carburar y se daba muchas razones para ser optimista respecto al desenlace final, que parecía cercano.
Sin embargo, si algo tiene este deporte es que en un abrir y cerrar de ojos, las cosas pueden cambiar totalmente, de forma especial en partidos de Grand Slam. Lo que se vivió en la cuarta manga fue una lección táctica por parte de Grieskpoor, que empezó a ejecutar cambios de ritmo, altura y velocidad magistralmente, empleando con gran inteligencia el revés cortado y partiendo la pelota con su drive en cuanto tenía ocasión. A esto le unió dejadas y subidas a la red, fruto de la confianza recuperada y la sensación de que Sascha seguía siendo vulnerable.
– Grieskpoor llegó a liderar 4-1 y saque en el quinto set
Nada de lo previsible se había cumplido y nos presentábamos en un quinto set de pronóstico incierto y espectáculo asegurado. Consciente de que estaba al límite, Zverev dio un paso más en su tenis, metiéndose dentro de pista, golpeando la pelota arriba y mostrándose agresivo. Le duró esa voluntad de cambio muy poco, merced al impresionante nivel de juego de Grieskpoor, que llegó a situarse con ventaja de 4-1 y servicio. En ese momento, Sascha se aferró al partido como solo los mejores saben hacerlo.
Tallon fue presa del pánico, del vértigo a la gloria, de los nervios incontrolables, y cometió dos dobles faltas y errores infantiles en el octavo juego, que supuso el reenganche definitivo del germano al encuentro. Una vez se vio abajo en el marcador de nuevo, el neerlandés volvió a mejorar y consiguió igualar el electrónico y terminar forzando un agónico tiebreak, o mejor dicho, supertiebreak.
Allí no hubo color. En ese territorio en el que los intangibles pesan, la tendencia al alza, experiencia y empaque del germano terminaron prevaleciendo. Alexander Zverev terminó imponiéndose y haciendo un ejercicio de supervivencia supremo, que puede reivindicar su papel de favorito al título en este Roland Garros 2024.